NORITERU JAIME FUKUSHIMA
Embajador de Japón en México
- EMBAJADOR
- julio 2022
- Patricio Cortés
- Fotografía: Mario Torres
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La nación del Sol Naciente se adapta a un nuevo mundo que resurge de la crisis, resultado de la pandemia y de la guerra, de ello charlamos con Noriteru Jaime Fukushima, embajador de Japón en México.
De entrada, resalta que las relaciones bilaterales entre nuestras naciones son de gran importancia, ya que, para México, Japón es uno de inversores más importantes, por ello las visitas de alto nivel se dan con frecuencia, por ejemplo, el año pasado vino el canciller japonés a reunirse con el canciller mexicano y este ya fue al archipiélago. Además, Japón es el país asiático con el que tenemos la relación diplomática más antigua.
Desde el punto de vista económico, también resalta que Japón es el cuarto inversor extranjero más importante. En productos agropecuarios es el segundo destino de las exportaciones mexicanas, puesto que la nación asiática es el principal importador de estos productos en el mundo
En cuanto al número de empresas, tenemos mil 300 empresas niponas, el más alto de Latinoamérica, el 80% en la industria manufacturera, destacando la mayoría en el equipo de transporte. El 35% de los automóviles que se producen aquí en México son de empresas japonesas, mismas que producen vehículos para exportar a países no solamente del continente, sino al Medio Oriente, África y Asia.
Nos dice que gracias al convenio que firmamos, un tratado de libre comercio entre Japón y México, aumentó drásticamente el número de las empresas (el Acuerdo de Asociación Económica entró en vigor el 1 de abril del 2005), el cual fue muy importante atrayendo inversiones por la frontera con Estados Unidos, sobretodo en auto-partes. Dio un incentivo y creció exponencialmente la inversión. La nación asiática duplicó sus exportaciones y México las triplicó. Destaca el Bajío donde tienen más de 600 empresas.
“Como yo soy mexicano, nací en México, yo quiero que vayan más productos mexicanos, sobre todo porque Japón es el segundo destino más importante en productos agropecuarios. Por ejemplo, el aguacate, el 90% de los que compramos son de México, allá un aguacate cuesta dos dólares o un dólar y medio, pero es de buena calidad. También 34% del melón y 48% de la calabaza, provienen de México. De la carne de puerco, más de la mitad de las exportaciones mexicanas son para Japón. Estamos comprando muchísimo, pero para mejorar el intercambio comercial, primero tenemos que mejorar el tratado de libre comercio porque ahí se protegen las inversiones y cada año tenemos reuniones de mejoramiento del ambiente de negocios, cada país pone nuevos temas en la mesa. Hace poco, abrimos el mercado de la carne con hueso, eso también es importante, y del tequila, porque antes había un límite en cuanto a los grados de alcohol y hoy se puede vender cualquier tequila en Japón. Ese tipo de negociaciones se hacen en base a los tratados que tenemos”, ejemplifica.
Sobre los retos de su país en el mediano plazo, comenta: “Después de la pandemia y ahora con el problema de Ucrania, hay retos para todos los países que están en el nuevo mundo, tenemos que mejorar nuestra economía dañada. Nuestro Producto Interno Bruto bajó un 4% en 2020, pero este año se recuperó poco a poco. Estamos recuperando nuestra economía, pero ahora con el problema de Ucrania con el tema del petróleo, la energía, así como el trigo, el maíz que viene del país europeo, debemos trabajar mucho para proteger nuestras economías. En el nuevo mundo, Japón quiere trabajar con los países de América Latina con los que podamos compartir los valores que respetamos como los derechos humanos y la democracia, pero también los valores del nuevo mundo como las energías limpias, así como una economía abierta y libre, no que un país domine a los otros”
“Queremos trabajar con los países que tiene nuestros propios valores: derechos humanos, democracia, Estado de derecho y libre mercado; queremos trabajar con México para ver cómo vamos a construir este nuevo mundo.”, refiere.
Surge el tema de Ucrania, sobre el que vaticina “Seguro va a haber otro mundo totalmente diferente. En el mediano plazo tendremos que estar preparados. Realmente nosotros creíamos que este año iba a ser mejor en la economía y lo fue los primeros tres meses, por ejemplo, el valor del yen ha bajado y eso perjudica mucho, aunque nuestra economía es muy fuerte y algunos productos están subiendo, Japón está en deflación, es algo muy peculiar (tiene años sin inflación), no queremos que eso empuje para subir los precios que la demanda del consumo personal provoque que los precios aumenten. Sin embargo, actualmente, el consumo personal está todavía muy bajo, la gente está guardando su dinero, y las empresas, también, no están invirtiendo”.
Reconoce: “Podemos tener problemas de inflación en el mediano y corto plazo y no sabemos qué energía usaremos. Tenemos que cambiar la estrategia, estamos descubriendo mucho sobre la seguridad económica, depender de un país es muy peligroso”.
Le pregunto sobre el avance de otros gigantes asiáticos cuya mercancía barata está inundando el mercado, responde: “Impacta en productos que nosotros producimos, pero ya no somos los grandes productores por razones de oferta. Ellos producen cosas baratas y de muy alta calidad, nosotros producimos cosas novedosas, innovaciones más enfocadas en las comunicaciones, productos para el nuevo mundo. Si usted va a los grandes almacenes, ya casi no ve televisores japoneses, los hay. pero a precios muy altos que no pueden competir. Para producir productos baratos, ya no se hacen en Japón, se va a otros países”.
El tema energético, reitera, es otro reto: “Debemos que tener energías limpias, ya no depender de Rusia, o reactivar las plantas nucleares que tenemos paradas, por el accidente nuclear de Fukushima en 2011, tener una visión nueva, con el auge de los precios, debemos repensar abrirlas”.
Prevé una nueva geopolítica: “También necesitamos pensar en las relaciones con países como México y otros países de Latinoamérica, en este nuevo mundo que estará dividido, principalmente, en dos bloques. La división no es solo ideológica sino económica y financiera”.
En este contexto, expone la importancia de la seguridad económica y en telecomunicaciones, incluida la ciberseguridad, ya que se necesita considerar dónde se van a comprar los implementos tecnológicos para la 5G por ejemplo, ahora, “no sólo debe ser algo barato, sino también algo seguro, para lo cual resulta necesario tomar en cuenta, incluso, el país de origen”.
Noriteru Jaime Fukushima nació en México, cuenta con un acta de nacimiento mexicana, es hijo de un empresario japonés. Conoce ambas culturas bastante bien, incluso, bromeamos sobre los “cacahuates japoneses”, producto creado en la capital mexicana poco conocido en el país del sol naciente. Sobre su personalidad, no niega la influencia mexicana: “Los otros embajadores no hablan tanto como yo. Soy abierto, sincero y alegre”.