TEATRIKANDO

OBRAS QUE REGRESARÁN A LA CARTELERA

ESCENARIOS
febrero 2022
Benjamín Bernal

Espíritu Burlón, Odiseo Bichir como es habitual cumple muy bien con el rol de un escritor que invita a una médium. Buen montaje a una película que todavía no ha llegado a México.

La dama de negro, se mantiene por más de 25 años en cartelera, un género difícil: el terror. Esto es una demostración de talento y ganas de hacer las cosas.

La jaula de las locas, dicen que se fue de la cartelera. Pero al rato regresa este montaje emblemático.

Defendiendo al cavernícola, 14 años de temporada, nada más. Con César Bono celebrando el ritual llamado teatro. Un feminismo que se ve en el espejo.

Toc Toc, claro es garantía esta obra de Laurent Baffie. Todos tenemos algún tornillo flojo, varios van al siquiatra a revisión.

Perfectos desconocidos, tiene versión fílmica mexicana, española, francesa, y además está en su segunda o tercera reaparición en México. Exitosa.

El Tenorio Cómico, es como la ocasión número mil que remontan esta obra, va variando de elencos, aunque la mayor parte la estelarizan los Maskabrothers.

12 princesas en pugna. Es un caballito de batalla que siempre funciona en la taquilla, por eso vuelve y vuelve. Nuevo género el de la Femini-risa.

Visitando al señor Green. Excelente obra que vi con Luis Gimeno y Beto Torres, ahora la podemos ver con Alberto Lomnitz y José Ramón Berganza. Casi lo atropella, pero se hacen buenos amigos.

El Observatorio Teatral

Juan Meliá, importante hombre de teatro, realizó hizo una encuesta sobre las consecuencias de la COVID en este rubro, y aprovechó la oportunidad para recabar información. Hace pocos años había 500 y pico teatros en todo el país; ahora intentó contactar a los encargados de los 742 espacios escénicos que existen y solo contestaron en 105, lo que hace un universo muestral válido. Transcribiré algunas de las conclusiones que encontraron, hubo predominio del centro del país, casi 50%; Carencia de seguros contra accidentes; no hay prestaciones para personal de teatros independientes (vacaciones, aguinaldo, etc.), escasa producción de obras, carencia de patrocinios. Lo que es denominador común en el medio.

A esto yo agrego: * No había un sistema de información para realizar estos muestreos, evidentemente. * Carencia de teatros, son muy pocos los que tenemos. * Los teatros oficiales o de sindicatos a veces son acaparados por un productor. * Las autoridades son enemigas, en vez de ayudar. * Caciquismo en algunas instituciones, compra de funciones, becas, apoyos. * El gusto del público se ha ido deformando con obras chabacanas, comedietas o son francamente somníferas. * Una parte del público, desafortunadamente, el que más paga, va a ver figuras del show business prioritariamente, conciertos, más no teatro.

Acerca del género femenino en el teatro

Escasean las productoras, tenemos a Tina Galindo y Rebeca Moreno. Son muy pocas las brillantes. En cuanto a directoras, Cecilia Sotres, Itari Marta, Juliana Faesler, aunque van ganado terreno. Vestuaristas: Cristina Sauza y escenógrafas Mónica Raya, pienso en las constantes. Afortunadamente han surgido más dramaturgas: Estela Leñero, Verónica Musalem, Ximena Escalante, Sabina Berman, Bárbara Colio, por citar unas pocas. Actrices, si hay muchas.

¿De qué se habla en el Drama actual?

Igual que la televisión y el cine, se mantienen vivos los ejemplos de un machismo oculto y otro visible: se refrenda el patriarcado en un altísimo porcentaje. Se reiteran los prejuicios, las enseñanzas tradicionales, con la solución final de “portaos bien chicos”. Por su parte están contestando las mujeres con temas feministas, que deja al hombre apaleado.

Sería largo analizar las obras en que el patriarcado se mantiene vigente, otras en que hay misoginia oculta, a veces son comedia y logran un tratamiento aceptable a lo que de otra forma causaría molestia. ¿Han pensado qué diría la Generación de Cristal si José Zorrilla hubiera estrenado ayer el Tenorio? Hay temas que poco se abordan. Las mujeres que mal educan a los hijos, que no lavan su ropa o hacen la comida, esperan a que alguien lo haga; también las mujeres que cuidan a los enfermos, a los niños de las hijas abandonadas (que terminan buscando otro hombre y consiguen más responsabilidades).