FABIOLA MARTÍNEZ

Ha arrancado corazones en programas como La escuelita Telehit, Guerra de Chistes, La cantina del Tunco, Queremos más, cuenta con más de un millón trescientos mil seguidores en Instagram, Fabiola Martínez, definitivamente una figura de la televisión.

Muy pronto, participará en una nueva plataforma en línea: “Ahorita viene algo bueno, creo que aún no lo puedo contar, pero viene algo muy padre en cuanto a la nueva plataforma de todo este rollo, se estrena en octubre, va a estar fuertísima y soy parte de ella. No podemos decir nada, pero muy pronto van a ver espectaculares por toda la ciudad, es tipo Onlyfans”.

Nuestra entrevistada inició su carrera en un programa de multimedios Monterrey, Acábatelo, nos narra que iba como público cuando Mario Bezares la vio, la invitó a participar en los concursos televisivos para luego ofrecerle integrarse a su elenco: “Siempre me ha gustado la fama, que sepan quién soy, que me reconozcan. Así soy desde que estaba chiquita, yo veía la tele y decía: Qué padre, ya sale la tele y la conocen, qué padre sería estar ahí y supe que era eso lo que me iba a poder”.

No obstante, con la fama ha venido cierto acoso: “La gente te juzga como si ellos fueran personas perfectas y te escriben en redes sociales como si te conocieran, como si supiera lo que tú estás pasando y a veces sí es feíto, es difícil”. “Antes me dolía mucho o me frustraba porque yo le quería contestar todo; o sea, decir cómo piensas que esto es verdad y no sé qué, me enganchaba; por decir, si 100 comentarios eran buenos y uno malo, yo le contestaba al malo, me quedaba con lo malo. Fueron pasando los años, yo estudié psicología, y decía ‘no puede ser posible que en lugar de ver todo lo bueno, vea lo malo’, que es lo que casi todas las personas hacemos y no sé por qué… Es como cuando tienes una casa hermosa pero la sala está fea y te concentras en eso. Entonces, dije ‘¡Ya basta! Que piense cada persona lo que quiera’ y en realidad ya no me dedico a dar explicaciones. Al final de cuentas, siempre va a ser la verdad de cada persona; lo que tú opines de mí, eso es la verdad porque lo es para ti, es tú verdad; lo que otra persona opine de mí, es su verdad. Imagínate si nos vamos por el mundo tratando de que todos sepan quién somos en realidad, pues está cabrón. Yo solo me encargo de que mi familia y la gente cercana sepa quién soy”.

Con frecuencia la vemos en papeles de bomba sexi, en programas donde a veces el conductor juega con el doble sentido hacía el atractivo visual, no obstante hay quien no entiende que es ficción, nos explica: “Es la tontería total, porque es un personaje realmente igual que los actores, nosotros interpretamos un papel y mi personaje era como muy lindo, muy tonto, sí le decían cosas y ay sí se la creía y pues en la vida real no soy nada de eso, a mí me dices algo y te parto tu madre, prácticamente. En la vida real, nos llevamos increíble, nos adoramos y no nos faltamos al respeto”.

Expone: “La televisión es televisión, o sea, al final de cuentas lo que le interesa o lo que nos interesa a nosotros es vender imagen, vender un producto, vender lo que sea, igual que en las series que ahora están saliendo, todas tienen escenas sexuales, donde a la mujer se le ve el busto, incluso ayer yo estaba viendo una serie que se llama Monarca y al hombre ya se le ve ahí o sea algo impresionante, pero pues al final de cuentas es eso es morbo, a la gente le gusta. Tienes que aprender a saber que es una pantalla y que en la realidad, solamente eso, y si no te gusta, no la veas.  A lo mejor nos vestimos muy sexys, pero yo no sé por qué la gente se martiriza, cámbiale; o sea nadie te obliga a verlo, igual que en redes sociales, si no te gusta, cómo es una persona para que le tiras hate, ya no la sigas, ya no veas lo que hace, pero hasta parece que a la gente le encanta atormentarse”.

Le pregunto si alguna vez ha sentido que el co-conductor se pasa de la raya con ella, acota: “Conmigo, a diferencia de otras conductoras que estuvieron, se medían mucho porque me conocen en la vida real. Entonces, digo, está bien, vamos a hacer esto de tele y todo, pero tampoco te me pases”.

Sobre su éxito en redes opina: “Yo creo que a la gente le ha gustado lo que he hecho desde que inicié en televisión y les gusta lo que subo, porque ahí hay una parte de Fabiola, pero no es toda. Hay veces que puedo subir cosas de enamorada y no estoy ni enamorada, a veces puedo subir cosas de triste y no estoy triste, muchas cosas de las que no es Fabiola. Al final, siempre salgo ahí bonita, siempre estoy en el ejercicio, pero nunca les he subido algo como la verdadera Fabiola; al final de cuentas yo creo que las redes sociales son un éxito porque muestras como lo más bonito y pues eres inspiración para otras personas».

Nos dice que desea retirarse joven de los escenarios y por ello ya hace ciertas inversiones: “Yo siempre estoy pensando en el futuro, me da pavor llegar al futuro y no tener una buena economía. Casi siempre lo inmobiliario deja y fue como me aventé, empecé a juntar dinero, hice los primeros cuatro locales, creo en un año y medio tengo que hacer otros cuatro más y, ahora sí, poder decir vivo de mis rentas”.

En la conducción suele interpretar un papel, por lo que le pregunto en dónde se ha sentido más ella: “Cuando estuve en La cantina del Tunco, creo que ahí fue más Fabiola real, porque yo era la encargada de los juegos, soy súper competitiva, me encanta ganar y ahí ponía orden. En ese programa, yo agarré la batuta prácticamente de todos los comediantes y yo decía qué se hacía; me tocaba competir contra actrices que iban o cantantes, y a mí no me importaba nada, o sea yo salía de ahí toda moreteada, desgreñada”.

Para concluir se describe: “Soy una mujer muy fuerte, nunca se da por vencida, soy muy terca, muy soñadora y creo que disciplinada”.