Revista Personae

DANIEL KENT

Sin juicios ni censuras

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LA PINTURA ES EL ARTE EN PALABRAS MAYORES

Hablar de Daniel Kent es hablar de uno de los grandes referentes de la plástica mexicana. Tapatío, autodidacta, con una vasta trayectoria en el plano de las artes de poco más de medio siglo. Es dibujante, grabador, escultor y pintor en técnicas diversas. Ha publicado distintos libros con distinguidos poetas y escritores, así también, presentado exposiciones diversas en México y el extranjero, individuales y colectivas.

 

Daniel Kent

 

La cita para nuestro encuentro fue en su estudio, que es todo un cosmos de creatividad, es el espacio donde ocurre toda la magia. Este se divide en dos pisos, uno es un recinto envuelto de paz y armonía, su casa, en tanto que el segundo piso es su estudio, un universo que se expande entre aromas y pinceles, entre esculturas, pinturas y locuras, entre bocetos e historias que se encuentra a merced y capricho del artista.

Conocíamos muy bien al maestro Kent por su basta trayectoria, así que cuando nos vimos, fue como si ya nos conociéramos, nos sentimos en familia y charlar con él, fue un gran goce, a lo que sumo su serenidad y calidez. 

 

Daniel Kent

 
Daniel, ¿Cómo se llega hasta aquí, con más de cincuenta años de trayectoria y ser uno de los artistas consagrados de México?

¡Fue totalmente natural! Un deseo interno por hacer lo que he hecho toda la vida, entonces no me lo cuestiono. Me he mantenido ahí porque es lo que me apasiona, es en lo que creo y eso me ha dado fuerzas para emprender todos estos años haciendo lo que hago, que es lo que me satisface y me hace feliz.

 

Daniel Kent

 
¿Cómo fueron tus inicios en el mundo del arte?

Desde muy pequeño me daba por expresarme con el dibujo. Me considero autodidacta, mi paso por la academia de San Carlos de jovencito fue breve, no me sentí a gusto. Hice amistades con algunos amigos que ya estaban en el mundo de las artes y fue así como fui aprendiendo las técnicas paulatinamente. De hecho, las técnicas las aprendemos ejecutándolas: ¿cómo aprendes a dibujar? ¡Dibujando mucho! Y con la pintura por igual. Ingresé a la Escuela de Arquitectura. Hice un año de la carrera y dos años de diseño industrial, pero las dejé. En aquella época, me sentía comprometido con mi padre y cuando murió dije: “¡Se acabó el compromiso!”. Renté un estudio en Coyoacán y me dediqué a la plástica, tuve mi primera exposición, y eso me animó a hacer más. Me uní a otros grupos de artistas que en ese momento me retroalimentaron mucho, eran gente de teatro y músicos, sobre todo, hice mucho trabajo para ellos, vestuarios, carteles, ilustraciones para revistas y escenografías, y este tipo de actividades me dio fuerza para seguir trabajando y proponiendo mi trabajo personal, y además, venderlo. Hubo un momento en que renuncié voluntariamente, porque mi intención no era convertirme en ilustrador, me interesaba la pintura, el arte en palabras mayores.

 
Daniel, dedicarte de lleno a la pintura, era algo que tenías bastante firme, pero ¿Nunca lo dudaste?

¡No! ¡Nunca dudé! Ya andaba yo con la gran necesidad de experimentar, digo, como Dios me daba a entender. Comencé a probar técnicas diferentes. Entré con un artista, a un taller que daba la técnica de la témpera, fue lo que trabajaron los artistas en la Edad Media y el Renacimiento, y ¡la aprendí! Es una técnica muy rigurosa que luego dejé, precisamente por rigurosa, aunque reconozco tenía unos resultados maravillosos. En esa época hacía todo lo que me encargaban, como una marina, un bodegón, todo tipo de cosas.

 

Explorando su propio sentir

En ese tiempo empecé a explorar un poco más mi propio sentir de las cosas, me di cuenta del potencial de mi imaginación, realmente era un mundo que desconocía. Sabes que tienes la imaginación, pero no es que imagines algo y lo puedas trasladar al lienzo, sino que es algo que no sabes ni qué es.

 

Daniel Kent

 
¿Cómo es el proceso creativo de Daniel Kent?

Es un extracto para mí. Es decir, me pongo a trabajar, a manchar, y empiezan a surgir cosas interesantes y yo soy el primer sorprendido, ya que muchas veces llegan ciertos personajes, ciertas cosas que aparecen, que no son premeditadas. En aquella maraña, empiezan a aparecer, es una experiencia de alto conocimiento. Esto se logra cuando tienes la técnica dominada, tienes el oficio, y se da con naturalidad, porque ya dominas tus manos y se mueven con destreza.

 

Daniel, ¿Cuánto ha cambiado el proceso creativo de cuando iniciaste a la actualidad?

En un principio había muchas dudas. Mi juez interno era muy severo. Ahora, ¡no le hago caso! El juicio lo haces a un lado y no piensas en lo que vayan a pensar los demás, ni lo que vaya a pensar tu familia. Simplemente dejas a un lado la censura y haces lo tuyo de manera natural. Creo que ahí está el valor del arte y es una característica que solo el arte tiene. Esto me permitió comprender a muchos de los grandes artistas del pasado.

 

Daniel Kent

 

Hablando de grandes artistas, ¿quiénes fueron tus grandes maestros?

Cuando tuve la oportunidad de ir a Europa y enfrentarme a Rembrandt, a Tiziano y a todos esos pintores maravillosos, regresé deslumbrado. Me di cuenta, que me interesaba mucho lo figurativo, aunque también, las otras facetas que se han dado a lo largo del siglo XX y XXI, y que ya hemos llegado a todo… No sé qué más pueda pasar, a lo mejor la tecnología puede lograr darnos ciertas ideas novedosas, pero creo que todo lo que ha pasado en el siglo XX y XXI, han sido experiencias increíbles.

Hay un pintor que me gusta mucho, que es Zao Wou Ki que es un chino, amigo de Tamayo. Hay un cuadro importante en el Museo Tamayo de él. Este pintor me fascina y muchos otros, y creo que todos ellos me han influenciado. No me ha importado dejarme influenciar, porque he aprendido mucho, y como no tengo una formación académica como tal, he sido más autodidacta, observar a estos grandes pintores, me ha ofrecido muchas ventajas. Algunos he tenido la oportunidad de verlos trabajar y me deslumbraron. A José Luis Cuevas, por ejemplo y a Pancho Cuevas, alguna vez estuve en su casa, los vi trabajar y con eso me bastó, fue impresionante. Pero también he aprendido de artistas jóvenes.

 

¿Cómo lograr el sello personal?

Si copias, te estancas, te quedas ahí y no hay manera de que no aparezca tu huella, pero si percibes la esencia de esos artistas, y tu tienes la propia, entonces pasa por tu cedazo y finalmente sale tu obra con tu sello personal.

 

Daniel Kent

 
Daniel, ¿Cuáles han sido los obstáculos a los que te has enfrentado a lo largo de este camino?

Uno, la venta de obra. De muy jovencito entré a trabajar en la galería en México participando en varias exposiciones, en aquella época recibí la influencia del promotor, que veía que podían vender mi obra, pero quería que siguiera ciertos lineamientos que para mí fueron un obstáculo.

 
¿Cómo mantenerse fiel a uno mismo?

Cuando no estás trabajando con una base específica, por ejemplo, algunos artistas hiperrealistas tienen base fotográfica, y tienen ahí el contenido que lo trasladan a la tela con ligeras variantes. Ahí puede ser que te puedas mantener en lo que exige el comercio de tu trabajo, pero cuando es un sentimiento interno, aparece de todo y desde luego, hay una tendencia a cierta obra más favorable para coleccionistas y no tanto para el coleccionista especializado. Hay quien tajantemente dice: “¡Ese cuadro no podría ponerlo en mi casa!” Hay cierta censura hacia los desnudos, más cuando tienen niños. Pero mira, yo tengo cuatro hijas y las cuatro pasaron por el proceso y están muy sanas las cuatro.

 

Daniel Kent

 
¿Cuáles son las habilidades que has tenido Daniel, para permanecer 52 años de trayectoria?

Me he sumergido en mi trabajo, y si te mantienes en lo tuyo, forjas una especie de centro de poder, que te permite compartirlo y que los demás lo acepten. En mi caso, tengo un pequeño círculo de gente que le interesa mi trabajo, porque no soy muy decorativo, ni muy popular.

 

¿Cómo Daniel Kent define su estilo?

Desde luego es figurativo. Lo relaciono con los pintores simbolistas. Tiene mucho que ver con el surrealismo, aunque también con el realismo fantástico. Sé que hay un sello particular porque creo que se identifica mi trabajo, aunque he tratado de hacerlo variado. Sabes que te aburres cuando encuentras una fórmula para trabajar, entonces dices ‘ya caí en una fórmula’, voy a buscarle por otro lado. He probado muchas técnicas y muchos tipos de cosas donde predomina el dibujo. Algunas veces predomina la pintura con mucha textura, otras muy lisas y en todo tipo de materiales. Tengo murales y esculturas, todo eso me ha enriquecido, en el sentido de no tener, y de no entrar en estructuras muy precisas. Me gusta la imprecisión y me gusta saber que del caos surge la obra, entonces trato de hacerlo. Que no es difícil porque cuando eres niño pintas así.

 

Daniel Kent

 

Y el caos a estas alturas, ¿lo disfrutas?

¡Lo disfruto mucho! Me gusta perderme en el caos, porque sé que me va a llevar a algún lugar, me va a estructurar, me va a dar sentido como ser humano. Entonces, cuando sientes que la obra ya sé concreto, hay un gran gozo interno. Un respiro agradable.

 
¿Cuál es la misión de Daniel?

Yo siento que lo que hago en sí, es una misión, porque no puedo hacer otra cosa más que eso. Tú me quitas esto y no me interesa nada.

 

Daniel Kent

 

Políticas gubernamentales y el arte

Hay tantos artistas que están en el olvido y que habría que rescatar. Aquí en Jalisco, por ejemplo, el gobierno no se ha preocupado por estos temas. No tienes a dónde ir a ver sus cuadros, y en la actualidad poco caso se les hace y no hay promoción de parte del gobierno.

 

Tenemos tantos museos y lamentablemente nula promoción

Están poco explotados y descuidados, sobre todo, los que forman parte del proyecto cultural del gobierno. Hay toda una tarea ahí, para los que vengan en el futuro, vean lo conveniente que es promover el arte jalisciense.

 
¿Qué sería el arte para el ser humano?

Es un misterio que a poca gente le interesa abordar, normalmente lo misterioso da miedo, y creo que el arte también tiene un poco de eso. Yo creo que impone cierto respeto y poco interés, porque la vida práctica no tiene nada que ver con el arte. Normalmente andas distraído con un montón de cosas, de aquello que atiende tus cinco sentidos y al arte se le da poco valor.

Llama la atención, por ejemplo, que en general, en las casas de familias casi no hay libros de arte. El pretexto no es económico, porque hoy en día encuentras unos precios increíbles, más los niños y los adolescentes no reciben en su casa ese tipo de estímulos.

 

Daniel Kent

 
Muy cierto lo que mencionas que se ha perdido la sensibilización artística en casa. Daniel, hablando de libros, sabemos que eres un apasionado de la lectura ¿Tu libro favorito?

Tengo muchos: La montaña mágica de Thomas Mann, por ejemplo, es un libro que por alguna razón siempre he traído dándole vueltas. La Divina comedia, también porque tiene mucho que ver con lo que hago. Me he metido mucho también en estudios bíblicos. No desde el punto de vista religioso católico sino desde el punto de vista del misticismo, de los conocimientos cabalísticos. Son libros que me han nutrido mucho. Tengo un montón de grandes escritores y de filosofía. También tengo una hija filósofa que me ha acercado libros muy interesantes de filósofos que yo no conocía. La literatura en general me apasiona y la poesía también. Hice un libro recientemente con Avelino Sordo, La Flama en el espejo, es un libro que le dedicamos a Rubén Bonifaz Nuño, es un poema largo que me tomó prácticamente 25 años hacer los dibujos. No fue lo único que hice, pero los fui trabajando poco a poquito y cuando ya quedan completos.

Hubo dos ediciones. Una que hizo el Colegio Nacional, un libro chiquito, y este otro, nos invitaron al Colegio Nacional a presentarlo a Avelino Sordo y a Jorge Esquinca, que hizo el prólogo. Fue una aventura que me encantó trabajar a lo largo de tantos años.

 

Para terminar nuestra entrevista, nos comentabas, que estás apunto de develar una pieza escultórica aquí en Jalisco. Cuéntanos un poquito

¡Sí! Es un proyecto personal que empezamos hace mucho tiempo. Es un arco que mide cerca de 8 metros. Lo trabajé con Francisco Quiroz. Ahora estamos en la etapa de fundición en bronce y necesitamos conseguir financiamiento para hacerlo. Es un arco con un personaje en la parte más alta, un jorobadito con un péndulo, la idea es, que el péndulo pegué en el arco y se escuche como campana a una hora determinada. Estamos resolviendo ese aspecto técnico. En las columnas hay bestias y mujeres desnudas. Me di cuenta que tiene que ver con un libro de Francis Bacon que se llama Las bodas químicas, es un libro místico importante en temas esotéricos, y así le pusimos Las bodas químicas y estamos por presentarlo en Guadalajara, porque muy poquita gente lo conoce.

 

Daniel Kent

Actualmente tienes una exposición en Galería Vértice hasta el mes de diciembre, muy extensa, con más de noventa obras, muy a la par a la que presentase en el Museo de las Artes.

Si, así es, la nombramos “Eclécticos” porque hay de todas las técnicas y de todas las épocas. Hay cuadros que pinté hace 30 años o más.

Muchísimas gracias de nuevo.

Gracias a ti Karla y a la Revista Personae, por el interés y la labor que están haciendo.

El maestro Daniel Kent, se despidió de nosotros lanzando una pregunta al aire: ¿Cómo inyectamos a los gobernantes este mismo interés por el arte?
 

CULTURA

Núm. 292 – Marzo 2024