OCTAVIO URBINA
Impulsor de sueños
- ARTE
- octubre 2024
- Roxana Wiley Cota
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Octavio Urbina Álvarez es parte de una dinastía de artistas plásticos muy reconocidos en México y de varias partes del mundo. Ha dedicado su vida a la creación y difusión de la cultura y el arte. Representante y miembro de varias asociaciones culturales, tiene un programa de entrevistas por internet, difunde sitios culturales e históricos de México en TikTok e Instagram y siempre está activo en las redes y aún más, fuera de ellas. Desde hace más de 14 años somos amigos, siempre es un placer escucharlo y conversar con él.
Maestro Octavio, eres parte de una reconocida dinastía de pintores, platícanos de tu maravillosa familia de artistas.
Si, efectivamente. Provengo de una familia de pintores conocidos como “La Dinastía Urbina”, el fundador de esta dinastía fue mi tío Francisco Urbina (ya fallecido), luego mi tío Eustaquio, Enrique (que es mi papá), también mi primo Mario (que desgraciadamente falleció en la pandemia de COVID), obviamente también estoy yo y ahora mi hijo, que ya también pinta. Más atrás está en mi familia mi tío bisabuelo Luis G. Urbina que era poeta y otros más que estuvieron en otros rubros de la cultura, pero mi tío Francisco fue el primero en pintar y es muy conocido por sus marinas, rosas, etc. y en los años 40’s, 50’s y 60’s ya era muy reconocido. Mi tío Francisco está considerado como el ultimo romántico del siglo XX.
¡Que orgullo! ¿Y cómo comienza la vida en el arte de Octavio Urbina Álvarez?
Inicié muy temprano por las indicaciones de mi papá, quien nos explicaba muchas cosas a través de dibujos -a mí eso me gustaba mucho-, entonces cuando comencé a tomar conciencia de las cosas, antes de entrar a la primaria ya dibujaba un poquito, pero ya entrando a la primaria comencé a vender mis obras y me daban 5 centavos por un dibujito (risas). Mis primeros instrumentos eran lápices de grafito, lápices de colores, plumillas y hasta en quinto y sexto año de primaria comencé a dibujar en el pizarrón caballos y me inspiraba en cosas que mi familia pintaba en aquel entonces.
En la secundaria tomé taller de electricidad y ahí aprendí dibujo técnico y comencé a usar escuadras, dibujando más con pluma y lápiz, y me fue gustando mucho.
¡Qué buena historia! ¿Y tu papá o tu familia te apoyaron para ser pintor?
Indirectamente sí, porque mi papá no quería que siguiera sus pasos en el arte, me decía que me dedicara a otra cosa. De todas maneras, en secundaria me fui a tomar clases de pintura con mi tío Eustaquio en su taller y comencé a fondear las pinturas según el tema que iba a ser la obra, posteriormente en la preparatoria comencé a hacer mis pininos y les regalaba a mis amigas dibujos haciendo su nombre con un paisaje, con letras, etc. Ahí fue cuando mi papá ya me vio más dedicado a esto y me jaló con él a enseñarme a pintar haciendo copias de José María Velazco y de otros grandes maestros. Fue ahí cuando comencé a foguearme y a seguir ese tipo de técnica. Pero sí, mis primeras pinturas fueron bajo la tutela de mi papá, en mayor parte bodegones clásicos.
¿Y cómo empieza tu carrera para exhibir tu propio arte?
Comencé a abrirme camino en las galerías solo. Fui a la Galería Romano que estaba en el centro, esa era una de las principales galerías donde entregaban mis tíos, Martha Chapa, en fin, varios artistas conocidos y yo también comencé a vender ahí mis obras. Me dieron ahí un consejo de buscar mi propio camino por otro lado y eso hice. Me costó trabajo pues al principio yo iba a los lugares donde exponía mi familia, allí me abrían las puertas siempre pero más por mi apellido que por mi obra. Entonces en esa búsqueda de una identidad propia me puse Octavio Álvarez y mis primeras obras tienen esa firma, así comencé, incluso buscando otros lugares donde no exhibía mi familia. Así conocí a la señora Amy Ruanova, que tenía la Galería Wolmy en Polanco, y ella fue la que me impulsó a arriesgarme a nuevas formas de crear arte, porque yo era muy clásico, era de muchos claro oscuros. Ahí comencé a experimentar con nuevos colores y a profundizar en el arte moderno, que no era muy bien visto por mi familia, pero como yo ya tenía éxito con mi obra y estaba ya en mi propio camino, no dependía de esas opiniones. Y es ahí cuando me llama mi familia para decirme que por qué me cambié el apellido y que les gustaría que me pusiera nuevamente el Urbina, y sí me lo volví a poner, pero ya con mi propio estilo y manera de hacer y ver el arte.
Es un reto la familia a veces porque es nuestro núcleo y concepción primera de nuestro universo e identidad en muchos sentidos.
Si Roxana, no fue fácil, pero esas experiencias me hicieron experimentar varios tipos de pintura y hasta incursioné durante esos años en el hiperrealismo que era muy solicitado en ese tiempo. Hice animales, paisajes, incluso me pedían mucho las flores (que no son mis favoritas para pintar, pero se vendían muy bien), posteriormente hice varios desnudos, retratos y auto retratos también al estilo expresionista y al estilo impresionista. El abstracto también me encanta y me da mucha libertad. Por lo que verás, exploré cada técnica y estilo que pude y disfruté cada una de ellas. Tengo la facilidad de hacer cualquier género, así que depende de lo que tenga en mente y de mi estado de ánimo lo que será el resultado de mis obras
Comparto tu pensar, porque entre más conocimientos de materiales, técnicas y estilos, mayor libertad tenemos en el arte los artistas. Además de las experiencias de la vida.
Cierto, pero es más difícil para los clientes que puedan identificar a veces las pinturas de un artista, porque a mí me recordaban más en mis etapas de clásico que en mi obra abstracta, pero es parte de la evolución del artista. Muchos artistas encontraron en cada una de sus etapas a los gustosos de su arte de cada una de ellas. Para mí lo difícil fue salirme de lo cásico, porque al pintar siempre escuchaba esas voces de lo que esperaba de mí mi familia, pero hoy en día me siento muy libre al pintar.
Es una lucha constante del ser humano el querer complacer las expectativas de los demás o buscar un camino propio y asumir nuestros propios tropiezos en la vida para cumplir nuestros sueños.
Es una lucha, mas todo esto me fue forjando un camino e incluso mis conocimientos de pintura clásica me sirvieron en años posteriores, cuando fui a vivir a Mexicali, Baja California, porque también restauraba obras. Esto lo aprendí restaurando obras de mi propia familia. En la galería del señor Miguel Najar -que es tu amigo también-, aprendí mucho de su equipo de restauración, quienes me dieron varias técnicas y secretos. Eso fue una herramienta muy buena para vivir de otra faceta del arte. Actualmente domino esa parte y es una gran satisfacción para mí.
Y de todas las técnicas que dominas, ¿cuál es la que te gusta más para trabajar?
El óleo indudablemente me parece una técnica muy noble, muy sutil y sensual. Con esta técnica es muy fácil hacer todo lo que quieras. El acrílico me gusta más que el óleo para la pintura abstracta. La acuarela me gusta para trabajar varios temas y, por ejemplo, cuando realizo una pintura impresionista, prefiero el óleo para poder dejar texturas, haciendo plastas de pintura.
Definitivamente cada técnica es hermosa y es maravilloso poder saber para qué nos sirve cada una a la hora de expresar nuestro arte. ¿A qué pintor admiras?
Fíjate que uno de los ejercicios que mi papá me ponía cuando yo era niño, a la edad de 10 años, era sentarme junto a él para verlo pintar en su estudio y me daba a leer un libro que se llamaba 100 pintores famosos y ahí conocí a Leonardo Da Vinci, Durero, Miguel Ángel, Rafael, Rubens, Rembrandt, Picasso, Dalí, los impresionistas y a todos los más importantes de todos los tiempos. Yo ahí comencé a sensibilizarme con su arte y a admirarlos. Mi papá cerraba el libro y me mostraba una imagen de una pintura y me preguntaba a qué autor correspondía y yo tenía que recordarlo, ya después fui estudiando sus obras por épocas, por años, por países y hoy en día tengo un ojo bastante educado para reconocer las obras, incluso para saber si son auténticas. Actualmente estoy incursionando con varios grupos de artistas, no solo talentos ya reconocidos, sino artistas contemporáneos. He estado desarrollando programas para impulsarlos, para que se vayan dando a conocer.
Es muy importante dar apoyo a los artistas y a la cultura de este país. Platícanos más de tu labor.
Entre otras cosas, hice unos videos para llevar a las escuelas donde se veía toda la historia de la pintura, desde la pintura rupestre, pasando por los clásicos, los renacentistas, los medievales y todo hasta llegar a la época actual. Aquí principalmente quise dar a conocer a los pintores mexicanos: Rivera, Cuevas, Nierman, Juliana San Román (a quien no se le ha dado el debido reconocimiento), también una hermana de Benito Juárez que era pintora, etc.
Eso es excelente porque los mexicanos debemos reconocernos nosotros mismos y apreciarnos en el arte y en todo ámbito, para lograr ser reconocidos en el mundo…
Y también eres locutor y entrevistador. ¿Cómo inicias en esto?
En el 2012 me invitaron a hacer un programa de cultura en radio y en ese entonces incursioné también en la parte política y más bien le dejé el programa cultural a nuestro amigo Raco, en el que estuviste también en ese tiempo haciendo entrevistas, y yo tuve mi programa, pero político, en la VI legislatura en la Asamblea legislativa. Ya después de un tiempo me hicieron unas entrevistas y me preguntaron que sí quería un programa de televisión y pues ahora ya tengo uno que se llama Galería de Creadores CIPLAM con más de 100 programas con una televisora llamada Orbe, en donde hago entrevistas y donde ya me tocó entrevistarte. Actualmente estoy con otra televisora también con un programa que se llama “Los recovecos del arte”, ahí entrevisto igualmente, pero con un sentido diferente, enfocado a la creación y al mundo empresarial. Ahora también tengo otro programa que se llama Recorriendo huellas que está en Instagram y TikTok donde hacemos recorridos por diferentes lugares de la ciudad o en otros estados y damos a conocer un poquito de la riqueza histórica, cultural y artística que tenemos en nuestro país.
Qué hermosa labor para difundir la cultura para que los mexicanos podamos sentir el orgullo de nuestro hermoso país…
Sí Roxana, la historia la conocemos gracias al arte, y es por eso la importancia que debemos darle. La cultura es construir, cultivar y hoy en día se le está dando más importancia a lo que destruye, a la anticultura. Por eso me interesa la política, porque es precisamente ahí donde se llegan a programas y políticas públicas que son necesarias de implementar para dar un beneficio a la sociedad y a los creadores.
¿Crees que se le ha dado la importancia debida a la cultura y al arte en nuestro país?
Creo que hemos perdido terreno, porque cuando yo estuve trabajando en el gobierno (en 2016 y 2017), íbamos logrando beneficios para este rubro por el que se había luchado desde años atrás, por ejemplo: teníamos el Día Mundial del Arte ya muy estructurado y por desgracia el presupuesto que han tenido los últimos gobiernos se ha utilizado para otros compromisos que creen más importantes. Por desgracia para la cultura y el arte ese presupuesto se ha recortado casi a la mitad, es por eso que los creadores debemos de luchar por mostrar que se pueden hacer cosas importantes y que la cultura y el arte incluso pueden servir a la sociedad para bajar los índices de violencia en la sociedad. En estos momentos de incertidumbre y de cambio, debemos trabajar más que nunca por un México mejor y en eso estoy.
En eso estamos querido amigo, son muchos los proyectos a través de tu vida, cuéntanos un poquito más de ti.
En el 2000 tuve una empresa para apoyar el arte, se llamaba DAURCA y principalmente me dediqué a manejar la obra familiar, pero después nos fuimos abriendo a otros artistas. En 2010 gracias al apoyo del gobierno de esos años (PRD), tuvimos la suerte de poder hacer la empresa CIPLAM, yo quedé como presidente y teníamos reuniones con diputados y senadores para trabajar por la cultura y el arte, así que en el 2014 logramos que se hiciera un punto de acuerdo y un pronunciamiento en las 3 cámaras (diputados, senadores y cámara legislativa) para implementar a nivel nacional el Día Mundial del Arte. También pertenezco a COMAV de la que soy vicepresidente. Pertenezco a SOMAAP, yo era su enlace legislativo. También estuve en otras asociaciones como ARTE NORTE, ARTAC, Suma De Talentos, AXKAN, además de otras asociaciones de salud, seguridad, etc. Con todas procuro trabajar porque la unión hace la fuerza, así yo creo entre todos, unidos podemos lograr mejores cosas.
¿Qué te gustaría lograr?
Me encantaría lograr la seguridad social de los artistas, no el seguro popular que se tiene, sino uno que de verdad los reciban y atiendan con dignidad, así mismo me gustaría un lugar de retiro, asilo o casa hogar, para que puedan pasar dignamente sus últimos años de vida los artistas plásticos, porque hay quienes se quedan solos o no tienen quien los vea. Hay también el caso de artistas que mueren y su obra y queda en el olvido, sería bueno tener un museo donde se pueda exhibir parte de la obra de estos artistas y así sean reconocidos. Esto lo estamos buscando por parte de CIPLAM y de COMAV, aparte yo de manera personal estoy buscando un museo para exhibir obra particular que tengo de otros compañeros y de los Urbina. Me encantaría un lugar donde podamos hacer juntas, donde podamos reunirnos, por lo que se necesitaría un fideicomiso o un patronato para sustentar este tipo de gastos, porque muchos artistas tenemos para vivir bien, pero otros no corren con la misma suerte, como fue el caso de nuestro querido amigo y colega Raco o de la maestra Irene Becerril. Hablando de la maestra Becerril, espero que su obra esté resguardada porque he visto obra de colegas que se va a los tianguis o a la basura, por esto mi lucha por rescatar esas grandes obras y que el mundo las conozca.
¿Crees que la gente compra arte por moda, decoración o por cultura?
Por desgracia se da más importancia a cosas banales como hacerse viral por decir tonterías, a realmente darse cuenta de la dimensión de las cosas. Anteriormente lo que costaba trabajo era valioso. Ahora estamos llegando a la decadencia, donde un montón de basura o cosas que no tienen nada que hacer ahí, lo consideran arte. La gente esnobista que tiene dinero, pero que no tiene criterio, paga lo que sea por ello. Ahora se les está dando importancia a las NFT y está en riesgo que destruyan más obras, como destruyeron ya una obra de Frida Kahlo, habiendo sacado sus NFTs. Se sienten desafortunadamente con el derecho de destruir las obras originales.
Debieran valorar que el arte tiene alma, ahí se encuentra la vida, las emociones, su pasión, el pensamiento, la trayectoria, edad y época única del artista. A mi juicio se necesitaría estudiar que haya técnica, una trayectoria y calidad en las obras.
Efectivamente la emoción queda plasmada y eso es lo bonito del arte, quizá una máquina pueda hacer perfecta una obra, pero ya no tiene la emoción de la que hablamos. Nuestros trazos son únicos y cada línea, forma y color dependen de los estados de ánimo en que nos encontramos los artistas. Sería como colgar un poster y no estaríamos conectados y satisfechos como con la obra de un artista.
Maestro, compártenos los mejores recuerdos de tu trayectoria como expositor de arte.
He participado en más de 600 exposiciones. En 1984 fue mi primera exposición en la Galería Wolmy. En 1985 participé en una exposición de la Cruz Roja en Monterrey, yo llevé 18 obras y todas se vendieron, posteriormente pude exponer al lado de Raúl Anguiano, Raymundo Martínez, Rufino Tamayo, y así mismo fui participando en exposiciones internacionales. Las primeras fueron en China, California, New York, España, Alemania. Más adelante en los años 94 y 95, comencé con el tema de las reproducciones y derechos de autor, pues en aquellas fechas mi obra salió de contraportada de la famosa revista Reader’s Digest y una de mis pinturas viajó así desde Alaska hasta La Patagonia al ser publicada. Recuerdo que me pagaron 500 dólares de regalías por permitirles publicarla, cuando yo creí que tendría que pagar por ello. Me he dedicado a hacer exposiciones internacionales y nacionales con las diferentes asociaciones a las que pertenezco.
Felicidades por esta trayectoria que has tenido, por compartir tu talento, tu apoyo al arte y a sus artistas. Sé que poner un granito de arena nos da mucha satisfacción y tú en esta vida ya tienes varios costales de arena. ¡Qué orgullo!
Gracias por tus palabras. Si, estoy satisfecho porque también fui maestro de pintura para niños y adultos mayores. También tuve la oportunidad de dar clases a jóvenes en conflictos con la ley en San Fernando y otros lugares. Hay mucho talento ahí y pude lograr llevar sus obras a exposiciones en el TEC de Monterrey y a la Asamblea Legislativa. Fue una alegría verlos emocionarse y saber que el arte puede ser un gran camino, satisfacción y cambio para llenar con creatividad y talento sus vidas.
Así nos despedimos de este defensor y amante del arte, impulsor de sueños por un México más justo, más culto y más creativo. Que la vida nos conceda más gente comprometida con su país y su gente, como lo es el maestro Urbina, para seguir llevando arte, cultura, historia y bienestar social a nuestras generaciones actuales y venideras.
Roxana Wiley Cota