Revista Personae

ADELA NAVARRO BELLO

Periodismo de investigación en Tijuana

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Las agresiones contra el gremio periodístico es uno de los grandes pendientes del gobierno mexicano, van 11 periodistas asesinados en lo que va del 2022 mientras se escribe este texto. El Semanario Z se ha vuelto tristemente célebre por estos motivos, de ello charlamos con Adela Navarro, directora del medio tijuanense.

 

Adela Navarro Bello

 

Al ser un medio constantemente amenazado y que ha sufrido la muerte violenta de tres de sus miembros y uno más herido de gravedad, le pregunto ¿cómo ha sobrevivido el semanario?, responde: “¡Híjole!… Para empezar, obviamente con medidas de protección que tomamos. Haciendo un periodismo con mucho rigor, con mucha verificación, con muchos elementos de investigación, precisamente para que no pueda ser amenazado por mentir, por publicar cosas que están alejadas de la realidad. Somos un semanario que está muy cerca de su sociedad, muy lejos del gobierno. Creo que eso nos ayuda y nos protege nuestra sociedad”.

Comento que hacer periodismo de investigación en Tijuana, al ser desde hace años una de las ciudades más peligrosas del mundo, parece misión suicida, expone: “Me gusta decir que no somos víctimas, no somos mártires tampoco. Tenemos un fuerte compromiso de hacer periodismo de investigación para la sociedad y en honor a los que nos antecedieron, a Blancornelas, a El Gato, Francisco Ortiz, a Luis Valero y sí, desafortunadamente, está tomada la frontera norte por los carteles de la droga, por el cartel de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, los Arellano Félix y hemos aprendido a vivir en ese clima hostil”.

Al solicitar su diagnóstico de la libertad de expresión en México, expone: “En momentos en los que precisamente tenemos que ir encaminados hacia la transparencia, hacia la libertad de información, en México estamos viviendo tiempos de mucha oscuridad, de mucha opacidad”.

Acota que no es tema sólo del presente sexenio: “Viene de atrás, los últimos tres partidos políticos, incluido el presente, que han estado en la presidencia de la República le salen debiendo mucho a México, no nada más en transparencia, también en justicia y en seguridad”.

“La cifra oficial nos dice –que desde que tomó posesión el presidente Andrés Manuel López Obrador–, 57 periodistas han sido asesinados (se suman tres después de la charla). En México, los periodistas y los medios de comunicación somos constantemente atacados por los gobiernos, amenazados por el crimen organizado, por el narcotráfico, por estados autoritarios”, denuncia.

Atribuye en gran media la situación al clima de impunidad imperante: “El 98% de los casos de los periodistas asesinados en México permanecen en la impunidad, mientras las víctimas son revictimizadas por investigaciones ministeriales que, a toda costa, pretenden quitarles la dignidad de haber ejercido el oficio, las familias permanecen en el abandono al no haber una reparación del daño y no tener acceso a la justicia”.

Además, con frecuencia se busca reducir la estadística negativa alegando que los crímenes no fueron contra periodistas: “Por la precariedad con que viven los comunicadores en México, muchos tienen que hacerse de otros trabajos para poder sostener y a sus familias, lo cual aprovechan las fiscalías estatales y federales para decir que no era periodista. Voltean al segundo empleo para decir no fue un atentado contra la libertad de expresión”.

Prosigue: “Existe un protocolo para la investigación de crímenes contra la libertad de expresión que no se utiliza en el país, particularmente en los estados de la República. No fue aplicado, por ejemplo, en el caso de Margarito Martínez o de Lourdes Maldonado, dos periodistas asesinados en Tijuana en menos de seis meses, los dos permanecen en la impunidad. En su autoría intelectual, ha habido aprehensiones de los autores materiales donde se dice que los asesinos intelectuales contrataron a elementos del crimen organizado y pagaron 15 mil dólares en el caso de Lourdes Maldonado y 40 mil pesos en el de Margarito Martínez. Sin embargo, no sabemos quiénes ordenaron esos crímenes”.

Cita casos cercanos: “Lo mismo sucede con los tres asesinatos del Semanario Z, todos están en la impunidad… el de Héctor Félix. El 20 de abril se cumplieron 34 años del asesinato de El Gato Félix, sus dos asesinos materiales estuvieron en prisión; en el 2015 salieron en libertad y regresaron a trabajar con la persona que fue señalado por autoría intelectual y que nunca fue investigada, hablo de Jorge Hank Rhon. También sigue sin obtener justicia el atentado contra Jesús Blancornelas, quien fuera director y fundador del Semanario Z, sucedió en 1997, en donde fue asesinado su asistente; en este caso hubo diez personas identificadas por la Procuraduría de Baja California, identificadas por participar en la emboscada al periodista, ninguno de ellos está en prisión por el crimen contra Blancornelas; hay varios en prisión por narcotráfico, portación de armas, extorsión, por otros delitos, pero por el caso del periodista, ni uno sólo. Los autores intelectuales, los hermanos Arellano Félix, uno ya falleció, otro fue extraditado desde México a los Estados Unidos”.

“El tercer caso del compañero y director general Francisco Javier Ortiz Franco, ocurrido en 2004, también está en la impunidad. El mismo caso de los Arellano Félix que ordenaron asesinarlo y ninguno de los asesinos materiales, ni intelectuales, están en prisión por dicho crimen. La única vez que se mencionó la autoría intelectual de este caso fue en la corte del Distrito Sur de San Diego California, nunca en un juzgado mexicano se ha hablado del autor intelectual. Cuando estaban juzgando al menor de los Arellano Félix, la fiscal lo identificó como uno de los autores materiales del asesinato del periodista para demostrar la peligrosidad”, complementa.

La charla se da en el Senado de la República, tras un evento donde, como es costumbre, más de un senador se comprometió a legislar en la materia; no obstante, le comento a la periodista que en México se hacen muchas leyes, pero pareciera que no tienen efecto, asienta con la cabeza y comenta: “Eso es desafortunado, creo que tenemos buenas leyes en México, lo que hace falta es que se ejerza el Estado de Derecho. Si se ejerciera, yo creo que todos los mexicanos, incluidos los periodistas, viviríamos en codificaciones de tranquilidad; pero, mientras eso no suceda, tendremos que estar conviviendo con la impunidad y con la corrupción”.

 

Adela Navarro Bello

 

Adela Navarro Bello cuenta con más de tres décadas de trayectoria, ha sido reconocida con el prestigioso premio María Moors Cabot, otorgado por la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia; en 2012 fue nombrada como “Periodista del año” por la Sociedad de Periodistas Profesionales de San Diego, California; también recibió el  Premio Internacional a la Libertad de Prensa del Comité para la Protección de los Periodistas​ y el premio Courage in Journalism, por la International Women’s Media Foundation.

Tres décadas remando a contracorriente en una de las plazas más peligrosas, surge la duda ¿por qué sigue en el periodismo?, a lo que responde:Es mi vocación y lo único que sé hacer es periodismo de investigación”.

Dirigir el Semanario Z no la ha encerrado en una oficina: “Trato de manejarme también en la calle, en la redacción con mis compañeros reporteros. Trato de darme tiempo y de estar en eventos defendiendo a los que han asesinado y tratando de buscar justicia para ellos”.

No teme al ascenso de no periodistas que invaden las redes sociales: “Creo que los medio tenemos que diversificarnos y adaptarnos a las nuevas tecnologías y a los nuevos tiempos. Insisto en que el periodista tiene que estar muy cerca de la sociedad, que sean las audiencias quienes definan a quienes van a escuchar”.

Al preguntarle sobre los desafíos de Semanario Z, destaca: “Sobrevivir a un clima hostil donde tenemos presiones por parte de los gobiernos y por parte del crimen organizado”.

Solicito que sea especifica en cuanto a qué tipo de presiones recibe del gobierno, e incómoda responde: “Te presionan con no darte la información, con negarte el acceso a las entrevistas, con campañas difamatorias, amenazas. Hay muchos tipos de presión desde el poder”.

Para concluir nos comparte la filosofía de Semanario Z: “Nuestro lema es <<Libre como el viento. Buscamos estar muy cerca de la sociedad y muy alejados de las entidades de poder>>”.

POLÍTICA

Núm. 300 – Noviembre 2024