«CARTA DE GRATITUD»
Agradecer, el camino más corto para ser feliz
- MISCELÁNEO
- febrero 2021
- Karla Aparicio
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Desde hace tiempo quería agradecer de forma especial a una persona que me apoyó en varios momentos de mi vida, y le había estado dando vueltas a la idea de cómo hacerlo. Alguien me recomendó hacerlo por medio de una “carta de gratitud” que consiste en escribir a puño y letra, desde el corazón, una carta a quien deseas agradecer, y algo muy importante es leérsela tu misma. Quien me dio este valioso consejo me dijo: “¡Te vas a sorprender con todo lo que va a suceder!”Me pareció muy buena idea, así que me regalé todo el tiempo del mundo para escribirla desde el amor, y una vez que terminé, programé una visita a su casa para leerle en voz alta mis sentimientos de gratitud. Ella, que era tan especial para mí, no sabía lo agradecida que yo estaba por los incontables detalles de bondad y amor que tuvo conmigo y más en momentos difíciles del pasado.
Y llegó el día de la lectura de la carta. Confieso que estaba un poco nerviosa. También lo estaba ella. Se le hacía extraña tanta ceremoniosidad de mi parte, pues nuestra amistad es muy relajada. Me recibió con una botana exquisita y una botella de mi vino favorito porque sabe perfectamente cual es. Así que comenzamos con el vinito y eso nos relajó a ambas y las cosas se dieron mucho más exquisitas.
Comencé diciéndole, en broma, que estuviera tranquila, que no le iba a pedir nada, que mi visita era más que nada de gratitud y reconocimiento por todo lo que había hecho por mí en un momento de nuestras vidas y que tenía que leerle algo muy importante.
Pusimos música suavecita para acariciar las palabras, y mientras le leía, su rostro tenía una linda sonrisa y sus ojos se llenaban de agua: no dejó de llorar. La lectura se nos fue entre risas y llantos. Fue un momento hermoso, yo también tenía que pausar mi lectura para poder aclarar mis ojos borrosos por mis lágrimas.
Algo tocó las fibras más profundas de ambas. Nuestros niveles de felicidad se elevaron. Fue grande y hermoso lo que ahí sucedió. Lloramos las dos en medio de un silencio lleno de gozo: me quedo corta al platicarles lo que sentimos ambas.
Al terminar nuestro silencio me dijo, tosiendo primero -tenía que aclarar su voz- de la carraspera que dejó ese momento tan intenso: “No tengo palabras… Nunca nadie había hecho algo tan bonito por mí”. Faltan palabras para poder describir lo feliz que se sentía, y bueno, qué les puedo decir de lo que yo sentí: ¡Yo flotaba! Sentí un bienestar que pocas veces he sentido en mi vida. Me sentí feliz, me sentí plena. Una luz salió de mi corazón y se expandió en el universo. Pienso que esto ha de ser un ejercicio muy recomendado en psicología, porque es de lo más positivo, al menos lo fue para mí.
“La gratitud es una de las emociones que más beneficia, no solo a quien la da, también a quien la recibe”.
¿A dónde quiero llegar con todo esto?
Después de experimentar lo que viví, quise saber por qué nos sentimos ambas tan plenas y tan bien, así que comencé mi búsqueda acerca del bien que nos hace agradecer.
Encontré muchas teorías interesantes, entre ellas que la gratitud nos trae al presente, transforma nuestro mal humor y como una lupa amplifica todo lo bueno y bello que la vida nos ofrece, la gratitud transforma todo.
“La gratitud” es un camino espiritual de la transformación y una vez que empiezas a agradecer, encuentras más y más motivos para hacerlo.
La gratitud, en lo individual, expande nuestra conciencia. Sentir gratitud por estar vivos, por tener salud, por tener una familia, por tener un trabajo que amamos, por nuestra integridad física y emocional… Agradecer al otro, sentir gratitud, es sencillamente el mejor regalo que le puedes hacer y sí dicen los libros que si hay testigos es mucho mejor.
Agradecer te proporciona lo que se conoce como el pico de los “ayudadores», es una sensación de dignidad y de gozo muy similar a lo que experimentan los corredores cuando tienen las endorfinas al máximo. Entonces, la gratitud en cualquiera de sus formas, sana, mejora el semblante, la calidad de vida, y nos conecta íntimamente con el otro, es decir, mejora nuestras relaciones interpersonales. Así que, para obtener todos los beneficios mentales emocionales, es muy importante no solo pensar en la gratitud sino sentirla profundamente, y es en ese justo momento cuando la emoción sale como un rayo luz del corazón y se conecta con el universo, con la Vida o con Dios.
Varios autores afirman que hay una íntima relación entre ser agradecido y ser feliz. Al agradecer, el corazón se ensancha, irradia una luz que traspasa el cuerpo y hace que en nuestro rostro se dibuje una sonrisa, de hecho, es imposible agradecer y sentirse triste o neurótico.
LOS TRES NIVELES DE GRATITUD
Podemos decir que la Gratitud se expresa de tres maneras:
*La primera: es como una reacción, es decir, cuando experimentas algo que juzgas bueno y conscientemente dices gracias. Es la gratitud de la respuesta a un regalo, así reconocemos al otro lo que hace por nosotros.
*La segunda: es otra forma de agradecer. Es una actitud. Cuando de antemano decides agradecer algo antes de que suceda. Por ejemplo, por la mañana, antes de saber qué es lo que va a pasar en el día.
*La tercera: es como una intensión incondicional. Este agradecer requiere de fe, de mayor conciencia y confianza en la vida, e implica la visión de que todo lo que acontece será para un bien, agradecemos lo que sea que suceda no importa si en el momento lo juzgamos bueno o malo. Este tipo de agradecimiento es una filosofía de vida, es una decisión personal que implica ver que Dios o el Universo siempre estarán a nuestro favor.
Practicar una actitud incondicional de agradecimiento significa reconocer y honrar paso a paso lo que sentimos sin resistirnos a luchar contra ello, con la humildad de rendirnos ante lo inevitable y confiar.
Ya estamos hablando de otro nivel, estamos hablando del Agradecimiento como una Verdad. Aquí, la palabra agradecer tiene “A” mayúscula, es algo como: “el agrado de ser”, es decir, somos lo que buscamos, es despertar a la conciencia de que todo lo que buscamos: amor, paz, felicidad está dentro de nosotros: la felicidad no va y viene, lo que va y viene es nuestra conciencia de la felicidad.
Optar por agradecer incondicionalmente los hechos de la vida, a pesar de que vengan envueltos en dolor o miedo, puede cambiar por completo nuestra forma de vivir.
Recordemos que en la vida el diez por ciento lo que se presenta, y el noventa restante, la actitud ante lo que nos sucede.
Entonces, si buscamos tener una mejor calidad de vida, vivir más plenos, incluso hacer más feliz a tu pareja, ¡agradece!, así de fácil, y tú mismo te darás cuenta de que es el camino más corto para sentirte cada día más pleno, más feliz.
P.D. Ahora estoy considerando agradecer con otra “carta de gratitud” a la gran maestra que me incursionó por el hermoso camino de » LA GRATITUD”.
¡Gracias totales a ti que me lees!
Soy Karla Aparicio y soy de Jalisco
MISCELÁNEO
EL DINERO SÍ IMPORTA
El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida…