MARICARMEN VILLASANA

Llega al arte tras muchas dudas y cuestionamientos, de replantearse la vida, su vida, y ahora tres décadas después, goza con cada pincelada, con cada textura, con cada tema. En estos momentos está enfocada en los círculos, las elipses que la acercan a la naturaleza, a las hojas, a los troncos, a los caracoles de tierra y al mismo tiempo al universo, a imaginar la órbita de los planetas con sus lunas alrededor del Sol. 

Partimos del infinito para que nos transporte a algo en particular, que nos lleve de la mano de cómo se descubrió dirigiendo los pinceles, seleccionando los colores, las tonalidades e intencionalidades frente al lienzo en blanco. MariCarmen Villasana siempre tuvo la idea de ser parte de los creadores que reconfortan el alma con sus pinceladas, más tuvo que ceder, «porque me dijeron que la pintura no era una profesión», bajo este precepto, tuvo que elegir una carrera, y así entró a estudiar la licenciatura en Periodismo y Comunicación Colectiva en nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Nacional Autónoma de México. 

Esto no la limitó para seguir tomando clases y seguir aprendiendo de este fascinante mundo, y el universo la llevó por un camino que le permitió entrevistar a los monstruos de la pintura de ese momento: Manuel Felguerez, Gustavo Montoya, Vicente Rojo y su mayor influencia ¡Rufino Tamayo! Qué gran oportunidad para poder adquirir mayor conocimiento sobre el arte, preguntar y resolver interrogantes con los grandes. 

En ese transitar, una de sus maestras de pintura captó su potencial y le comentó: «Tú deberías de estudiar la carrera», “no sé si vio mi vocación, mi dedicación, mi facilidad, en definitivo algo vio, y mi respuesta fue: ¡Tienes razón! Tenía 30 años cuando me metí a estudiar la carrera en La Esmeralda. Los estudiantes eran jóvenes y a mí me veían como una señora… Sabes, aquel año que inicié la carrera empezamos 200 alumnos y cinco años después, únicamente terminamos cinco…”.  

MariCarmen señala que el éxito para terminar la carrera se debió a «que soy muy disciplinada y siempre me ha gustado aprender y aprender… Voy ampliando mis conocimientos a través de las pláticas, con libros, con películas, con viajes, todo eso me ha enriquecido como ser humano y como artista».

Complementa: “Yo no dejo de estudiar, de aprender, de estar al tanto de cosas nuevas relacionadas con el arte… ¡YouTube es una maravilla! El internet en general lo es. Lo que estamos viviendo con la tecnología es sensacional, porque tenemos a los maestros a cualquier hora del día, con clases gratis y son clases maravillosas. Ahora me ha dado por perfeccionar el inglés y ¡me ha encantado!”. Indica que al principio sí se auxiliaba con los subtítulos, pero ya los ha hecho a un lado.

“En aquel entonces, no había una exposición que no visitara…  Iba con mi mejor amiga –ustedes ya la entrevistaron, es Aída Emart (Revista Personae No. 202 Septiembre 2016)–, nos íbamos desde que abrían y nos quedábamos hasta que cerraban ¡Nos echábamos hasta cinco museos en un día! Fue una experiencia maravillosa porque siempre estábamos al día de lo que estaba sucediendo en el arte, de lo que se estaba vendiendo…”.

Al momento de asistir a estas exposiciones, ¿qué recibe MariCarmen de las obras? “Lo primero es un placer, un placer extraordinario porque a través de los ojos enriquezco todos mis otros sentidos… Recuerdo un día que fuimos al Palacio de las Bellas Artes, estábamos viendo obra de un pintor, creo que era oaxaqueño, y le digo a Aída: «¡Este pintor me mueve todo, todo, todo!». Fue una fascinación por sus formas, por sus colores, por la manera en que los presentaba, era ¡extraordinario! Ahí confirmé que yo era colorista. Yo nací con esa inclinación, ¡Nací con el color!”. 

En este viaje extraordinario por la vida de MariCarmen Villasana, en el que nos comparte sus momentos íntimos, momentos determinantes que han reafirmado su lugar dentro de la pintura, menciona cuando el director del Museo de Arte de Querétaro le solicitó su «Declaración de Artista», que es aquella en la que el artista expone cuál es su base artística, sus intereses, su manera de ver el arte, refiere “Me hice consciente de la importancia del porqué de mí obra, de dónde viene mi pintura y qué es lo que hago, de las formas y colores que me salían… Yo hice análisis a qué jugaba cuando era niña o qué es lo que hacía, hasta que me di cuenta que mis formas son redondas, son circulares, son elípticas y también me di cuenta que esa es la forma que más me atrae: lo redondo, lo circular, no la línea recta y retomo un texto que leí que trataba sobre la órbita que realizan los planetas alrededor del Sol, todas son elípticas, y también vi que todas las formas orgánicas de la naturaleza también tiene ciertos patrones que también son circulares y recordé que yo de niña me subía hasta arriba de los árboles donde veía hojas y hojas, y cuando estaba en la tierra jugaba con caracoles, entonces inconscientemente empecé a dibujar hojas de árboles y caracoles. Gracias a esto tuve mi tema que no lo tuve antes y el color a mí se me da tan fácil, y yo inconscientemente me fui orientando hacia los rojos y los azules… ¡Son mis colores favoritos para pintar!”.

Su voz delata su entusiasmo al definirse: “Yo soy colorista, y creo que también me encantan esos colores, porque estamos empapados de arte por todos lados en este país, y porque yo ya traía algo de esa inclinación hacia el color”.

Veo tu pintura, veo esos lienzos llenos de color, que es lo que yo percibo, pero ¿qué recibe MariCarmen de su obra? “Al momento en que lo estoy plasmando, ese es otro placer. Como le dije al director del museo: “Este es el arte que creo y en el que me recreo”. Es un placer inmenso ver arte y otro placer es hacerlo. Me inspiro para crear y recrearlo”.

Reconoció: “Dentro de las cosas que he aprendido, es que por el simple hecho de ver arte, éste provoca que se liberen ciertas sustancias en el cerebro que nos produce placer, y entre más conocemos sobre arte, es mayor ese placer, por eso los coleccionistas se vuelven adictos a comprar obra”. 

La maestra MariCarmen, comparte que en estos momentos y hasta enero de 2023 estará exponiendo 35 obras en el Club de Golf El Campanario en Querétaro (Hacienda el Campanario 100. Fraccionamiento El Campanario, 76146 Santiago de Querétaro, Qro.).

“Cuando empecé a pintar, comencé como todos los pintores, con figurativo,  mujeres, bodegones y cuando pinté bodegones le puse muchísimas sandías rojas, rojas, rojas ¡Todo rojo! Influencia de Tamayo. Mientras el azul me lleva al mar que me fascina”. 

Algo que me llamó la atención sobre tú obra, fue la pintura intuitiva… “El estar en Instagram empecé a ver a muchísimos hombres y mujeres que hacían pintura intuitiva y la hacían fácil y les quedaba tan bonita, y me propuse a intentarlo y vi que no era nada fácil, no quedaba tan bonito y no me salía hasta que encontré el hilito. Lo que pasa es que en la pintura intuitiva uno mancha, marcha y marcha, y de ahí empiezas a encontrarle formas, color o luces, lo importante es encontrar «ese algo» para darle forma plástica, no para que quede ahí la pintura aventada, que se vea algo trabajado y a partir de ahí hice una serie de 25 obras sobre papel con acrílico… La pintura intuitiva es «no estar pensando, solo debes concretarte a sentir», y eso cuesta mucho trabajo”. 

Mi creencia es que entre más adultos somos más bloqueamos esa circunstancia de «sentir»… “Justo coincide con lo que ahora estoy leyendo “Ingeniería exterior”, aquí el autor dice que construimos habitaciones para protegernos y paradójicamente después de estar en estas habitaciones queremos volar”.

¿Qué ha aprendido MariCarmen Villasana de ella con la pintura? “Que debo ser menos impulsiva, que debo ser más organizada, yo era desorganizada en la pintura… La pintura refleja nuestra propia vida. Debo observar más. Sé que estoy reflejando lo que estoy viviendo, es innegable. La pintura es un espejo es de nuestra propia vida. La crítica de arte Avelina Lésper comentaba en una entrevista «la pintura es un autorretrato continuo», y sí es cierto porque estamos transmitiendo nuestro ser”. 

¿Cómo eliges tus series? “Simplemente se dan…Hice una serie de personajes para una galería de Seattle, era acuarela y eran personajes tipo mayas; después hice la serie de animales rupestres y ahora estoy en la serie de circulares, elípticas, redondas. También hice la serie de caracoles y regreso a mi naturaleza y termino estilizándolos, a mi mismo tipo de trazos”. 

En esta grata conversación, nos comparte dos de sus metas, la primera es donar una obra al National Museum of Mexican Art, Pilsen, Chicago (https://www.instagram.com/explorenmma/ ), y el otro gran sueño, es ver su obra exhibida en el Museo de Arte Contemporáneo Querétaro (https://www.instagram.com/elmacq/), aunque está convencida que todo llega en el momento oportuno y menciona cómo un cangurito en una de sus obras la llevó a exponer en ¡Australia! 

“Conozco a una directora de una galería de Puerto Vallarta, Jalisco que me invita a exponer en su espacio. Puerto Vallarta es un lugar súper turístico que llega gente de todo el mundo y justo a la exposición llegaron unos australianos. La directora les muestra mi obra y yo había pintado varios animalitos en las pinturas rupestres y me había quedado un cuadrito y dije «voy a hacer un cangurito»… Ellos estaban viendo mi obra y los invito a que vean el cuadro donde había pintado al cangurito, de ahí me invitan a desayunar, hubo un click! tremendo –en esa ocasión me llevé a mi papá de paseo, así que me acompañó a todos lados-, y el resultado de aquel desayuno, una invitación a Australia, donde me consiguieron una galería y estuve tres meses por allá”. 

Con las teorías de Carl Gustav Jung de que todo llega en el momento que debe de llegar porque estás dispuesto a recibir, nos despedimos de la maestra MariCarmen Villasana deseándole un increíble 2023. 

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