AURORA VALLE

Con más tres décadas de carrera (inició muy joven) Aurora Valle es hoy un referente del periodismo televisivo de espectáculos. Actualmente conduce para el canal de paga TLNovelas, el programa de entrevista Confesiones (Domingos 4:20 pm).

Cuestiono sobre cuál es su límite, qué no preguntaría y responde: “Lo hecho toda la vida, en mis más de treinta años de carrera. Yo pregunto en la manera más respetuosa que se puede hacer, hablan y si el artista dice ‘ya no quisiera hablar más del tema’, no se habla más. Antes que reportera o periodista, yo soy una persona y soy empática con la gente. Estoy muy agradecida que vayan a mi espacio, lo que menos quiero hacer es molestarlos y hablan hasta donde ellos quieren. Yo no me voy a la yugular, nunca”.

Comento que los periodistas de espectáculos a veces tienen fama de caníbales, ella reconoce: “¡Híjole! La verdad es que se ha ganado, se ha ido incrementando. Yo tengo viviendo en México 24 años, pero súmale unos siete u ocho que yo trabajaba en Guadalajara; en Televisa Guadalajara, en aquel entonces había reporteros que en una conferencia de prensa hacían una pregunta que ni al caso y se acababa la conferencia, se enojaban los artistas porque, de verdad, no venía al caso. Ahora se ha incrementado porque cualquiera abre su canal, porque cualquier persona sin saber un antecedente afirma cosas sin conocer a las personas, igual con las redes. Yo sí creo que por algunos hemos pagado todos, aunque, en mi caso la gente que me conoce sabe quién soy, de dónde vengo, los años que tengo de carrera, sabe que no necesito que a mí me escriban el teleprónter para salir en la tele, yo escribo mis guiones, reporteo, redacto notas, saben quién es quién”.

Sobre la poca confiabilidad de la información que inunda la red, opina: “El objetivo es ganar seguidores para YouTube y todas esas plataformas donde pueden monetizar, entonces, se hace un canal escandaloso para que caigan, hacen como que investigan, pero, esas personas cuando quieran conseguir una entrevista con alguien, les va a decir ¡no!”.

Pasamos a su actual proyecto Confesiones: “Surgió a raíz del programa que produjo Carmen Armendáriz que se llamaba Intrusos, creó una sección y me la dio porque saben que nos encantan las entrevistas, que se llamaba La confesión, de cuatro minutos, me sobraba mucho material y le dije vamos haciendo un pilotito con todas estas entrevistas que tenemos, me sobra mucho material aguanta una hora. Al director del canal, en aquel entonces Luis Luisillo, le gustó y así nos fuimos al aire. Esta perfecto para el canal porque estamos hablando de la historia, somos telenoveleros y el canal es eso”.

“Además de sus carreras, sí hablamos de la vida personal. Todos tenemos vidas paralelas, la profesional, la que conoce el público o tus compañeros de trabajo y la personal, entonces es en qué momento se pueden empatar. A veces, te va muy bien lo profesional y muy mal en lo personal o viceversa. A diferencia de lo que puedan opinar en el palacio de gobierno, en las mañaneras, yo sí siento que todos necesitamos historias aspiracionales, cuando sabes que alguien que es famoso, popular, que le va bien, que le han sucedido todo tipo de cosas y tú estás viviendo esa situación, sí te puede ayudar a salir adelante. Que la gente que sale en la tele tampoco es que vivan en un castillo y siempre les ha ido bien ¡No! Han batallado, los han rechazado de proyectos, de trabajos y hoy son exitosos. Son historias que inspiran, son historias aspiracionales”, añade.

Sobre Tlnovelas, canal especializado en melodramas, comenta: “Este canal calladito, calladito, no hace aspavientos, aquí son prudentes, está entre los tres más vistos de sistema de cable y te hablo de todo lo que hay, porque son historias que le gustan a la gente. Hoy se emocionan con las novelas turcas, pero están basadas en los melodramas mexicanos. Yo soy telenovelera y no me cuesta nada decir”.

No obstante, es un género donde México alguna vez fue líder absoluto y ha perdido muchísimo terreno, la periodista explica: “Yo creo que es porque se abusó de las mismas historias, de pronto nos llegó un Café con aroma de mujer que es la pobre con el rico, la misma historia, pero mejor contada. Se abusó, cuando los extranjeros nos llegaron con historias más atrevidas, nos dieron la vuelta porque avanzaron, ya tocaban la homosexualidad y las drogas, cuando aquí seguíamos en el mismo”.

Al remontarnos a los orígenes periodísticos de Aurora Valle, confiesa: “No soy una periodista titulada en la Universidad pero en la calle luego te cuento todas las que he vivido. A mí me buscó el reporteo de espectáculos no es que yo lo haya buscado. Sí pedí una oportunidad, el esposo de una amiga era programador de radio y yo dije dame chance, mira quiero presentar canciones, me hizo una prueba de voz me dijo ‘va’. Después, me encontré a un amigo que trabajaba en la teve de Guadalajara me dijo: ‘Hay casting para el reporte del tiempo ¿no quieres hacerlo? Hazlo si te quedas al rato ya te metes a hacer lo que quieras’. En radio, de presentar canciones, al año después ya tenia cuatro horas y me llevaban las disqueras artistas”.

Pronto pasó del clima a las entrevistas en Televisa Guadalajara, donde conoció a Paty Chapoy que después buscó en TV Azteca, y entró a suplir a Mónica Garza por permiso de maternidad. Propuso e hizo un programa especial sobre Mirada de mujer, donde dijo que estaba en El ojo del huracán, le gustó a Martin Luna, entonces director del canal dio luz verde a la conductora: “ármate un equipo y se van cada sábado al aire”. “Así es como surgió El ojo y estuve más de ocho años al aire, luego lo dejé, estuve haciendo Ventaneando. Después, me invitó Televisa, he hecho de todo un poco”, nos narra.

Valora lo aprendido en la perla tapatía: “La verdad es que te miran mal y te hacen menos porque vienes de una televisora de provincia, pero allá aprendí mucho, eso sí te lo puedo decir. Cuando llegué, descubrí que lo que yo hacía allá, aquí lo hacen cinco personas y dije con razón están tan consentidos. Allá reporteaba, redactaba, yo iba al archivo a buscar los videos para ilustrar mi nota y no me podía levantar de la sala de video hasta que mi nota no estuviera terminada y luego conducía. Hacia muchas cosas y es la base que yo traigo”.

“En Confesiones no es sólo una entrevista de una hora, yo edito y trato de meter las mejores imágenes, claro que tengo un equipo padrísimo que consigue las mejores imágenes, sobre la base de un guion que lo hago yo. Es laborioso, pero está el material en tus manos, ellos confiaron en mí, de que saliera una bonita entrevista y ahí está el material en mis manos. A las nuevas generaciones no les enseñan a hacer eso, lo dejan al ‘ahí se va’ y que alguien más edite sus notas. Somos pocos a los que nos gusta el reporteo como tal”, ejemplifica.

Es la menor de cuatro hermanos. Cuando concluyó la prepa fue a estudiar a Estados Unidos a una academia de tenis: “Es lo que más me gusta en la vida, después de mi trabajo y mi familia”, deporte que practica desde los ocho años. Dicho viaje resulto trascedente: “Aprendí muchas cosas y es que no siempre el que se enoja pierde. El enojo bien canalizado, te puede sacar a flote, la desesperación no. El tenis se va jugando punto por punto, en la vida es igual, no puedes saltarte tres puntos sin haber jugado el primero, eso me ayudó mucho. Era la primera vez que me separaba de mi mama, y eso me dio unas bases y una disciplina”.

Se describe: “Soy muy disciplinada. Y sé que lo que nunca voy a permitir es que nadie opine sobre mi vida personal. No sé si te ha pasado que tomas una decisión y alguien te dice ´yo en tu lugar hubiera hecho esto´, yo siempre les digo ‘¡yo no te pregunte!’. Hoy en día te puedo decir que lo mejor que me ha pasado en la vida es tener a mi hija que se llama Victoria, acaba de cumplir 18, es mi compañera y es increíble. Soy divorciada, pero tengo una increíble relación con su papá. Yo siempre he preferido la paz a una guerra, me han ofrecido algunos trabajos y a cambio yo tenía que sacrificar mi paz y los he rechazado”, concluye.