Revista Personae

SIMULACROS Y REALIDADES

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A principios del mes de agosto pasado, el gobierno de Japón emitió una alerta de un posible gran terremoto. No era como la alerta que conocemos en México, que nos da unos segundos anticipando la llegada de un sismo importante. La alerta de  Japón era un mensaje indicando la alta posibilidad de la ocurrencia de un sismo cercano o mayor a magnitud 8. La alerta, fue emitida por la Agencia Meteorológica Japonesa (JMA), después de que ocurriera un sismo de M7.1, en el suroeste de Japón, que provocó un alertamiento por tsunami. El alertamiento de la JMA por un posible gran sismo, primero en su tipo, causó preocupación y ansiedad entre la población que realizó compras de pánico, e inclusive el primer ministro de Japón Fumio Kishida, canceló un viaje al Asia central, que ya estaba planeado, para atender el evento sísmico en caso de que ocurriera. El sismo pronosticado no ocurrió y la alerta se canceló tres días después. La zona de Nankai, en donde se esperaba el gran sismo, fue el epicentro de un sismo en el año 1707, con el segundo tsunami mas grande ocurrido en Japón, después del de marzo de 2011. El gobierno de Japón estima que hay de un 70% a un 80% de probabilidades de que un gran sismo entre M8 y M9, ocurra en los próximos 30 años, el cual en su peor escenario podría provocar la muerte de más de 300 mil personas y un daño económico por billones de dólares. ¿Actuó bien el gobierno Japonés al emitir un alertamiento?

 

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Mensaje enviado a los celulares, como parte del simulacro del 19 de septiembre de 2024.

 

Hemos comentado varias veces que México es un país sísmicamente activo, en donde han ocurrido 80 sismos mayores de M7 desde el año 1900, lo que se traduce en  promedio, a un sismo cada año y medio. Durante el período de septiembre del 2018 a septiembre del 2024, han ocurrido tres sismos con magnitud mayor a 7, uno el 23 de junio del 2020 en Oaxaca (M7.5), el 7 de septiembre de 2021 cerca de Acapulco (M7.1), y el 19 de septiembre de 2022 en la costa de Michoacán (M7.7). ¿Ocurrirán sismos mayores a M7 durante el gobierno que inicia este mes? Sí, lo más probable es que sí ocurran, como ha sucedido desde el tiempo de Porfirio Díaz, con excepción del gobierno de Pedro Lascuráin Parédes, que duró sólo 45 minutos. En estos 124 años a los presidentes Pascual Ortíz Rubio (1930-1932) y a Enrique Peña Nieto (2012-2018), les tocaron sismos de magnitud M8.2, los mayores registrados instrumentalmente en México. A los demás presidentes les han tocado al menos un sismo cercano a M7. Queda claro que no importa qué gobierno tengamos, la Tierra seguirá produciendo sismos, sólo importa las medidas de carácter preventivo que pongamos en marcha, para mitigar el impacto sísmico.

En Estados Unidos, recientemente, sobretodo en la parte del Pacífico en los estados de California, Oregon y Washington, tienen el sistema ShakeAlert, basado en una red de 1675 sensores sísmicos, que transmite un alertamiento sísmico a celulares con el servicio Android.

Para el resto del país, este mismo sistema Android utiliza los celulares para detectar sismos y reportarlos a ShakeAlert para analizar su ubicación y magnitud. Aquí aplican el “crowdsourcing” que consiste en usar los sensores acelerométricos de muchos celulares, para identificar eventos sísmicos.

 

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México cuenta con un sistema de Alerta Sísmica.

 

México cuenta ya desde hace más de 20 años con un Sistema de Alerta Sísmica temprano, que nos indica que ya ha ocurrido un sismo y que en unos cuantos segundos llegará, moviendo el suelo y las edificaciones. En estos años nos hemos adaptado al sonido peculiar de la Alerta Sísmica. Recientemente, el 2 de agosto a las 12:40, tuvimos una Alerta Símica, pero sin sismo. En el lugar en el que me encontraba, una tienda de autoservicio, la reacción de las personas fue inmediata, sin pánico y muy buena. Para el simulacro del día 19 de septiembre, cuya hipótesis era un sismo cerca de Acapulco de M7.5, parecido al sismo del Ángel de 1957, además de la alerta por bocinas, se añadió la notificación através de celulares. Un tema que se había estado evaluando por muchos años, y el cual es un gran reto, por tener que enviar mensajes de forma masiva a cientos de miles o millones de celulares. Era la primera vez que se intentaba y que no dependía del proveedor de telefonía celular. En mi caso, al igual que otros colegas, no lo recibimos a las 11:00, que era la hora del simulacro. Algunos eventualmente recibieron el mensaje de notificación, tiempo después. Hay que mejorar este tipo de notificaciones vía celular, que considere todos los tipos de equipos y plataformas, para que el mensaje llegue a todos, de forma expedita, y con un sonido claro y fuerte. Sería adecuado el realizar una encuesta masiva para conocer si recibimos el alertamiento por celular, donde nos ubicábamos, y qué tipo de equipo usábamos. Esto, para ayudar a que el sistema sea mejorado y que opere correctamente, en un próximo simulacro o en la ocurrencia de un sismo importante.

 

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Mensaje enviado a los celulares, como parte del simulacro del 19 de septiembre de 2024.

 

La tecnología va avanzando en el aspecto sismico, más sensores sísmicos, mejor calidad de datos y ahora empezando a usar la Inteligencia Artificial, para evalauar patrones sísmicos que nos ayuden a establecer potenciales zonas de sismos grandes. Pero, es necesario que nos familiaricemos con las alertas sísmicas de una forma seria y preparada, que las tomemos con la importancia requerida y que tengamos protocolos sobre qué hacer en caso de que tiemble o de que suene la alerta sísmica. Es importante apoyar al gobierno, indicándole si se escuchan las bocinas, o si funcionan los mensajes de alertamiento por celular, para que el sistema esté a punto. También es importante conocer si nuestras estructuras son vulnerables, cuando se construyeron y cuál ha sido su mantenimiento. No nos pongamos nerviosos ni difundamos rumores, mejor preparémonos, tengamos un plan familiar para actuar en un sismo, una mochila de emergencia, definido el punto de reunión y marcar en nuestras casas las zonas seguras. También tenemos un Atlas Nacional de Riesgos (atlasnacionalderiesgos.gob), accesible a todo el público, que nos puede indicar en que zona sísmica vivimos.

Japón, los estados de la costa oeste de Estados Unidos y varios estados en México, tenemos una alerta sísmica, pero la preparación y prevención ante los fenómenos sísmicos es diferente y depende de la aceptación de la ocurrencia de los sísmos, y de las medidas preventivas estructurales y sociales tomadas como familia, como sociedad y en conjunto con los gobiernos. Tenemos un nuevo gobierno, retomemos la capacidad preventiva ante fenómenos de origen natural.

Carlos Miguel Valdés González

POLÍTICA

Núm. 298 – Septiembre 2024