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La escritora uruguaya Cristina Peri Rossi, sexta mujer en recibir el Premio Cervantes

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¿Qué atributos debe tener cualquier ser humano para entregar su vida a la literatura aparte de la imaginación y el dominio del idioma? Quizás la perseverancia, pues escribir es mucho más que una «afición», y seguro que la inclinación por la música –de todo tipo, no sólo la «clásica»–, y además por la ciencia. En no pocos casos, la suerte o la desdicha de tener que irse al exilio, transterrado, como sucedió con la escritora nacida en Uruguay, Cristina Peri Rossi, cuyos progenitores fueron genoveses y españoles –pero que en casa se doctoró en idioma castellano junto con otros familiares–. Desde muy joven tuvo afición por la lectura y la escritura. En 1963, con tan solo 22 años de edad, ya se desempeñaba como profesora universitaria y editaba sus primeras narraciones.

Atreverse a escribir como la tarea fundamental de vida, no es fácil. Los escritores aspiran a la cumbre de la existencia, son irrespetuosos, pretendiendo compararse con la divinidad. Al escribir, el hombre (o la mujer) le insuflan vida a sus personajes, aunque se calque a otro personaje cuya existencia les haya cimbrado hasta lo más profundo. Toda la vida, Cristina ha escrito como una labor de liberación total, «como una búsqueda de caminos desmitificadores, en pos de otros lenguajes, una nueva ética y una nueva conciencia», como lo explica otro fanático de la pluma (es un decir), Hugo J. Verani, en su ensayo La narrativa de Cristina Peri Rossi: el arte de la disgresión, publicado en la página de la Fundación Cervantes de Madrid. Tanto Cristina como Hugo son octogenarios y al suscrito le falta muy poco.

 

Cristina Peri Rossi

 

La noticia fue dada a conocer el miércoles 10 de noviembre por Miguel Iceta, el ministro de Cultura y Deportes del gobierno de España. El Premio Cervantes 2021 es el máximo galardón de las letras en español equivalente al Nobel de Literatura. Cumple su cuadragésima séptima edición este año, y conlleva una recompensa en metálico de 125,000 euros (144,000 dólares americanos). En el acta de concesión del Premio, distribuida por el Ministerio de Cultura, se reconoce «la trayectoria de una de las grandes vocaciones literarias de nuestro tiempo y la envergadura de una escritora capaz de plasmar su talento en una pluralidad de géneros». En la misma acta se da cuenta que Peri Rossi es una de las grandes escritoras de nuestro tiempo y que «combina la ironía y la lucidez, el humor y la ternura, constantes de una obra siempre atenta a la identidad y a la complejidad de las relaciones». Nacida en Montevideo, Uruguay, en 1941, la poetisa se exilió en 1972 a Barcelona, todavía en la época franquista. Vivió en la capital catalana donde mantuvo una frenética actividad literaria. Escribe sobre todo poesía, al tiempo que cultiva otros géneros como el relato corto, la novela y el ensayo.

 

Antes de Peri Rossi han recibido este galardón las escritoras españolas María Zambrano (1988) y Ana María Matute (2010), la cubana Dulce María Loynaz (1992), y la mexicana (nacida en París de origen polaco), Elena Poniatowska (2013). El premio concedido a la autora uruguaya es quizás su mejor obsequio porque el viernes 19 de noviembre cumpliría 80 años de edad, como informó su editor español José Ángel Zapatero, el propietario de los sellos editoriales Cálamo y Menoscuarto donde le ha publicado a Cristina dos novelas, dos volúmenes de cuentos, dos poemarios y un ensayo. Zapatero, por obvias razones, declaró a la prensa que Peri Rossi es «una de las mejores narradoras en habla hispana».

 

Asimismo, Andreu Jaume, el catalán editor de Lumen –que ha editado a la nueva Premio Cervantes un volumen con toda su poesía–, destacó su «tremenda ambición y perseverancia», así como su «literatura exigente, solitaria en muchos aspectos».

 

Cristina Peri Rossi y el genial argentino Julio Cortázar se conocieron en el año 1973, en la postrera década de la vida del autor de Rayuela, y según cuenta la recién galardonada en su libro (auténtica joya literaria) Julio Cortázar y Cris, Editorial Estuario, Montevideo, 2014, vivieron una profunda relación llena de complicidades. A continuación algunos párrafos de dicho volumen:

 

«En su primer viaje a Barcelona, poco después de conocernos, (Julio) me pidió que lo llevara al Parque Güell. «Como vos sabés, yo nací por casualidad en Bruselas, porque mi padre era diplomático, pero al poco tiempo –yo tendría dos años–, vinimos a Barcelona. Es imposible, dirás, que recuerde algo de la ciudad de entonces, pero fíjate que yo tengo un sueño repetitivo, el de la ciudad, una ciudad que nunca he encontrado, a pesar de mis viajes, y que busco, con la secreta esperanza de encontrarla algún día. En el sueño la ciudad tiene uno edificios muy raros, que terminan en cúpulas redondas, o en punta, y están pintados de colores muy vivos, mirando un libro que tengo en París, sobre Gaudí, se me ocurrió que es posible que mi madre me llevara al Parque Güell, entonces, y que yo quedara fraccionado por sus formas, por sus colores, y algo de eso se haya introducido en el sueño; de todos modos, Cristina, sé que es una ciudad que tengo que construir con pedazos de otras ciudades, como un puzle, de manera que llévame al Parque Güell y a lo mejor es una de las piezas del rompecabezas».

 

«Años después, cuando la Revolución nicaragüense había triunfado, Tomás Borge (fallecido el 30 de abril de 2012 en Managua) era ministro del Interior, ferozmente homófobo, y pretendía convertirse en escritor, Julio me propuso que fuéramos a Laie (una famosa librería en el centro de la ciudad condal con dos plantas y un café restaurante, BGS), a comprar libros para enviarle, ya que la pobreza del país impedía tanto la edición como la importación. Julio iba a pagar el envío por avión de una enorme caja llena de libros. Tenía miedo de que Borge y algún otro iniciarán una campaña contra los homosexuales igual que había ocurrido en Cuba, con las nefastas consecuencias que tuvo para hombres y mujeres y para la propia revolución. «Es tan Bruto y machista –me dijo de Borge–, que en cualquier momento echa de Nicaragua a los homosexuales. Cree que son un peligro para la revolución…».

 

Reproduzco estas líneas del libro de Peri Rossi más que nada por las elecciones amañadas que acaban de tener lugar en Nicaragua, y por los excesos de Daniel Ortega para eternizarse en el poder. No solo por eso, sino porque Julio Cortázar y Cris es un libro importante en la vida de ambos personajes, especialmente en los últimos Díez años de vida del argentino, cuando reencontrados vivieron en Ciudad Luz y la capital catalana. El autor de Todos los fuegos el fuego y Bestiario le dedicó Quince poemas de amor a Cris, y muchos años después de la muerte de Julio Florencio, ella decidió escribir la historia. De cierto, Peri Rossi es una de las escritoras más destacadas en lengua castellana y autora de una amplia obra narrativa, poética y periodística que ha sido traducida a 15 idiomas.  

 

Cristina Peri Rossi

 

Desde hace varios años, la uruguaya vive alejada de los medios de comunicación y de los actos públicos, y en contadas ocasiones acude a la presentación de un libro o en el recital de algunos de sus allegados en la ciudad condal. Su más reciente obra apareció hace dos años, poco antes de que apareciera la pandemia. Se titula La insumisa, editada por la casa Menoscuatro, novela autobiográfica en la que Cristina recorre sus años de infancia y juventud en Uruguay. 

 

Pese a padecer algunos trastornos físicos, Peri Rossi no pierde el buen humor. Al enterarse de la concesión del premio, contó: «Ya me lo había dicho una amiga, pero no le hice caso. Cuando recibí la llamada del vocero del galardón, Miguel Iceta, para darme la noticia todavía resentía los efectos de un reciente bronco espasmo. Fue a poco de que la medicación me hiciera efecto y empezara a respirar con normalidad que recibí el anuncio. Si una broconeumonía me ha traído el Cervantes creo que necesitaré una buena gripe para que me den el Nobel».

 

Cristina Peri Rossi

 

Peri Rossi, que se vuelve octogenaria desde el viernes 19 de este mes, declaró a la agencia EFE que el Premio Cervantes supone el reconocimiento «a una francotiradora» que ha permanecido «al margen de modas y de los grandes grupos editoriales», razón por la cual su obra no ha tenido la difusión de otros escritores con mucho menos valía que la de la uruguaya. Conoció la amargura del exilio desde 1972 porque en su escritura ha criticado a gobiernos autoritarios, dictaduras y ha dicho la verdad al poder dando voz a mujeres, exiliados (como ella) y homosexuales. Desde hace 50 años su obra y la mención de su nombre fue prohibida en los medios de comunicación de Uruguay durante la dictadura militar que imperó en su patria hasta 1985.

 

Cuando se trasladó por primera vez a Barcelona comenzó su actividad en contra de la dictadura militar uruguaya, escribiendo en la legendaria revista Triunfo, pero nuevamente perseguida, entonces por la dictadura del generalísimo Franco, debió exiliarse en Paris. Regresa definitivamente a Barcelona a finales de 1974 y obtiene la nacionalidad española, y desde entonces reside en España.

 

El Premio Cervantes se entregará el día 23 de abril de 2022 –Día del Libro en España y aniversario de la muerte de don Miguel de Cervantes Saavedra–, durante una ceremonia solemne en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares. VALE.

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