Revista Personae

ANA FRANCISCA VEGA
Habla de “Mexicanos como yo”

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En radio dirige En directo y en televisión conduce Las noticias y Fractal, ambos de Foro TV (Televisa), anteriormente fue subdirectora fundadora de Animal Político, ella es Ana Francisca Vega. Actualmente promociona su libro Mexicanos como yo, 50 personajes que hacen de este país un lugar fantástico.

 

Reconoce que la lista es subjetiva y que inició con 200 personajes: “Fui descartando algunos que eran parecidos por alguna circunstancia con otros, los que quedaron fueron un reflejo de la diversidad y, al final, eran 50 personas de las que yo quería saber más y escribir. Es parte importante de la chispa que te motiva a sentarte a escribir en una hoja en blanco”.

 

Es un libro dedicado a los niños: “Yo tengo una hija de seis años y mi predicamento era: ¿Cómo le presento a esta niña este país, en un entorno donde lo que ella ve y escucha son generalmente cuestiones que tienen que ver con violencia, con malas noticias, un entorno difícil, complicado, con cuestiones bien adversas? ¿Cómo mostrarle que México también es un país fantástico y maravilloso en el cual pasan y han pasado muchas cosas increíbles? y pensé que a través de historias de vida que la pudieran inspirar, sería una manera de mostrarle todo lo que también sucede en México, y de pronto los medios de comunicación no estamos en eso, estamos en la nota diaria, en las mañaneras en el conflicto y la traición”.

 

Considera que el periodismo no se debe limitar a las malas noticias: “Hay problemas terribles que hay que reportar porque son de valor público, pero yo creo que el periodismo es todo aquello que aporta a la vida social del país”.

 

Muchos de los personajes del libro ya no respiran, así que jugando con la fantasía pido a la periodista que cite a tres y me diga qué les preguntaría:

•Mi top uno de esta lista es Sor Juana, no hay nadie más después de ella, yo creo que pudimos haber cerrado el libro. No sé qué le hubiera preguntado, más bien me hubiera sentado a escucharla leer una de sus cartas o uno de sus poemas, apreciar esa belleza intelectual.

• Amelio Robles, este coronel de la Revolución que nació siendo Amelia y que luchó en el ejército de Emiliano Zapata, transitó en el tema de identidad de género hacia Amelio. A él le hubiera preguntado un poco, primero si se considera transgénero porque probablemente ni siquiera tenía la noción de que algo así sucedía y segundo, cómo vivió el momento en que se dio cuenta que su identidad de género era otra.

• Carlos Monsiváis, le pediría que escribiera una crónica sobre una mañanera, me encantaría saber su opinión, hoy habló sobre el pollo el presidente cuando tenemos 51 muertos en Guanajuato, solo del fin de semana.

 

¿Hubo algún personaje que se haya complicado un poco más que el resto? “Para mí fue un reto particular Luis Villoro, porque explicarle a una niña de seis años qué es filosofía, al menos que seas Mafalda, si no lo tomas con humor, es bien complicado. Es una mente brillante, comprometido con derechos indígenas, pero imagínate explicarle eso a un niño y que le parezca relevante. Platiqué con una de sus hijas y me decía que cuando era chica, se acercaba con su papá y lo veía en el sillón de su casa con los ojos cerrados y la mano sobre la panza y le preguntaba ‘¿papá que haces?’, me respondía ‘estoy trabajando hija’;  ella se iba a su cuarto y decía ‘¿en que trabajará mi papá?’. Son Textos cortos y había que resolverlo en un párrafo”.

 

 

En una página, seguida de actividades lúdicas, resume la biografía de estos 50 mexicanos: “Busqué extraer la esencia, el mensaje más importante que hayan dejado o que estén dejando, sacar lo que los hace únicos y tratar de presentárselos a los niños de una manera divertida”.

 

Una constante en estas historias es el esfuerzo y que todos tuvieron que enfrentar grandes retos, por lo que durante la charla surge la frase “el talento solo, por muy grande que sea, no alcanza”, la autora reafirma: “Yo creo que nunca alcanza, hay que trabajar duro para conseguir muchas de las cosas que quieres. Lo que a mí me han enseñado, estos casos, es que tienes que tener cierta claridad de lo que quieres y cierta fuerza para perseverar, pues hay muchos que lo hacen en condiciones muy adversas y hay que perseverar. El esfuerzo es esencial para descubrir quién eres también en la vida”.

 

Los libros han sido un refugió creciente de varios periodistas, generalmente para mostrar investigaciones de gran envergadura que destapan grandes casos de corrupción, este no es el caso: “Parte de mi trabajo, de lo que hago en Fractal (noticiero sobre tecnología), tiene que ver con buenas historias, yo estoy convencida de que hay que contar buenas historias. No sé si eso le reste valor periodístico en los ojos de alguien que está en una redacción tomando café y fumando como loco, no sé realmente si le importa, pero yo creo que es esencial contar las buenas historias de innovaciones, muchas de ellas mexicanas, es un poco esta misma vocación de presentar el libro”.

 

Ahora la cuestionó sobre qué le gustaría que apareciera en su biografía si alguien la incluyera en un libro similar dentro de 50 años, tras tomarse unos segundos para reflexionar, responde: “que mi biografía fuera la de una persona sí entregada a su oficio, pero también comprometida con ciertos temas que creo que han sido un poco mi sello en la carrera y en el compromiso de contar las historias que vale la pena contar en México, que no necesariamente son negativas”.

 

Su primer trabajo fue en el IMER, ahí recibió su primer cheque, regresó a estudiar, aunque desde los 19 años tuvo su columna de opinión en Milenio. Trabajó en la Secretaria de Relaciones Exteriores: “le escribía los discursos a Luis Ernesto Derbez y él subía a cualquier pódium y los tiraba a la basura y decía lo que se le antojaba, era frustrante”. En aquel momento recibió la llamada que le cambio la vida, de Pascal Beltrán, pues la recomendó León Krause para editar la sección internacional en el relanzamiento de Excélsior.

 

Su primera entrevista fue con Bill Richardson, gobernador de Nuevo México, vía telefónica, no conocía bien el equipo y no se grabó, entonces Pascal Beltrán de inmediato la puso a redactar.

 

Coordinó el libro ciudadanos.mx: Twitter y cambio político en México (2011), al mencionarlo, inmediatamente acota: “Fue antes de que twitter se convirtiera en el excusado del país”.

 

Reconoce que es un texto desfasado: “Todo ya es otra cosa, eso que escribimos ya no existe, era cuando Twitter era una herramienta de deliberación, de debate, respetuosa, de conexión entre autoridades y ciudadanos, hoy ya es la cloaca, hay que salir corriendo de ellas. Están muy manipuladas, entonces toda la parte genuina de la deliberación y el debate terminan no sucediendo. Creo que el anonimato empuja a mucha gente a decir cosas que quizá no se atreverías a decir frente a frente”.

 

Se manifiesta más que renuente a reescribir su texto o hacer uno nuevo del tema: “Yo siento que está demasiado descompuesto el ambiente de redes sociales para que se pueda teorizar al respecto”. Concluye.

POLÍTICA

Núm. 293 – Abril 2024