LOS TOROS FUERA DEL CORRAL

Este doce de diciembre 2021 dará, sin duda alguna, mucho de qué hablar a los aficionados taurinos, porque ese día, no sólo se festeja una “Corrida Guadalupana” más, sino que puede ser el verdadero despertar de la fiesta brava en la Ciudad de México. Siempre y cuando la cuarta ola de COVID-19 registrada en varias partes del mundo lo permita.

Aquella fecha tan emblemática para la mayoría de los mexicanos se ha destacado en los últimos años en la Plaza de los Insurgentes por tener carteles de mucho vuelo y para muchos gustos, como aquellos que se celebran en la inauguración de la temporada, y casi tan importantes como los llevados a cabo en la tradicional corrida de aniversario de la plaza el 5 de febrero.

El arranque del serial de Toreros y Novilleros llamada de “Reapertura” empezó un tanto fría, sin un lleno en la plaza donde sólo se cortó una oreja en la noche del 30 de octubre. En ese mismo tenor, en la primera novillada hubo un cambio de ganadería, que según algunas reseñas en medios de comunicación eran de discreto trapío, mansedumbre, sosería y debilidad, sin embargo, se repartieron cuatro orejas, muy festejadas por la otra prensa taurina. Pero suponemos que bastará una corrida con matadores, tres novilladas y un domingo de rejoneadores para calentar lo que sucederá el doce de diciembre, con toros de Fernando de La Mora y Bernaldo de Quirós, en algo que puede ser el verdadero reencuentro de la afición con los toros.

Cada torero, en el entender y el quehacer ante el toro, elaborará un tipo de toreo distinto, representando una generación y un estilo de torear. A partir de dicha corrida a celebrarse el día que se venera a la Virgen de Guadalupe, probablemente habrá algunos aficionados que verán que el declive de los toros es imparable, pero habrá otros, los más sin duda, que se nutran de la esperanza por lo que pueda hacer el tan esperado matador Morante de la Puebla, definido por medios internacionales como un artista total. Los aficionados constantes se ilusionarán con Diego San Román, quien, para la toma de su alternativa, terminó de prepararse en España y lleva por su sangre la herencia taurina de su padre y abuelo. Los capitalinos seguirán con la expectación por Diego Silveti, que siempre que se presenta en esta plaza el publico se torna benevolente, en espera, no sólo por su posible triunfo, sino, tal vez injustamente exigido para que llegue a los niveles que lo hiciera también una de las máximas figuras de la tauromaquia en México, su padre David Silveti, al cual apodaban: El Rey David. La corrida en cuestión también podrá suponer una sorpresa del matador Diego Antonio Ferrara, con su  toreo que conquista, dicho por los conocedores de la radio española y que viene precedido del infierno y la gloria, arrastra un resultado no muy provechoso en su encerrona con siete toros hace menos de dos meses en Las Ventas, pero por otro lado trae a cuestas 32 corridas, 35 orejas 2 rabos y con 80 reces lidiadas sólo en este año, que lo convierten en uno de los toreros con mayor actividad en este año de reaperturas.

Habría que destacar que se llega a tan particular corrida con la grata sorpresa de que algunos medios de comunicación trasmiten las corridas de esta reapertura. Ojalá más medios tradicionales y de los llamados digitales, se unan en el registro y diseminación de la fiesta brava, mientras en el ruedo harán lo suyo toros y toreros que buscarán el encuentro artístico y bravo, enganchándose en un combate mortal, para deleite de los que saben que la vida que pende de un hilo no es la de ellos, sino, de los que en la arena, huella por delante, arriesgan el físico con técnica y pasión para arrancarles los oles en las gradas.

Por supuesto que todo ello alienta a estar presente y ser testigo del quizá último llamado para la afición taurina de renovar sus votos por la fiesta brava. Que la suerte se reparta este doce de diciembre a la espera de lo mejor para todos.