DANIELA ZAVALA

La película “Almas rotas” es una de las cintas que congelaron su estreno por la pandemia, y paradójicamente vive un gran momento en festivales internacionales, y en esta ocasión charlamos con su protagonista Daniela Zavala.

La cinta que protagoniza Daniela Zavala ha sido premiada como mejor película en lugares tan distantes como Japón (Golden Harvest Film) y su trabajo le ha hecho merecedora del reconocimiento a la mejor actriz en las ediciones del 2021 del Cinema of the World International Film Festival, Roosevelt Film Festival de New York, New York Movie Awards y Festival Internacional de Cine de Tequila.

Nos comenta: “Estoy muy contenta con lo que está pasando con Almas Rotas. Ha tenido muy buena aceptación en festivales internacionales, la pandemia nos detuvo para poder exhibirla en cines en su momento, pero afortunadamente agarró otro camino en los festivales y nos ha ido muy bien”.

En el momento de la entrevista, aún no se definía cuándo sería el estreno en salas mexicanas, además, de la posibilidad de poderla ver en streaming, en el mediano plazo: “Todas las películas que se hicieron en el 2020 andan flotando, algunas esperando una programación, otras directas a las plataformas”.

No obstante, asegura que Almas rotas es una película para verse en cine, aunque confiesa: “No deja de darme mucho nervio ver mi trabajo, prefiero no verme. Es una cosa muy rara, es difícil verse sin juicio. Sin embargo, cuando vi la película en el Festival de Cine de Morelia quedé muy satisfecha con lo que vi. ¡Contenta! ¡Me gusto!”.

Explica el éxito de la película: “Está contada desde un lugar muy honesto, se ve en la pantalla. Es un guión honesto. El director lo narra, lo escribe desde un lugar muy personal. La fotografía es espléndida. También puedo decirte que el trabajo que hizo con nosotros los actores, es un buen trabajo, muy gratificante, los personajes están muy bien construidos. Hay muy buenas interpretaciones”.

“Es tema de la pérdida, de haber abandonado a la familia, de haber regresado. Son temas que nosotros hemos visto en muchos lugares, en muchas historias, que hemos podido vivir como individuos. Sin embargo, la particularidad de esta cinta es el lugar en donde está situado: la hacienda donde se cuenta la historia existe, está en Zacapu, en ruinas tal como se ve en la pantalla y es como otro personaje. Lo que yo puedo imaginar es que, para el (espectador) extranjero, para los festivales internacionales, esto resulta un plus, es como si ellos se pudieran asomar por la mirilla, por la cerradura, a ver un universo muy íntimo y en un lugar que puede resultar exótico y diferente, y eso tiene Michoacán con lugares muy particulares, llenos de personalidad”, complementa.

Señalo que hay cintas que la crítica ama pero la taquilla odia y viceversa, lo reconoce y luego expone: “Yo pienso que hoy en día el cine está viviendo un buen momento, hay muchas películas y gracias a eso podemos ver tanto cine de autor que no pretende congraciarse con nadie, solamente exponer un trozo de la realidad. A muchas personas puede gustarle o no, porque se cuenta en el tiempo del director, como lo ve en la historia, y no es el mismo tiempo al que estamos acostumbrados en el cine norteamericano, las plataformas y que nos dan mil cosas en muy poco tiempo, digamos, como el cine comercial. Es un muy buen momento porque hay tanto cine que se puede satisfacer a esos dos públicos, al que le gusta el cine comercial y al que prefiere una mirada particular de un director”.

Le pregunto en qué clase de proyecto prefiere participar y confiesa: “Mientras haya un buen personaje, me gustan, ambos. Sin embargo, en mi experiencia, hasta el día de hoy, he disfrutado mucho ser parte de una película como Almas Rotas con personajes profundos, con una huella de dolor intensa, con algo por resolver. Para mí, ha sido muy emocionante ser parte de este proyecto. El día de hoy te puedo decir que prefiero ser parte del cine de autor”.

La película que nos convoca llega en un momento muy oportuno: “Hoy en día que todos estamos viviendo situaciones muy críticas, muy difíciles, donde todos hemos tenido pérdidas significativas cercanas y muchas veces no hemos podido despedirnos. Almas Rotas está jugando un papel muy importante en el espectador, porque hay una especie de espejo con la realidad: la pérdida que tiene es inesperada, son despedidas y viene a transformarles la vida a los dos personajes de manera definitiva. Se parece a la realidad en ese sentido y nos hace ver cómo es importante resolver los temas que no resolvemos de la vida, porque seguiremos arrastrando y en algún momento nos va a alcanzar”.

Cuestiono si se le ha roto el alma a la actriz, y exterioriza: “¡Sí claro! Fíjate que gracias a eso te puedo decir que me siento mejor actriz, cada momento doloroso de mi vida he tratado de sumarlo, no solo como crecimiento personal sino en mi vida profesional. He tratado de sacarle lo mejor de cada momento, en donde siento que se me rompe el alma y creo que está bien, la vida es sube y baja constante, lo único seguro es que no hay nada seguro. Mi vida no podría ser nada más cosas bonitas porque ¿de dónde podría sacar referentes cercanos para poder interpretar personajes profundos y lastimados si no es de uno mismo?, Si no vas a ti mismo a tratar de encontrar qué similitudes tienes con el personaje, ¿qué vas a interpretar?”

Nos comparte cómo construye sus personajes: “Primero leo completita la historia, después trato de buscar los vasos comunicantes entre el personaje y mi persona, en donde conecto con el personaje que tengo yo, ver qué se parece a lo que me pasa, a lo que le pasa a ella. Siempre he pensado que el personaje lo tengo que encontrar en mí, no tanto construirlo de manera exógena, está dentro de mí y lo construyo desde ahí. Ha sido la manera en que lo he hecho casi siempre. Es una especie de río emocional lo que hay dentro de mí y yo permito que se abra en función del personaje, dejo que salga, permito que el personaje viva a través de mí, cuando termina, cierro la llave y al día siguiente la vuelvo abrir”.

Narra cómo se percató de su vocación: “Me recuerdo –desde niña–, queriendo contar historias. Me gustaba escribir cuentos, actuar, hacer pequeños sketches, leer cuentos infantiles. Me gustaba ver otras historias, que me contaran lo que pasaba en otros lugares del mundo con otros personajes que no era gente que yo conociera”.

Aproximadamente a los diez años empezó a trabaja en un salón de fiestas, en montajes de obras infantiles actuadas por niños, trabajo remunerado: “Me cayó el veinte que podía trabajar de esto, aunque era muy chica. Mi papá y mi mamá siempre me apoyaron, de modo que nunca me resultó difícil soñar con ser actriz”.

Egresada del Centro de Capacitación Artística de Televisa, sus primeros años como actriz los enfocó al teatro, de hecho, hoy es productora, aunque por la pandemia se quedó con tres proyectos varados en 2020. En medios masivos ha destacado en la serie El señor de los cielos (Telemundo) y en el filme Como caído del cielo (Netflix).

Nos habla de su próximo proyecto: “Estoy regresando a la televisión. Voy a empezar a grabar la telenovela “Volverte a ver” con el productor Ignacio Sada. Estará al aire en octubre. Es un personaje fascinante, me robó el corazón, viví algo muy similar de cuando leí a María, el personaje de Almas Rotas, dije ‘¡Quiero interpretarlo!’ Hice pruebas y me quedé. Es un personaje clave. A la mamá de la protagonista le suceden muchas cosas, es muy diferente a las mamás que hemos visto”.

Para concluir se describe: “Soy una mujer creativa, sencilla, disfruto las cosas pequeñas de la vida, me gusta estar en casa, leer, tener momentos en silencio para la contemplación, cosas cotidianas, sencillas. Me gusta estar en contacto con la naturaleza. Como actriz, me gusta siempre estar preparada para lo que viene, estarme preparando, estudiando, renovando mis herramientas, viendo mucho cine y leyendo mucho. Me gusta mucho ver películas clásicas. También leo mucho teatro porque me encanta imaginar y desarrollar todo el entorno”.