Revista Personae

ALBERTO GUERRA

Humanista

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En la vida hay seres mágicos y Alberto Guerra es uno de ellos. Inquieto, creativo, talentoso, que lleva el concepto de la belleza al alma sea a través de los lienzos, de la piel o al interior de las personas. La conversación fluye entorno a las criaturas fantásticas, pasando por el diseño de imagen, los jardines verticales, hasta llegar a la creación de un canal de YouTube…

 

“Ross, la vez anterior charlábamos acerca de la espiritualidad, y hoy siento que hay mucha gente que a nivel mundial está necesitada de escuchar un mensaje, una orientación a la situación que esté pasando, y creo, que yo puedo hacer algo y apoyar en algo y crear el canal para llegar a mucha gente”.

 

Alberto Guerra

 

“Estamos viviendo un mundo emocionalmente muy devastador, donde no encuentras el refugio con tus seres queridos, donde no encuentras el refugio con gente que se supone que es parte de tu círculo, pero al final no sabes con quién cuentas y la probabilidad de sentirte abandonado, dejado en un desierto, es muy alta… Mucha gente no sabe cómo batallar con su batalla porque se siente en una encrucijada de no poder avanzar o no saber cómo avanzar… Este tema salió porque me he encontrado con personas que fueron abandonadas y fallecieron en la calle o se suicidaron y todo porque su círculo más cercano no se dio cuenta. El ser humano vino a este mundo a ser feliz, a vivir en compañía, en unión, para amarse…”.

 

¿Y cómo se va a llamar el canal de YouTube?

Tentativamente “CONOCERME”.

 

Es una palabra fuerte, que para quien no ha trabajado sobre su interior pudiera darle miedo enfrentarse consigo mismo…

Yo no puedo pensar en eso, pero sí es una realidad: aceptarte, aceptar lo que descubras de ti como persona, como ser humano, porque puedes encontrar que tienes monstruitos, ositos, hadas, duendes, mosquitos que te van a susurrar algo y que tal vez no te va a gustar, pero te vas a dar cuenta de que están.

Al final del día se trata de construir, de construir el alma, el espíritu… Si te das cuenta, la gente camina como zombi por la calle, van como apagados, no tienen esa chispa que les encienda la luz de la vida, del cariño, del amor, la luz de lo correcto, de ser afables, de ser cordiales. Hoy por hoy vivimos una etapa donde el humanismo está a flor de piel, antes ni se tocaba, hoy ya se puede tocar porque encuentras gente rota, gente desquiciada, hoy la humanidad se toca y hay que ver a quien tocas y ver si necesita ayuda.

 

Y todo este tema del que hemos tocado, ¿Cómo lo comparas con el mundo del arte? ¿Cómo lo integras?

Esto lo comparo precisamente con la sensibilidad que ha tenido cada artista en su mundo, en su género, en su día a día de vivir. Por ejemplo, ahí tienes un Mozart loco, un Beethoven sordo, o sea, cada artista inmerso en su mundo, un mundo quizás en crisis, pero cuando han creado obra es porque han estado lúcidos para vivir la vida, ver la armonía de la vida, ver su belleza en su mayor esplendor, porque tenemos mundos y momentos difíciles, críticos, grises, oscuros, rojos, amarillos, dorados, en fin, pero cuando tú ves esa luz en tu día cuando amaneces, ves la luz que te despierta, que te ilumina, y agarras el pincel o la pluma, toda esa belleza que tienes por dentro -porque todos los seres humanos tenemos mucha belleza por dentro, mucho amor por dentro-, y la plasmas, en este caso hablando del artista, plasma todo eso que está emanando de adentro, lo conceptualiza en algo y realiza una bella obra, tal vez no para el gusto de todos, pero sí te puedo decir, que ese artista tomó su luz para poder expresarse.

 

Si conceptualizo lo que acabas de decir, me lleva a tus esculturas… pienso que existe la idea -es lo que somos-, pero cuando empezamos a trabajar, habrá cosas que nos duelan, ahí te veo con el cincel y el martillo, en el que hay que dar forma, que bien podrían ser las confrontaciones del ser humano consigo mismo, y cuando ya está trabajada llegas con la lija para pulir. En este proceso, habrá donde tenga que realizarse una intervención inmediata y en otras, tendrás que aplicar más tiempo, más calor, más frío… Alberto la vida te ha llevado no solo a esculpir obra, te está llevando a esculpir almas.

“…al esculpir, el escultor está creando con las manos, es parte del trabajo, que, a la vez, viene acompañado con el amor y que el público puede admirar, la gente puede ‘llevarlo’ a su mundo, cada uno lo hace suyo acorde a sus experiencias, la obra se adecua a la persona solo por el hecho de hacerla suya, de sentirla”.

 

Alberto Guerra

 

Alberto, cuéntame cómo llega el arte a tu vida.

Cuando yo era niño me pasaba las tardes con mi abuela María, y mientras ella se sentaba a tejer y a bordar, a mí me compraba plastilina para mantenerme entretenido -yo hacía figuras-.

Además del antecomedor que era el que se usaba para los desayunos y las comidas familiares, teníamos en la casa un comedor enorme -como para 12 personas-, el cual yo ocupaba toda la mesa con mis figuras; con mis obras hacia escenarios, que conllevaba poner muchas cosas que iba yo encontrando. Tendría entonces como 7 años. Yo armaba escenarios fantásticos, las figuras podrían ser como de 8 cm y le ponía ojos de colores a los personajes, boca, nariz…

 

“Estoy convencido que todo aquello que disfrutaste de pequeño, en la vida puedes suplir cualquier cosa, pero esos momentos felices de la infancia no son sustituibles, para mí era un mundo mitológico, tan mágico que, aunque no haya existido… dentro de los escenarios recreaba el fondo del mar con sus arrecifes, con plantas, con sus tesoros, era un mundo fantasioso y muy bello”.

 

“¿Sabes en qué momento sufría? Cuando me decían que iban a ir los tíos a comer, porque entonces llegaba mi papá o mi abuela y me decían «Hijito ¡levanta todo!», ¡Madre mía! Tenía que quitar todo mi mundo, mi escenario y déjame decirte que me respetaba mucho mi papá y en general la familia porque nadie tocaba el comedor grande mientras estuviera todo ese escenario puesto”.

 

En la prepa tomó clases de pintura con el maestro Leonardo, y recuerda que en el primer día él le pidió -para sus primeros trazos- pintar a un niño en lugar de una manzana, y el cuadro se expuso posteriormente en el Parque España y en el Centro Libanés. “Afortunadamente gustaba mi obra y la compraban y así inicié en el mundo laboral. Hoy por hoy sigo pintando, sigo esculpiendo, sigo tomando clases, estoy en un taller de Figura Humana en la UNAM, exponemos obra al desnudo y esa es la temática que se sigue en ese taller”.

 

“Un detalle importante, para cuando yo voy con Leonardo, yo ya había tenido la experiencia de maquillar para compañías como Chanel, Christian Dior, Estée Lauder México, había ‘El Festival de Belleza’ organizado por Palacio de Hierro, entonces estas compañías traían a maquillistas internacionales -Japón, Francia, Alemania, Brasil-, era un festival impresionantemente bello con artistas de la belleza, y esta actividad fue medular, entonces, cuando llego con Leonardo, después de haber conocido el color en el rostro de las personas y lo empiezo a plasmar sobre la pintura”.

 

Alberto Guerra

 

Posteriormente te dedicas a crear la imagen de las mujeres, esto incluía maquillaje, arreglo personal, ver qué vestuarios se iban a poner, los coordinados, etc. A la par conoces al director de una fábrica de ropa español, así como un diseñador de ropa -amigo de su mamá-, que te da oportunidad de asistir a su taller y ver cómo hilvanaban, cómo hacían los dobladillos, cómo quedaba ya la prenda terminada y perfecta… “Todo esto que te estoy comentando fue para abastecer de conocimientos que a lo mejor para el resto de la gente no le encontraba un sentido práctico en su vida sentarse tres horas ahí o en el maquillaje, o en alta peluquería… Esto fue haciéndome un conocedor de todas estas áreas hasta el punto de poner un negocio y en ese momento pretendo poner una agencia de modelos, donde contrato a gente que daba cursos de modelaje para Miss México, creo así mi agencia de modelos donde integro todo esto en la concepción de lo que puede ser una persona expresándose. En la actualidad también doy talleres de imagen que comprende rostro, cabello, maquillaje, vestuario y porte, para que saques lo mejor de ti, para cuando salgas de tu casa, salgas con todas las armas para lo que se te presente”.

 

Alberto Guerra

 

Alberto si englobo todo lo que hemos platicado, no solo lo llevas al lienzo, también lo llevas al alma: Eso que acabas de decir es muy bonito… Efectivamente es un tejido hermoso donde los tejidos terminan siendo un tejido de apreciación que puede ser muy bello, porque al final de cuentas, el mismo tejido te hace ya una belleza.

 

¿Cuál de las obras que has hecho, sería con la que más te identificas?

Tengo una que fue en mis inicios, se trata de 2 niños desnudos, que van en la penumbra de la noche detrás de una mariposa y lo único que los alumbra es el reflejo de la Luna a través de los árboles. Los niños van desnudos, un niño es blanquito y otro morenito, pero van velados con un velo muy transparente. Yo hice la copia, tiene dos títulos: “Los niños tras la mariposa” o “Jesús y Moisés”. Los 2 niños son hermosos, en sus cuerpecitos se notan los tonos…

 

Para ti, ¿qué significado tiene la mariposa?

La mariposa, un concepto para mí, pudiera ser un espíritu de algo. Es un ser efímero que si lo puedes tocar lo tocas, que si lo ves, lo ves y al rato ya no, entonces su belleza es tan efímera que a tus ojos puede darte una maravilla de vida, porque finalmente es una creación de la vida y es una belleza creada donde lo puedes apreciar y degustar en el sentido de que digas «esto existe en este planeta» … Hay gente que ve una mariposa y no la ve.

 

Al inicio mencionaste que la gente anda como zombi porque se pierde cosas lindas que la vida nos ofrece como la oportunidad de admirar una mariposa, el paisaje mismo, porque no permite que su alma se llene de cosas hermosas, y esto me lleva a las personas que tienen alguna discapacidad visual y las esculturas ayudan mucho.

¡Claro! La gente camina en este planeta y en esta vida y en esta urbe sin ver nada a nuestro entorno, solo con el objetivo de lo que tiene que hacer o a donde tienen que llegar… Esos trayectos que podrían ser para admirar algo, con lo que te puedas cruzar, como un árbol, una rama, como el pasto. Antier veía la luna, era una luna naranja-amarillenta, con una emanación de belleza, de poderío, que en muchas ocasiones paisajes como estos nos pueden nutrir el alma, pero si no logramos verla, nos quedamos vacíos, esas fibras no se mueven, y son las que nos hacen vivir y, por tanto, debemos de moverlas.

 

¿Alberto Platícame un poco más de tu obra, ¿Cómo la vas concibiendo?

Fíjate que la obra se va esculpiendo en tu ser, porque de nuestro ser todo lo que queremos expresar a través de una obra pictórica o una obra escultórica, entonces todo empieza a trabajarse desde adentro de uno mismo, y cuando en un momento empiezas a trabajar, a sentir, a emocionarte es cuando empiezas a dar las pinceladas, a empezar a manifestarte, en las pinceladas, en los trazos, en la belleza de lo que estás creando, una para ti porque es tu proceso de que quieres plasmar algo, de lo que sientes y después es cuando lo ves ya trazado, ya terminado para exponerlo y darlo a conocer a otras personas para que lo aprecien y admiren la obra como tal. Te voy a decir algo, no es apreciar la obra como tal, es apreciar la sensibilidad del artista. La obra pictórica o escultórica emana la sensibilidad del artista para que tú también la disfrutes y todo esto empieza desde dentro del artista, se empieza a fraguar algo que tus manos, que tu mente, que tus ojos quieren plasmar, para que, después de estar plasmado, en primer lugar, lo admires tú como autor y en segundo lugar, ya lo das a conocer.

 

¿Qué figura fue la primera que plasmaste en escultura?

Fue un caballo. Los caballos me fascinan. Es un animal cuya estructura es de fuerza y de poder.  Si has apreciado un poco a los caballos, las venas se les saltan por esa estructura muscular de fuerza, ¡es increíble!

 

Para despedirnos, señalas que también te encantan las grullas, “precisamente hay un cuadro de éstas que pinté en especial, se trata de una danza de amor, de cortejo, son elegantes, exóticas. También he pintado mandriles, iguanas, mucha naturaleza, está pendiente una exposición en la UNAM sobre cuerpo humano que será interactiva”, y hay una más cuyo tema debemos conservar en secreto, pero que estaremos al pendiente para cuando sea exhibida, tan solo puedo decir que se trata de una serie de 13 piezas esculpidas.

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