EL GOZO EN EL OTOÑO
- PSICOLOGÍA
- enero 2022
- Amaranta Méndez
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¿Habías pensado cómo es gozar en el otoño?
La verdad no había pensado cómo se puede ser gozar por estaciones del año hasta que comencé a escribir y aterrizar la filosofía de la Diosa Goza. Sin embargo, solo era un esbozo en comparación con lo que viví al experimentar en carne propia la primera iniciación y comencé a compartir las iniciaciones con otras mujeres.
Inicialmente abriría los grupos de Guardiana del Gozo en la primavera. La siguiente iniciación, a la cual llamo Sacerdotisa del Gozo sería en el verano. Luego vendría la Diosa Gozona en el otoño y por último La Mujer que Encarna el Gozo en el invierno. Cada iniciación duraría tres meses, hasta completar un ciclo solar.
Desde el primer grupo de guardianas del gozo comprendí varias cosas:
Cuando una mujer está lista para guardar el gozo, atraviesa por varias etapas: Abre su corazón y su mente a esta nueva forma de vivir, y abre su cuerpo e integra el Gozo en su vida diaria, entonces empieza a darse cuenta de todas las veces que ha negado para sí misma a gozar en varios ámbitos de su vida.
Cuando una mujer se da cuenta de las veces que se ha negado a sí misma el gozo en su vida, abre una puerta por la cual entra a las profundidades de su cerebro, de su corazón, de su cuerpo y accede a memorias autobiográficas, transgeneracionales e incluso transpersonales, mismas que pueden ser de todo tipo, incluyendo gozosas y de heridas profundas.
Cuando una mujer accede a sus memorias profundas sabiendo que también existe el gozo como acompañante, aliado, emoción, concepto, filosofía de vida, acción y herramienta de sanación, comienza a gozar de manera voluntaria e intencionada.
Por lo mismo, dejé las primeras dos iniciaciones en tres meses cada una, la tercera iniciación con duración de seis meses y la última de nueve meses, es decir, como una gestación y un parto. Todo lo anterior lo vine a confirmar gracias a las diferentes formaciones que he tomado, experimentado e integrado.
Una vez que viví el proceso de manera grupal, en comunidad con las mujeres que entran a las iniciaciones y gracias a la demanda que han tenido estos procesos que creé y que actualizo, me di cuenta que no es tiempo suficiente para encarnar el gozo. Supe que no es lo mismo integrar el gozo en primavera, verano, que en otoño o invierno, debido a que cada estación del año tiene su influencia en nosotras según la luz solar que llega, lo mismo que la energía de la luna y nuestros ciclos corporales en danza constante con los ciclos de otras personas, junto con lo que vivimos en sociedad y como comunidad planetaria, lo que comemos, lo que creemos, pensamos, la manera en que respiramos, nos movemos, etc.
El gozo en el otoño se vive hacia adentro, en introspección constante. Soltar es una de las claves para acceder al gozo, desprenderse de aquellas palabras que nos decimos constantemente para limitarnos, porque así las hemos aprendido. Toma su tiempo darnos cuenta de dónde vienen y soltarlas como hojas secas que se lleva el viento, sin drama. Otras veces es necesario sacudirnos suavemente para liberarnos de nuestros propios atavismos, en ocasiones la sacudida puede ser más intensa y habrá momentos en los que tendremos que hacer uso de diferentes herramientas para cortar la maleza que se aferra, las ramas y tallos gruesos que le quitan vitalidad a los canales por donde pasa la savia de la vida.
Rendirnos al cansancio, al sueño y al reposo es otra clave para acceder al gozo en esta temporada. Como mamíferas que somos tenemos ciertas “programaciones” neurobiológicas arcaicas con las que convivimos en este mundo digital, en esta vida espiritual, en esta civilización racional. Y no será de un día para otro que esas “programaciones” cambien o dejen de existir, ya que, en buena parte, por ellas respiramos, digerimos, filtramos, desechamos.
Fluir y adaptarse a los claroscuros del otoño, agradeciendo los ciclos terrestres, solares, lunares, bioquímicos, ancestrales, actuales y por venir, es una de las formas en las que una mujer que está en un proceso con la Diosa Goza, puede gozar su vida.
Deja de resistirte a la vida, su flujo, sus ciclos y sus cambios, sus actualizaciones y sus sorpresas y ven a integrar el gozo en tu vida cotidiana, en cuerpo, cerebro, corazón y alma.
Sumérgete en esta experiencia inmersiva que te ofrezco con las iniciaciones de la Diosa Goza. En textos anteriores podrás leer algunas experiencias de quienes ya han pasado por aquí y comulgado con el Gozo.
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