Revista Personae

MADRE TIERRA Y SEXUALIDAD FEMENINA

La Magia del Deseo y la Provocación

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Alguna vez te has preguntado ¿Cuál es la esencia de tu Planeta? Y ¿Qué tiene esto que ver con el deseo, el sexo y la provocación? Pues este planeta tiene una esencia sexual conjugada con nuestro Sol. ¡Si! Este planeta, nuestro planeta es femenino en esencia y su complemento masculino es el Sol. Nuevamente, ¿Qué tiene que ver esto con el deseo, el sexo y la provocación? Va pues, ¡Tiene todo que ver! El ser humano, en general, ha perdido la conexión con su origen planetario y solar, y ello ha generado todos los síntomas que el ser humano moderno vive actualmente: un mundo de gran avance tecnológico, cultural, de modernización y robotización que, por supuesto está y es fascinante, pero que en la mayoría de las personas ha provocado un gran desbalance en su equilibrio de evolución natural y un aumento en la desvalorización de todo lo humano y sus consecuentes circunstancias como son la calidad del abrazar, el besar, el acariciar, tocar, sentir y erotizar, por mencionar solo algunas acciones. Hasta este punto podemos decir que se incluye a ambos sexos, pero para que quede más claro separaré a mujeres de hombres respecto a lo que a continuación escribiré ya que el tema es muy amplio.

 

MADRE TIERRA Y SEXUALIDAD FEMENINA

 

Sea cual sea la situación presente que estés viviendo como mujer, debes tener claro que hay una parte de ti que porta la cualidad del erotismo creador e irradiante desde que naciste, claro que dentro del vientre materno el tipo de erotismo que viviste no fue a nivel excitación de una caricia sexual o de coito. Lo explicaré más a detalle, ¿recuerdas que al principio del artículo mencioné que el planeta Tierra es de esencia femenina? No tienes que creerme, pero puedes comprobarlo ya que siempre hablamos de la Madre Tierra y poca o ninguna atención ponemos a lo que esto implica. Todo lo que en la Tierra tiene vida se gesta en la oscuridad, en silencio, en la matriz generadora de vida y ejemplo de ello son las plantas, los animales, los insectos, los mares, los lagos, los ríos, las montañas, los volcanes, las aves y toda clase de microorganismos formados por los cuatro elementos básicos: tierra, agua, aire y fuego que tú también contienes y que, cuando están en equilibrio, te vives en armonía, plenitud, felicidad, bienestar y creatividad entre otras circunstancias. ¿Qué tiene esto que ver con deseo, sexo y provocación? Si observas con atención, toda la naturaleza tiene un toque de erotismo irradiante como en el caso de los leones y felinos, una puesta de sol, un volcán cubierto en la punta de nieve, etc… ¿Ves? Siempre los elementos combinados en armonía, evolucionando, siendo simplemente lo que son y eso les da la belleza indescriptible que te irradian a ti, a mí y a todas las personas. Todo en la naturaleza se sabe deseado y surgido por la fuerza del sexo en su máxima expresión debido a la gran provocación que siempre ha habido entre nuestro Sol y nuestro planeta Tierra quienes en un flujo constante de dar y recibir energías femeninas y masculinas forman todo el tiempo una tercera fuerza generadora de vida y de creación en una amplia variedad de especies que en su crecimiento, desarrollo y evolución se mantienen siendo bellas, eróticas irradiantes y siempre presentes y vivas.

 

Todo esto lo tienes tú también como mujer y más por el nivel de evolución de la especie humana. Así que independientemente de tu circunstancia de vida actual eres el resultado del deseo de la vida misma en conjunción con la energía sexual de tu padre y de tu madre (sexo) obteniendo con ello el poder de la provocación en tu vida; si naces con ese poder y después de algunas experiencias de vida, de ti depende el provocarte una vida llena de creatividad y erotismo constante o, por el contrario, provocarte una vida llena de patrones de repetición heredados que te pueden dar habilidades para inventar, pero nunca para crear y co-crear. Si logras capitalizar que esto es verdad puedes trascender aspectos de tu desarrollo sexual tales como el enfriamiento, la ritualización extrema de la sexualidad, la frigidez, la prostitución y la sobrevalorización del cuerpo en el ámbito de la atracción sexual pasando así hacia el aprendizaje en el conocimiento de tus propios procesos de deseo y gozo y también los del otro, te abres a realmente escuchar al otro llegando a crear, co-crear y desear por amor, consigues, poco a poco, desear apasionadamente todo lo que ya poseías, es decir, renuevas tu mirada sobre lo ya conocido aprendiendo a que todo lo que rodea tu vida como el trabajo, amigos, familia, hijos, viajes, posesiones materiales, etc… no te dan la felicidad, pero ayudan….

 

Por otro lado, para que el deseo sexo y la provocación en tus encuentros amorosos formen una triada de éxtasis y armonía es importante que conozcas y practiques una de las variables fundamentales que inician contigo misma en un auto conocimiento pleno para posteriormente compartirte en la danza amorosa y que se trata del control de los músculos vaginales.

 

MADRE TIERRA Y SEXUALIDAD FEMENINA

 

¿Qué es el control vaginal?

¿Has oído acaso hablar del control de los músculos vaginales? ¿Es acaso que es rarísimo este fenómeno tanto para mujeres como para hombres? El control vaginal es una cualidad altamente seductora en una mujer y no tiene porqué privarse de ella. Una mujer que se dedica tiempo a sí misma y a la exploración de su sexualidad femenina, puede incluir el ejercitar sus músculos vaginales y verse beneficiada al igual que su o sus compañeros sexuales. No se debe malinterpretar esta información, no se trata de incitaciones de tipo provocativo-agresivo ni tampoco insultativo, todo lo contrario, se trata de brindar algo de información sobre una de las variantes de la sexualidad femenina para todas aquellas mujeres que están buscando mejorar continuamente su vida sexual.

 

Si se tiene en cuenta una musculatura vaginal elástica y fuerte, si no has tenido bebés, te ayuda bastante a la hora de parto. Por otro lado, este control vaginal te permite establecer un lenguaje secreto al momento de un encuentro sexual durante una relación de coito o copulación y, si manejas tus músculos vaginales adecuadamente, puedes ayudar a que tu compañero sexual controle su eyaculación.

 

Toda mujer puede controlar y fortalecer sus músculos vaginales cualquiera que sea su edad si verdaderamente se lo propone. En algunas regiones de la India, las madres son las que enseñan a sus hijas adolescentes, desde la pubertad, a controlar y fortalecer sus músculos vaginales.

 

Dicho control se practica abriendo y cerrando el canal vaginal conforme a sus músculos internos, de tal forma, que se logre, con el tiempo, cerrar hasta oprimir el pene como se hace con las manos y abrir y cerrar nuevamente en una danza de erotismo interno entre vagina y pene. Esto, claro está, se logra después de una larga práctica y especialmente proyectando toda la voluntad hacia la parte del cuerpo implicada. La vagina no es una canasta receptora, pasiva y sin movimiento, es un músculo interno que se puede fortalecer y controlar como todos los demás.

 

¿Qué puedes hacer como mujer’? ¿Cómo proceder? Primero, puedes empezar con ejercicios de este tipo. Puedes contraer los esfínteres anales (que son dos) y el elevador del ano. Sentada o acostada toma consciencia de tu región anal, respira con calma, después de un minuto, cuando estés bien concentrada, empieza a contraer suavemente el primer esfínter anal, el externo, posteriormente, apretando un poco más, la contracción subirá hacia tu segundo anillo muscular, por último, contrae el elevador anal para que así atraigas hacia el interior y hacia arriba los dos músculos anales. Si logras hacerlo lentamente, podrás diferenciar los tres movimientos implicados en este ejercicio. Puedes, si lo deseas, al contraer y llevar hacia adentro y hacia arriba tus músculos anales apretar fuertemente hasta que toda tu zona anal tiemble; posiblemente puedas sentir un estremecimiento que recorre tu columna. Mantén esta contracción durante al menos seis segundos sin respirar y luego relaja siempre concentrada en estos músculos y notarás como se produce una distensión y la sensación de calor resultante. Si te cuesta trabajo aguantar la respiración, puedes ir alternando cinco repeticiones de este ejercicio con y sin respiración.

 

Con este ejercicio enérgico y revitalizador, puedes sentir que las reacciones desbordan en tu ano, afectando positivamente a tu perineo, tu vulva, tu clítoris, tu vagina e incluso tu útero. Esto se debe a que tanto los esfínteres de la entrada de la vagina como los del ano forman una especie de número 8 y contraer uno, es actuar sobre el otro. Si lo dudas, ¡Atrévete a intentarlo! La mayor beneficiada eres tú, mucho más de lo que puedas imaginar y con ello contribuyendo al incremento del deseo y el erotismo en la danza amorosa.

 

El deseo en tu sexualidad femenina incrementa tus momentos de pasión asociados al elemento fuego de la naturaleza en Madre Tierra; los cambios en el ritmo de tu respiración en tu practica -ya sea en el control de tus músculos vaginales tanto en los individual como en pareja, se asocia al elemente aire en la naturaleza-. Tu cuerpo en sí, está representado por el elemento Tierra; las emociones y los sentimientos que afloran durante tu práctica individual o tu encuentro de intimidad en pareja, se relacionan con el elemento Agua y todo ello si eres plenamente consciente de la magia y lo sagrado de tu sexualidad, despiertas al éter conocido como el quinto elemento que fusiona a los otros cuatro y este está relacionado con la consciencia de tu ser femenino.

 

F.B: «Sexualidad Sagrada»

SALUD

Núm. 292 – Marzo 2024