Revista Personae

HILDA MÁRQUEZ

El Privilegio de Ser Artista

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El Arte simboliza algo que puede transformarnos

…Entonces vi mi mundo a través de los ojos de mi mamá

 

La Maestra Hilda Márquez nos sumerge en su mundo, en el mundo del arte, el mundo que le heredó su mamá, la señora Piedad y también de su tía Martha, ese legado que le permite ver al mundo con sus diferentes colores, tonalidades e intensidades… “En el mundo hay personas verdes, otras azules, hay rojas, rosas y todos los colores hacen un hermosísimo cuadro” y de esas personas medio negativas, también salen grandes obras en blanco y negro”.

 

Hilda Márquez

 

La charla se realiza en el comedor de su taller, una casa hermosa, una construcción de doble altura con paredes blancas en donde se exhiben cuadros en gran formato por donde voltees. Me invita un té de frutos rojos mientras ella saborea un café, y continúa sobre cómo ve la vida:

«Cierra los ojos y piensa, piensa que desde que despertamos y abrimos los ojos tenemos un lienzo en blanco frente a nosotros para hacer de este día lo que queramos, para hacer una obra increíble. Habrá días en que digas “¿y ese cuadro qué es?” y en otras podrás decir “¡Guau! ¡Qué cuadro tan increíble con esas luces!” y así de cada día se compone nuestra vida diaria. Tú dime si no voy a amar el arte».

 

“Mi mamá tuvo un papel importantísimo en mi vida. Ella también fue pintora, comenzó a los 16 años en el INBA y ella, junto con mi tía dieron clases en la Escuela Secundaria Técnica No. 17 «Artes Decorativas» Coyoacán, ubicada sobre Av. Hidalgo. Ellas hicieron todo el todo el programa de arte, el cual hasta la fecha sigue vigente”.

 

Hilda Márquez

 

“Mi base fue la pintura sobre porcelana -mi madre y mi tía trajeron la pincelada libre, de los pinceles gordotes donde cada uno hacia lo que quería, así como la pintura sobre porcelana, donde desarrollo mi técnica con los colores y las bases, entonces vi mi mundo a través de los ojos de mi mamá”.

   

Se queda pensando y añade con una voz muy dulce: “Hasta ahora comprendo a mi mamá, porque estoy pintando lo mismo que ella, en cuadros grandotes y ve mi tamañito (risas), me gusta lo grandote… Ella era copista, yo también lo soy, para quienes no tengan idea, somos los pintores que estamos en los museos y quienes tratamos de copiar cada pincelada de los grandes maestros, pero en esa pincelada llevamos la forma, la intensidad del color que trató de dar el maestro”.

 

“Tengo muy presente la voz de mí mamá y la forma en que me pedía que la apoyara a pintar, ya fuera el fondo, las nubes o manchar el pasto de alguno de sus cuadros. Con el tiempo, mi mamá y mi tía se independizaron, pusieron su estudio, y siguieron con los talleres, siempre con cupo lleno”.  

 

Hilda Márquez

 

Señala que en cierta ocasión llegaron tres chicas buscando un lugar para tomar clases con la maestra Piedad, “yo les respondí que el cupo ya estaba saturado, y una de ellas le dijo: “Tú danos la clase”, y así comencé a dar clases”.

 

Hilda, durante la conversación mencionaste que todos inician copiando a los grandes, ¿qué se aprende? De ellos se aprende a conocer su estilo, la perspectiva, etc… Cierto día me dije, ¿Por qué no invitarlos a mis obras? Y así los fui incluyendo, por lo que podrás ver a una Frida Kahlo con las piernas torneadas de Marilyn Monroe.

 

¿Qué pasa por tu mente cuando piensan en estos grandes del arte?

Voy pensando cómo pintaba, los colores, la paleta que tenían, los movimientos, las distintas pinceladas y entonces llega un momento en el que es tan bonito fusionarte con ellos. Una obra te habla mucho de esa persona: si tiene fuerza, si tiene determinación, si está en busca de algo… Aunque también nos dice mucho de la persona que la compra.

 

La añoranza llega, menciona que ella y su mamá se ponían a pintar, la Maestra Piedad lo hizo hasta los 91 años: “A pesar de que ahora no está físicamente, siento que me sigue acompañando todos los días, y también siento que los pintores también lo hacen, las obras me permiten sentirme acompañada… Cuando estoy pintando, siento que me voy y me voy y que mi mente vuela”.

 

Hilda Márquez

 

“La pintura te hace profundizar… después de un rato, ya no estás pintando lo que tú querías, sino lo que está saliendo de tu interior y muchas veces encuentras las respuestas entre las pinceladas. ¡Es mágico! Ahora, imagínate, yo tengo la oportunidad de tener a esos grandes pintores, y los pienso, sentados aquí conmigo, algunos tomándose un café, algunos su bebida predilecta, y otros hasta su alcoholito, conversando con cada uno… Por cierto, ahora estoy trabajando entramado en óleo. Amo el óleo sobre todas las cosas, y también trabajo técnicas mixtas.

 

Habla de las innovaciones en las técnicas, en el apoyo que se recibe en otras partes del mundo con respecto a la que reciben aquí, el lugar que ocupa la mujer en el arte en México: “Sí creo que falta un apoyo muy grande, porque podemos dar muchas cosas, no solo pintar, también dar clases, yo también imparto clases en las escuelas, a niños y es difícil que haya una persona que les diga ¡Guau! ¡Qué bien lo hiciste! Tu talento puede dirigirse primero como hobby y a lo mejor puede ser un profesional del arte”.

 

Hilda levanta la voz para que los gobiernos volteen a valorar lo que el arte ofrece:  si los gobiernos y la sociedad vieran lo fuerte que es el arte, que puede alejar a las personas de los malos pasos, los gobiernos lo impulsarían.

 

“Con todo se puede pintar, con refrescos, con pigmentos, con huevos, hasta con refresco de Cola, con Sidral, azúcar glass, con todo… Ahora también he intervenido muebles que eran de mi mamá”.  

 

Hilda Márquez

 

Regresando a los grandes, ¿hay alguno que sea tu favorito?

Gustav Klimt me ha dado mucha suerte, además del gusto por el metal, del oro y de la plata, y los relieves.

 

¿En qué momento lo descubres?

Pintando a la Dama de Oro que está en Nueva York, fue antes de la película. Para quienes no conozcan la historia, sería como la Mona Lisa de Austria -la obra fue encargada por el industrial austriaco Ferdinand Bloch-Bauer y representa un retrato de Adele Blochbauer, su esposa-. La película, me hizo mucho ruido, porque dije: yo lo tomé por la pintura, esta persona por el Séptimo Arte… Es una sensación extraordinaria.

 

En esta sala veo ahora un tema predominante como es Frida Kahlo, ¿Cómo llega? Se queda pensando unos momentos, y responde: El nieto de una de mis alumnas, recién casado, se fue a vivir a Francia, se llevó todo su departamento, y me encargó una Frida; después de verlo, otra de mis alumnas me pidió otra y esa la pinté en azules… Hay tres temas que me gustan mucho, pinto Fridas que son las mujeres mexicanas, le dicen Fridas pero no se parecen y es en apoyo a todas aquellas mujeres, mujeres que tienen un poder mágico interno y externo, el otro tema son los paisajes, amo todos los paisajes y el entramado al óleo. En cuanto a copiar, definitivamente Gustav Klimt, que me ha dado mucha suerte, si te fijas, él es el tema principal, pero lo rodeo de muchos más pintores dentro de la obra. Dalí es otro de mis favoritos.

 

Hilda Márquez

 

Hoy por hoy, ¿qué agradece Hilda a partir de la pintura?

Primero, todas las mañanas agradezco a mi madre que haya puesto los pinceles en mis manos. Todo, todo, todo se lo debo a ella. Agradezco que haya hecho este estudio. A la Escuela de Iniciación Artística No. 1 del INBA; a las maestras que formó mi mamá, a ella, orgullosamente puedo decir que le decían Maestra de Maestras, porque formó muchas generaciones de maestras… También GRACIAS a las personas que creen en mí, que creen en mis pinceles, que creen en mis colores, que me que me piden un cuadro y que lo tienen en su casa. Imagínate cómo me siento de emocionada saber que una obra se va a la sala de una persona, de una familia o al consultorio de un gran doctor o doctora. En algunas de las obras escribo frases, palabras, números que están vibrando con las personas. ¿A dónde van? Y que solo ellas saben que ahí está. Tengo una gran anécdota, hace muchos años, una persona me pidió que le incluyera una figura de una pareja porque ella estaba soltera, al poco tiempo se casó y me llamó para que le pintara dos niños…

 

Hilda me lleva de tour por todo el estudio, así acabo de apreciar los cuadros en gran formato y formato grande… los muebles que eran de su madre, intervenidos y dándoles una segunda oportunidad de ser nuevamente protagonistas del espacio, comenta: “El arte lo puedes poner donde tú quieras, en una taza, en un papel, en donde sea, y si tienes solamente un lápiz, dibuja en una servilleta, no necesitas gastar, el arte lo haces caro o barato según lo decidas, claro que los que me encargan llevan buen material porque quiero que duren años bien”.

 

Hilda Márquez

 

Antes de despedirnos, comento que la he visto muy activa en redes sociales, haciendo body paint, participando con fundaciones, además, llevando el arte hasta la mesa a través del Mezcal Santo Gusano de Carlos Rivera y producido por el Maestro Mezcalero Oaxaqueño, Arturo Martínez, y justo realizaron una Edición Especial con la que participas: “Las botellas están pintadas a a mano en técnicas mixtas y acrílicos, numerado y certificado, la cual lleva por nombre Santas Mariposas”.

 

¿Qué significado tienen las mariposas en tu vida?

¡Somos las mujeres! Las mujeres nacemos de dos personas y nacemos en un día cualquiera, pero cuando tomas conciencia de que eres mujer, es algo hermoso. Es el proceso de transformación, basta un pequeño toquecito como ponerte un labial para que salgas a conquistar al mundo. Ser mujer es un impacto, es un regalo que Dios nos dio, es el privilegio de ser mujer, el privilegio de ser grande, el privilegio de volar. Para mí, todo lo que tiene que ver con arte simboliza algo que puede transformarnos. Concluye.

 

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