Revista Personae

TRASCENDIENDO TUS CREENCIAS LIMITANTES, TU ESTADO DE CARENCIA Y LA SEPARATIVIDAD EN TU VIDA SEXUAL

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Trascendiendo tus creencias limitantes, tu estado de carencia y la separatividad en tu vida sexual

 

Primero, es necesario trascender las creencias limitativas, tu estado de carencia afectiva y emocional y tu estado de separatividad, liberarte de las sombras oscuras y luminosas de tu sexualidad para que puedas acceder a la consciencia expansiva del misterio de la energía sexual en un estado de éxtasis en la fusión de la danza de los amantes.

De este modo, de acuerdo con tus creencias sexuales, vas creando tu sexualidad, esto es muy sencillo, pero es difícil de aceptar, pero cuando lo llegas a aceptar, te das cuenta de que puede crear deliberadamente lo que quieres experimentar en tu sexualidad porque logras ser consciente de lo que no quieres vivir, pero que, de alguna forma, contribuyes a que ello se dé. La mayoría de nosotros pensamos y pensamos todo el tiempo sin poner atención a ello y, en consecuencia, hablamos y expresamos lo que pensamos sin darnos cuenta de la trascendencia de nuestras palabras; si vas por la vida diciendo, por ejemplo, “quiero una relación de pareja en la que me pueda compartir sexualmente con pasión, pero el problema es que todos los hombres y/o mujeres (según sea tu caso) son unos(as) cabrones(as)”, ¿Qué es lo que crees que llegará a tu vida? Y si, además te relacionas con personas que refuercen tu creencia, bueno, el potencial de expansión de tu afirmación-creencia se irradia hacia todos lados, de tal forma, que tus relaciones interpersonales, ya sean de trabajo, familia y/o encuentros casuales, te reflejaran justo aquello que afirmaste.

Es importante que seas consciente de lo que piensas respecto a tu sexualidad y te cuestiones si aquello que piensas realmente te agrada y lo quieres recrear en tu experiencia de vida. ¿Hay que estar atento(a)?, definitivamente sí. Es importante que aprendas a pensar diferente si quieres mejorar tu vida sexual, es aprender a crear nuevos hábitos con sus ganancias y, poco a poco, el beneficio que obtendrás será cada vez mayor, de tal forma, que se transformará en tu forma de vida. Te ocurrirán cosas que no te esperabas, pero que te harán sentir de maravilla y, entonces, cambiarás tus creencias limitantes hacia unas creencias estimulantes y las expresarás en afirmaciones tales como: “Vivo en plenitud y éxtasis sexual”, “cada encuentro sexual para mí es estimulante”, “hombres y mujeres tienen un potencial maravilloso de transformar su vida sexual”, “la sexualidad es una forma de vida que me estimula a crear cosas maravillosas”, “soy sexualmente consciente y ello me da muchas ventajas”, “me se compartir con los demás”, “no necesito ni someter ni condicionar a nadie para que sienta que tengo el control”, etc…

 

Trascendiendo tus creencias limitantes, tu estado de carencia y la separatividad en tu vida sexual

 

Cuando empiezas a cambiar tus creencias sexuales que limitan tu plenitud y entrega, plantas una semilla y la cuidas y confías que germinará, pero estás atento(a) a los contratiempos que se presenten pues las viejas creencias no se quieren ir, han estado ahí mucho tiempo y, de algún modo, te han dado una identidad y cambiar, nos asusta, sobre todo al principio que es la fase en la que queremos resultados inmediatos y éstos no llegan. Si, en el fondo tú crees que no eres merecedor(a) de una vida sexual de plenitud, definitivamente, aunque hagas afirmaciones positivas respecto a tu sexualidad, el universo responderá a tu creencia más profunda de no merecimiento y los retrasos se te manifestarán causando desánimo. Sin embargo, puedes empezar por creer que “no importa lo que pase en tu vida sexual, siempre será bueno y agradable para ti”. Y éste, puede ser un buen comienzo para el cambio, si así es tu voluntad. En todas las prácticas de alta espiritualidad se encuentra implicada siempre la fuerza vital sexual que es la fuerza natural del ser humano que se puede utilizar para ser un Ser Co-creador en todos los aspectos de la vida. Si eres honesto(a), ¿quién no anhela sentirse poderoso(a) creador(a) y siempre estar bien en todos los sentidos de la vida?

Somos todos, absolutamente, seres sexuales, y el hecho de que las manifestaciones de la sexualidad sean infinitamente variables, cíclicas y con intensidades diferentes no quiere decir que no seas un ser sexual.

Para comprender esto un poco mejor te comento, tu sexualidad se manifiesta desde el momento en que naces por el simple hecho de venir de madre y padre. Todos llegamos a través de dos.

Si logras “ver” tu sexualidad desde una perspectiva expansiva se te hará más fácil comprender que tu sexualidad comienza desde que te conciben, luego, eres un bebé que llega al mundo, no importan las circunstancias, llegas porque ya eres deseado(a) por el Universo y por ello naces con la magia de la vida misma. Empiezas a crecer y, dependiendo de tu propia historia personal, tu Sexualidad crece contigo, es aquí donde se empiezan a establecer las “diferencias entre unos y otros”. Luego, descubres que, si te acaricias en determinadas zonas de tu cuerpo, las sensaciones que sientes son diferentes y te provocan diversas respuestas, todas naturales por supuesto.

Tu piel entera, desde el cuero cabelludo hasta el dedo pequeño de tus pies, está plena y absolutamente viva, siente, vibra y desea, en forma natural, ser acariciada, cuidada, protegida. A partir de este punto: Todo es posible en tu sexualidad, ¿qué tan conscientemente la puedes vivir? Sucede que la dualidad es un factor inherente en tu vida sexual y es muy importante que ubiques cuáles son las polaridades que surgen frecuentemente en tu vida y la afectan constructiva o destructivamente.

Reflexiona solo un poco aunque sea con respecto al tema de la dualidad en tu sexualidad porque ésta, definitivamente, influye en tus creencias y en el nivel de consciencia que vives… ¿Qué es para ti la dualidad? Y ¿qué significa para ti, la dualidad en la sexualidad? 

Si has pensado que la dualidad consiste en la separación de los sexos, en cuanto a su género, mujer – hombre, en términos generales tienes razón en parte. Sin embargo, la dualidad, básicamente, consiste en los dos extremos de diferentes aspectos de la vida, por ejemplo: hemisferio derecho – hemisferio izquierdo, mente – corazón, hombre – mujer, sacerdote – pecador, día – noche, amor – sexualidad, conciencia – sabiduría, bueno – malo, razón – magia, etc…

En el caso concreto de la dualidad en la sexualidad es muy importante que comprendas que dentro de ti mismo/a existe dualidad sexual porque, de alguna manera, tanto la perversión y la creatividad; la represión y el desenfreno; la pasión y la apatía, la sobreexcitación y la impotencia, el deseo desenfrenado y la calma; la agresividad y la pasividad, el sexo y el amor, la pertenencia y la libertad; el coraje y la alegría como también el ruido y el silencio y la obsesión y la felicidad  son todos aspectos de aparentes polos opuestos de la energía sexual.

El asunto aquí es que mientras no seas consciente de que todo ello y otros aspectos tanto de pensamientos, emociones como de comportamientos sexuales yacen dentro tuyo, las posibilidades de que reconozcas, asumas, afrontes y disuelvas tus dualidades para que surja, en consecuencia, la transmutación y transformación en tu vida sexual, disminuyen de forma considerable.

Cuando disuelves las dualidades de tu vida sexual sabes por instinto, intuición y percepción, que ambos extremos del mismo aspecto son sagrados puesto que te han permitido darte cuenta de que gracias a uno de los extremos has conocido y valorado el otro, entonces, por un lado dejas de repeler y rechazar lo que consideras como repulsivo u obsesionante sexualmente hablando y, por otro lado, dejas de desear y obsesionarte por lo que consideras agradable y bello en tu vida sexual porque se ha generado una tercera fuerza que es el resultado de la disolución y unión de las polaridades de tu vida sexual. Esto te permite “observar desde lo alto”, es decir, desde el vértice que cierra el triángulo, que es en el tres donde se despierta realmente tu consciencia sexual y comprendes, desde tu ser esencial, que todos los aspectos, experiencias y vivencias de tu sexualidad son sagrados pues reconoces que hay bondad en la maldad y maldad en la bondad.

El miedo fundamental que se presenta en nuestras vidas es el miedo a dejar de existir. En la sexualidad es por lo que la personalidad del ego se afianza y se defiende con uñas y dientes para no disolverse. No obstante, se producen fugas de energía durante nuestra vida sexual que se dan ya sea por la represión, el exceso de masturbación, abusos sexuales, violaciones, incestos, experiencias muy negativas ya sea con lo masculino o con lo femenino, separaciones, divorcios, abandonos, rechazos, imposiciones, dominio, control, rivalidad, anulación, etc…. que por rechazarlas sin afrontarlas, sanarlas y disolverlas se van transformando en muros a nuestro alrededor que nos limitan e impiden que nos vinculemos con el amor, el sentimiento, el placer, la pasión y el deseo que conducen al éxtasis, la creatividad y la plenitud de ser perfectos/as tal y como somos, en libertad y autenticidad viviendo verdaderamente la espiritualidad de la sexualidad (ojo, no estoy hablando de religiosidad como instituciones de lo que debe o no debe ser en la sexualidad).

 

Trascendiendo tus creencias limitantes, tu estado de carencia y la separatividad en tu vida sexual

 

Cuando te decides a profundizar en tu vida sexual y das un salto al vacío en las aguas fangosas donde yacen tus temores, tus deseos ocultos, tus anhelos de paz, tus secretos sexuales y tus emociones desconocidas, entonces, estás dispuesto/a a disolverte y perderte en el inmenso mar de la energía sexual que te integra en un movimiento de vida muchísimo más grande de lo que tu imaginación siquiera pueda vislumbrar. Por ello, esta es una elección totalmente individual, personal y requiere la disolución de tu ego sexual, aquél que te define y te clasifica dentro de algún rango, nivel o como lo quieras llamar y te hace creer que ése/a eres tú, a tal punto, que no puedes percibirte de alguna otra manera.

Las personas que viven ya en la tercera fuerza de la energía sexual, es decir, que profundizan tanto en la sombra como en la luz de su vida sexual integrando en ellas mismas estas dos polaridades como sagradas, armónicas y balanceadas en una danza erótica, sensual, exótica y extasiante con la vida misma, entonces emanan e irradian una energía de absoluta presencia en todos los lugares a donde llegan y sus palabras y acciones están impregnadas y plasmadas de esa energía sexual tan sutil y al mismo tiempo tan profundamente fuerte que todo lo que expresan está revitalizado ya que hablan desde su ser sexual esencial y natural y a la trascendencia de tus propias limitaciones carencias y sensación de separatividad.

 

Contacto:

F.B: «Sexualidad Sagrada»

SALUD

Núm. 294 – Mayo 2024