OKSANA DRAMARÉTSKA
Ucrania no cederá ni un centímetro de su territorio soberano
- EMBAJADORA
- Patricio Cortés
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La invasión a Ucrania por parte del ejército ruso está cumpliendo tres años, por ello buscamos una entrevista con Oksana Dramarétska, Embajadora Extraordinaria y Plenipotenciaria de Ucrania en México, para que nos ponga al tanto del status del conflicto.
¿Podría actualizarnos del estatus de la guerra?
Han pasado 3 años desde que la Federación Rusa lanzó su invasión militar a gran escala ilegal, no provocada e injustificada de Ucrania el 24 de febrero de 2022, que se convirtió en la expansión de la agresión armada de la Federación Rusa que ha estado en curso desde el 19 de febrero de 2014. En 2022, Ucrania liberó el 40% de su territorio ocupado en forma temporal por Rusia desde el 24 de febrero de 2022 y, en total, el 28% del territorio ucraniano ocupado temporalmente por Rusia desde 2014. En 2023, Ucrania detuvo el dominio total de Rusia en el Mar Negro. En 2024, Ucrania trasladó la guerra al territorio del enemigo lanzando la operación Kursk. El final de 2024 estuvo marcado por dos importantes movimientos de escalada realizados por Rusia: uno, la participación de las tropas norcoreanas en la guerra, que llevó a la internacionalización de la guerra y su expansión más allá de las fronteras de los dos Estados, y, dos, el primer precedente del uso de un misil balístico de alcance intermedio contra Ucrania, cuando el 21 de noviembre de 2024 Rusia lanzó este tipo de misil contra la ciudad de Dnipro.
La situación en el frente sigue siendo extremadamente difícil. En el territorio de nuestro Estado hay unos 608 mil soldados rusos, tres veces más que el número de soldados que lucharon contra nosotros a principios de 2022. Dado que las fuerzas de defensa de Ucrania defienden todo el país, el enemigo tiene una superioridad numérica en algunas partes del frente. Las fuerzas de defensa de Ucrania retienen con éxito al enemigo y le infligen pérdidas significativas, manteniendo el control sobre posiciones claves. Las pérdidas del enemigo en la guerra son significativamente mayores que las de Ucrania. En 2024, Rusia perdió más tropas que durante los dos años anteriores de su guerra de agresión. Las pérdidas totales del enemigo ascendieron a más de 434 mil efectivos, incluidos aproximadamente 150 mil muertos. Según el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania, cuando comenzó la agresión armada a gran escala, Rusia sufrió pérdidas irreparables por valor de 831 mil 620 soldados. Hasta ahora, Rusia perdió aproximadamente nueve mil 871 tanques, 22mil 339 sistemas de artillería, tres mil 053 misiles, 369 aviones y 331 helicópteros, mil 263 lanzacohetes múltiples, 20 mil 561 vehículos blindados de transporte de tropas, mil 050 sistemas de guerra antiaérea, 28 buques de guerra, un submarino y 23 mil 327 vehículos aéreos no tripulados de nivel táctico.
Rusia sigue intimidando y aterrorizando a los civiles ucranianos atacando la infraestructura crítica y las zonas residenciales con misiles, lanzacohetes múltiples, bombas aéreas guiadas y drones de ataque, lo que ha provocado importantes víctimas y destrucción. Durante la invasión a gran escala, los rusos lanzaron más de tres mil misiles S-300 contra el territorio de Ucrania. Cada mes, los ocupantes lanzan 4 mil bombas aéreas guiadas. Entre tres mil 200 y tres mil 500 bombas aéreas guiadas se lanzan exclusivamente contra la población civil y la infraestructura de Ucrania. Los drones enemigos, también, apuntan principalmente a la infraestructura civil y crítica de Ucrania. Estas estadísticas confirman el carácter terrorista de la guerra de Putin: las tropas rusas atacan predominantemente objetivos civiles, aplicando tácticas para destruir o expulsar a la población civil de su territorio. Según ACNUR-Ucrania, en 2024, las víctimas civiles causadas por bombas aéreas guiadas se triplicaron en muertos y seis veces en heridos en comparación con 2023. Rusia debe ser llevada ante la justicia por las infraestructuras civiles dañadas o destruidas en Ucrania. Su número, según los registros de las autoridades ucranianas, ha superado los 203 mil (203 mil 011 instalaciones, incluidos 162 mil 656 edificios residenciales, tres mil 829 instituciones educativas y 930 instituciones médicas, 652 edificios culturales y 207 edificios religiosos, y ocho mil 476 redes de agua y electricidad). Más de 200 escuelas fueron destruidas y más de mil 600 escuelas dañadas. Mil 938 instalaciones médicas fueron dañadas y 300 fueron completamente destruidas por Rusia. Su ejército intenta destruir no sólo nuestros hospitales, sino también ambulancias y farmacias, roba equipos y medicamentos y mata a nuestros médicos. Las pérdidas totales del sector médico a causa de la guerra ascienden a, al menos, 17.8 mil millones de dólares.
¿Qué hace falta para conseguir la paz?
En primer lugar, hay que entender que Putin no quiere poner fin a la guerra. No ha logrado sus objetivos. Para él, el objetivo principal es destruir la independencia de Ucrania. El presupuesto de guerra de Rusia para 2025 es un 25% mayor que el del año pasado. Rusia sigue acumulando tropas y aumentando su producción militar.
Hoy en día, pienso que nadie cree que Putin detendrá voluntariamente su agresión armada contra Ucrania. Por lo tanto, la pregunta debe ser cómo obligar a Putin a poner fin a la guerra. Ucrania, por su parte, habla de una paz justa y duradera, una paz que permita a nuestro pueblo construir tranquilamente su futuro en su propio país y no mirar atrás para ver lo que Rusia está planeando contra nosotros. Por eso, estamos hablando de obligar a Rusia a poner fin a la guerra, de obligarla a hacer la paz. Cualquier plan para obligar a Rusia a detener su agresión y aceptar una paz justa debe incluir medidas serias para aumentar el costo de la guerra para Moscú. Hay dos conjuntos principales de medidas: económicas y militares, sólo funcionarán en combinación y deberán aplicarse con la máxima determinación.
La máxima presión económica y militar incluye duras sanciones contra Rusia, el uso pleno de los activos rusos congelados para apoyar a Ucrania y la provisión oportuna de asistencia militar específica a Ucrania en cantidades suficientes para permitir que nuestros soldados realicen operaciones militares con éxito.
¿Hasta dónde está dispuesta Ucrania en ceder para obtener la paz?
La respuesta es muy sencilla: Ucrania no cederá ni un centímetro de su territorio soberano. Ninguna anexión o toma armada por parte de Rusia del territorio de un Estado soberano será reconocida no sólo por Ucrania, sino también por la comunidad internacional. Después de todo, estamos hablando de los principios básicos del derecho internacional. Creo que, para México, como para otros países del mundo, este tema también es de fundamental importancia.
¿Consideran que han recibido el apoyo suficiente?
Estamos muy agradecidos a todos nuestros socios por el apoyo militar, financiero, político-diplomático y humanitario que nos han brindado. Esto nos ayudó a sobrevivir durante los tres años de la guerra de agresión de Putin contra Ucrania. ¿Hemos recibido lo suficiente? La respuesta es no, estamos pidiendo más apoyo y ayuda. Es lamentable que algunos países del mundo sólo hayan expresado su preocupación por la agresión rusa contra Ucrania. Quiero subrayar que no se trata sólo de Ucrania, se trata de la violación por parte de Rusia de los principios básicos sobre los que, hasta hace poco, se construían las relaciones entre los estados. Tolerar al agresor, hacer la vista gorda, encubrirlo con declaraciones de que hay que ser amigo de todos, significa apoyar al agresor, es decir, ser de hecho cómplice de los crímenes cometidos por éste.
Se habla de niños secuestrados por las fuerzas rusas, ¿hay algún plan para recuperarlos?
En primer lugar, quiero recordarles que, en marzo de 2023, la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra Putin por la deportación ilegal de niños ucranianos y su traslado a Rusia desde territorios ucranianos ocupados temporalmente por el ejército ruso.
En su declaración, el fiscal de CPI Karim Khan aclara que «en el momento de estas deportaciones, los niños ucranianos estaban bajo la protección de la Cuarta Convención de Ginebra». Se llama «Sobre la protección de la población civil en tiempo de guerra» y prohíbe explícitamente el traslado o la deportación forzosa de civiles del territorio de un Estado ocupado. El secuestro de niños ucranianos es genocidio. Me gustaría recordarles que el crimen del secuestro de niños polacos por parte de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial fue uno de los primeros que se consideraron en los Juicios de Núremberg. El año pasado, Ucrania, junto con varios socios internacionales, creó la Coalición Internacional para el Retorno de los Niños Ucranianos Secuestrados por Rusia. Se trata de un proceso complejo, pero en este ámbito se trabaja de forma sistemática. Hacemos un llamamiento a todos los países para quienes las normas del derecho internacional no son líneas sin sentido escritas en el papel: ayúdennos a recuperar a nuestros hijos, únanse a la Coalición Internacional, unamos fuerzas y mostremos a los criminales que juntos podemos enfrentar sus acciones, no sólo condenarlas.
Uno de los argumentos de Rusia es la violación a los derechos humanos de la población de origen ruso en Ucrania ¿qué nos puede decir al respecto?
Putin utiliza todo el arsenal para la desinformación y su propaganda. Estudió a fondo los libros de Hitler, en particular sus enseñanzas sobre la «gran mentira». La “gran mentira” es una técnica propagandística diseñada por Hitler. Se trata de una mentira tan colosal que nadie se atrevería a cuestionarla, porque al hacerlo distorsionaría la verdad de manera demasiado infame. Putin dio muchas razones para justificar su invasión a Ucrania. Habló de las amenazas de la OTAN, que supuestamente podría atacar a Rusia desde el territorio de Ucrania, de la protección de los rusos que sufren a manos de los ucranianos y de que Rusia sólo quiere recuperar algunos de sus territorios «legítimos e históricos». Todo esto es mentira. La única razón por la que Putin atacó a Ucrania fue para asegurar su permanencia en el poder en Rusia. Una Ucrania exitosa, independiente y democrática en las fronteras con Rusia, a la que ha subyugado completamente a su régimen autoritario, es una amenaza. Una amenaza para él personalmente. No hay que pensar que le importa algún tipo de grandeza de Rusia o el desarrollo de los rusos, le importa exclusivamente él mismo y cómo consolidar su posición en el trono.
¿Qué desafíos implica ser una embajadora en tiempos de guerra?
La guerra que Putin libra contra Ucrania es un desafío para cualquier ucraniano y no importa lo que haga este ucraniano, qué cargo ocupe o dónde viva; para todos nosotros esto es un desafío. Sí, tuve la difícil tarea de representar a mi país en México durante esta guerra. Este año marca el final de mi misión en vuestro hermoso país; pero lamento que México no sea un país que apoye activamente a Ucrania hoy. Los dirigentes de su Estado han condenado reiteradamente la agresión rusa, pero no han ido más allá, pues consideran que es mejor no intervenir y permanecer neutrales. Pienso que esta es la posición equivocada. Las acciones del agresor deben ser respondidas con decisión y claridad. Sólo de esta manera puede la comunidad internacional repeler a aquellos países que violan el derecho internacional. Espero que seamos testigos de acciones y pasos decisivos por parte de todos los países democráticos que quieren defender la democracia y la prosperidad en este mundo.