Revista Personae

LA LINDA HISTORIA DETRÁS DEL VINO AGUSTINA

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La linda historia detrás del vino Agustina

 

Cuando se nos viene a la mente la palabra Vino, quizá recordamos los momentos agradables en que una botella de vino ha estado presente al centro de nuestra mesa. El vino es un producto que nos parece tan familiar que a veces no nos preguntamos de dónde viene.

 

El vino es una bebida alcohólica procedente de la fermentación del jugo de la uva, la cual se produce gracias a la acción de las levaduras presentes en el hollejo de las uvas. Las propiedades de color, aroma y sabor del vino son las que dan origen a un producto único. Sin embargo, el vino tinto es mucho más, es el producto que se obtiene tras el arduo trabajo de muchas personas, iniciando con el cultivo y recolección de la uva, para finalizar con el embotellado que es la última fase del proceso de elaboración del vino. Algunas de estas botellas saldrán a la venta inmediatamente, mientras que otras, como los vinos de crianza, reserva y gran reserva, deberán permanecer en reposo durante un tiempo determinado antes de poder comercializarse.

 

La linda historia detrás del vino Agustina

 

Detrás de una copa de vino hay mucho más que uvas

En una visita a Guanajuato tuve el gusto de coincidir y entrevistar a la Sommelier Indra Laporta, que hoy es una de las mujeres que con paso firme se va abriendo camino en el mundo de la Sommeleria dentro del Bajío. Indra nació un martes 18 de octubre en la Ciudad de México. Estudió el diplomado de Sommelier en la ONSOM en San Miguel de Allende, y lo concluyó en Guadalajara, Jalisco. Ha participado en Catas y Cenas Maridaje en: Querétaro, Aguascalientes, San Luis Potosí, León, Morelia, y Ciudad de México. Además, ha participado como juez calificador en la cata a ciegas de puntuación más importante de vino mexicano, la Guía Top 99 Vinos Mexicanos del 2022 y 2023 por la Revista CAVA. Apasionada por su profesión, ama compartir un buen vino, ya que está convencida que cuando compartes un vino, este sabe mejor. Su recomendación es que permitamos que el vino se vaya expresando poco a poco en nuestra copa, que lo dejemos despertar y platicar.

 

Detrás de cada botella de vino siempre hay una historia que merece ser contada

 

 

La linda historia detrás del vino Agustina

 

La historia del vino Agustina

‘No hay coincidencias’, nos dice la Sommelier Indra Laporta, ella estaba buscando un vino, pero no sabía qué era lo que buscaba realmente, si una línea de vinos o un solo vino, casualmente una amiga le da a probar un vino, y exclamó, «¡Este es mi vino! Es increíble, me gusta, se me hace un vino que tiene todas las características que yo estoy buscando para hacer mi primera etiqueta», nos comenta Indra. Luego tendría que buscar el nombre para el vino, y se preguntaba ella misma ¿Sirena? ya hay Sirenas, ¿Valquiria? también hay. Un cliente le dijo ¿Por qué no le pones Indra? Y le respondió, «Ay no, demasiada vanidad», además se puso a buscar y ya hay un vino llamado Indra. Entonces recordó que a su mamá le decían siempre Aurora, cuando nació le pusieron Agustina, pero a su abuelita no le gustaba ese nombre, y ella le decía Aurora. Todos la conocían como Aurora, hasta firmaba como Aurora G. de la Porta. Indra le decía, “Mami. Híjole, nada más porque sé que eres mi mamá, porque prácticamente no existes, lo bueno que en mi acta de nacimiento si pusiste tu nombre como es”. Entonces Indra exclamó, «¡Pues Agustina! es muy bonito su nombre», no sé cómo nunca le dijeron «Agustina» a mi mamá. Yo soy Aurora nos dice Indra, porque así le decían a mi mamá, pero yo debería de haber sido Agustina, y me pusieron Indra Aurora. De ahí es donde surgió el nombre de Agustina para el vino, y la idea de hacer un homenaje a su linaje femenino. Indra nos dice que casi siempre hablan del papá, del abuelo, pero la abuela, la mamá, que nos van dando tantas enseñanzas, nuestros genes como mujeres son los que más reinan dentro de nosotras, en ese momento es cuando ella dice Agustina, ahí comienza la historia de su línea, su linaje, que empieza con Agustina por ser su madre, luego va a continuar otro vino de su abuela, una mujer muy intrépida, hija de un asturiano que tenía hoteles en Veracruz, el bisabuelo de Indra enviudó prematuramente porque su bisabuela al dar a luz en postparto fallece, entonces a su abuelita le quedó toda la carga de sus hermanitos, además un papá muy estricto, que la desheredó, porque ella se casó con quien él no quería, pero esa es otra historia nos dice Indra, ese vino está todavía por venir y es un vino que va tener que ser demasiado potente, porque su abuelita se reveló a las normas, a todo, ese vino se llamará Brígida.

 

Posteriormente Indra quiere recordar a su bisabuela que falleció en el postparto, que no sabe cómo era, ese vino se llamará Felicitas, como ella, y al final pues la heredera de todo esto, Camila, su nieta.

 

Luego viene la etiqueta que es una muñequita de trapo sentada en una silla de madera con bejuco, todo surgió porque Indra se ponía a dibujar acuarelas, se las enviaba a su hija y le preguntaba ‘¿Qué te parece para mi etiqueta?’ Y le contestaba, ‘no mami, tú das más’, eran muchos desvelos e insomnios por la etiqueta y se decía a ella misma ¿Cómo va a ser mi etiqueta? ¿Cómo puede ser la etiqueta de Agustina? Tiene que reflejar muchas cosas, y como dice Indra, no hay casualidades. Estaba Indra en un restaurante con una amiga italiana, en Dolores, Guanajuato, en ese momento se acerca una amistad y le dice, ‘Vine con unas personas que están de visita, vengan con nosotros’, su amiga le dijo vamos a acercarnos, Indra se sentó junto al esposo de la invitada, en eso se le salió decir, ¡yo tengo sueño porque no he podido dormir! y le preguntan ¿Por qué no has podido dormir? y les contesta, porque tengo un vino y estoy pensando en la etiqueta, y no doy con ella, entonces le preguntan, «cuéntame quienes son el target, ¿Quiénes son esas personas a quien va dirigido tu vino?»  La respuesta inmediata fue: “Son personas bohemias, un hombre bohemio de unos 45, 58 años más o menos, que le gusta la trova, y la mujer trae un vestido de flores rosas, como tirando a magenta, cabello largo, en eso le preguntan «¿Qué te despierta Agustina? ¿Qué sentimientos vienen a ti?» Indra les contesta, “Añoranza”, y le contestan, «¡Muy bien! Cierra tus ojos y me vas a decir lo primero que vez cuando pienses en Agustina», Indra cerró sus ojos y empezó a reír, dijo “¡No! Cuando te diga vas a decir esta mujer está loca”, insisten con el tema «¿En qué pensaste?», sin dudar y firme dijo: “En una muñeca de trapo”. «Bueno, a esa muñeca de trapo le vas a poner el vestido de tu target mujer, tu target hombre se va a convertir en una silla de madera con bejuco, y ahí vas a sentar a tu muñeca, y así quedo su etiqueta», cuando Indra se la mostró a su hija que es mercadóloga, dijo, «Mami ¡es perfecta!, ahora sí, esta es tú etiqueta». Así nació la etiqueta, y así nació el nombre.

 

La uva del vino Agustina es 100% Marselan del Valle de la Grulla; la cepa Marselan es una variedad de uva tinta híbrida, resultado del cruce entre la uva Cabernet Sauvignon y la uva Grenache. Esta cepa fue desarrollada en el sur de Francia en la década de 1960 por el enólogo Paul Truel.

 

Indra enfatiza “¡Está increíble el vino! Es un vino muy bien hecho, del Valle de la Grulla, me lo está produciendo MD Vinos, una vinícola con unos campos preciosos, unos viñedos increíbles, muy bien cuidados y están poniéndole mucho cariño y se refleja en el vino”. Hay un detalle, comenta Indra, mi Marcelan es con “c”, y el Marselan de Francia es con “s”, pero la siguiente etiqueta veremos si le cambiamos, porque las casualidades no existen y por algo me salió con c, nos dice sonriendo la Sommelier Indra Laporta.

 

¡Feliz Año Nuevo 2024! Que el Año Nuevo sea como un lienzo en blanco en el que podamos escribir con felicidad nuestro paso por la vida.

 

Sommelier Especialista en Vinos

Josefina Fernández Cueto

CULTURA

Núm. 300 – Noviembre 2024