CHEF YISUS
Un tour de sabores latinos
- GASTRONOMÍA
- mayo 2024
- Josué Cruz
- Fotografía: Cortesía VIX
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Un viaje por los sabores latinos a través de la Unión Americana es la invitación de Jesús Díaz, mejor conocido como el Chef Yisus, quien se popularizó en la sección de cocina de Despierta América y ahora en Qué delicia: El sabor de América recorre restaurantes latinos avecindados en Estados Unidos, mismos que podemos ver a través de la plataforma de streaming VIX.
Inició como lavaplatos, llegó a ser dueño de su propio restaurante (2012-2018) y hoy es uno de los chefs más reconocidos de la televisión latina en el vecino del norte. Nos habla de su incursión en la cocina: “La cuestión de chef fue una combinación entre la necesidad de trabajar y la necesidad de ya cocinarme yo mismo, porque ya mi mamá, que era la que cocinaba para nosotros, no estaba”.
El béisbol le abrió las puertas de la universidad: “Cuando me dieron la oportunidad de jugar en la universidad béisbol, yo escogí periodismo y eso fue lo que estudié, pero después, con lo de mis trabajos en restaurantes y todo, fue que me metí en la escuela culinaria y fue lo que me llevó, realmente, a Despierta América”.
Sobre el avance de los programas de cocina, expone: “Es una combinación de cosas, las nuevas generaciones son mucho más curiosas de lo que comen, de lo que se prepara, de las opciones que hay. La percepción de la carrera de chef cambió mucho, antes era para el que no quería estudiar, el vago, el maleante, para el que le daba fastidio los estudios y hacía algo más práctico que era la cocina. Eso cambió, tú ves a profesionales, incluso que han estudiado otras carreras, médicos, artistas, gente que estudia leyes, que al final se aburren de su carrera, pasan a la escuela culinaria y transfieren esa inteligencia y esa creatividad en la cocina. Ya el ser chef no es un trabajo mediocre como lo consideraban antes, de hecho, pagan muy bien ciertos sitios”.
Narra cómo surgió la idea de Qué delicia: El sabor de América: “Yo venía haciendo en Despierta América segmentos de cuatro minutos, cinco cuando mucho, a mí me gustaba mucho cuando viajaba, cuando tenía la oportunidad de hacer algo fuera de Miami, juntarme con chefs, de mostrar la gastronomía de otros sitios, pero era muy corto, era muy limitado y cuando hicimos el piloto, el concepto era justamente darnos el tiempo de visitar los lugares y contar las historias, que lo vienen haciendo los americanos desde hace mucho tiempo, pero en español no ha habido tanto auge en este tipo de shows. Fuimos a 13 ciudades de Estados Unidos todo alrededor West Coast is Coast abajo, arriba y que en cada ciudad visitamos al menos cuatro restaurantes y cada uno tiene su tiene su esencia, sea de la abuelita o sea de un muchacho que estudió y tiene estrella Michelin, es de todo un poco. Eso es lo bonito, la variedad y todas esas historias tan inspiradoras”.
“Es de nuestra cultura, es saber o recordar de dónde venimos, qué hacemos, a qué sabemos, lo que cocinamos, cómo llegamos aquí, lo que nos ha costado, todo eso tiene un capítulo en el show, en cada ciudad, en todos lados. Hay de personas de distintos países de Latinoamérica haciendo su comida y contando la historia de cómo ese negocio les permitió conseguir un estatus o traerse a su familia, salir adelante. Yo creo que es un contenido muy completo porque no es sólo la comida, el plato y la receta, es que también nos muestra un poco nuestra cultura, de todo lo que hemos luchado para para llegar ahí conseguir nuestras cosas y bueno sobre todo la nostalgia de esos platos que a veces vemos y nos recuerdan algo que hayamos probado de una abuela, una tía”.
Habla de la importancia de los latinos en la industria gastronómica estadounidense: “Mira por lo menos en el área gastronómica, si no fuera por los latinos no existirían. O sea, puede ser un restaurante italiano, francés, no tiene que ser comida latina, donde tú entras en un restaurante, siempre hay un latino con una posición importante, más de uno diría yo, pero sí hay que destacar que somos un ancla muy grande en la gastronomía”.
Jesús se ve una persona relajada, por lo que le pregunto sobre la idea de la disciplina militar en la cocina, él difiere: “Eso ha cambiado, antes el chef era un amargado, soldado muchas veces, la mayoría gordos, tenías ese prototipo. Ahora lo ven uno delgado (de hecho, es atlético) y dicen ‘¡Chef flaco!’, pero es que ya tú te pones a ver y Anthony Bourdain, se murió flaco; el mismo Guy Fieri, que era bien gordito, ahora está flaco; Gordon Ramsay hace maratones y triatlones, los chefs ahora se cuidan. También ese tema de ser gritón y todo eso, yo creo por eso me gustó mucho la cocina fría, el concepto Nikkei (peruano japonesa), porque es otro tipo de ambiente, es algo un poquito más pasivo, metódico, no es esa gritadera atrás en una cocina caliente, donde hay insultos y hay estrés, o sea, sí lo hay, pero se maneja de otra forma. Creo que eso ha ido bajándole un poquito el tono a la cuestión. Además, fue cambiando la carrera, ahora tú escoges ser cocinero y lo haces, con un poquito más entusiasmo y con pasión, eso cambia todo”.
Le pregunto si lo más rico es ilegal, inmoral o engorda y tras una risa reconoce: “En la cocina tiene mucho de cierto. No sé si es ilegal o inmoral, pero de que engorda, ¡engorda! Son muy pocas las opciones que pueden ser buenísimas y que no te engorden, es casi imposible porque un plato que sabe rico y que emociona, siempre tiene una variedad de cosas incluyendo grasita, incluyendo sazón, o si es dulce pues entonces tienen harina y azúcares, siempre te llevas tu golpe por algún lado de alimentación. Hay que tratar de balancearlo lo más posible o controlar las cantidades, no sentarse a meterse un cerro de comida, sino comer poquito y saber que lo vas a disfrutar un poco más que si te metes un plato de lechuga”.