FRANCISCO GARFIAS
“Más que sociedad desinformada, está manipulada”
- PERIODISTA
- agosto 2022
- Patricio Cortés
- Fotos: Josué Cruz
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En esta ocasión charlamos con Francisco Garfias, columnista de Excélsior, director del portal El Arsenal, experimentado periodista, corresponsal. Nos narra cómo se transformó en el periodista que es.
Un examen de orientación vocacional de la Universidad Nacional Autónoma de México le indicó que era aptó para cuatro carreras: periodismo, relaciones internacionales, ciencia política y sociología, se decantó por la primera.
Cursó la carrera por etapas, casi a la mitad de la misma se fue de mochilero a Madrid, España, y justo llega cuando asesinan al general Luis Carrero (diciembre de 1973), y regresa a México en el 77. Luego fue a París, pensaba quedarse tres meses y resultaron tres años, obtenía ingresos tocando guitarra en el metro parisino, así conoció al expresidente Luis Echeverría, quien tras oír Échame a mí la culpa y enterarse que era mexicano, le obsequió 500 francos, ¡lo que ganaba en una semana!
Regresó nuevamente a reincorporarse a sus estudios y entró al diario Uno más uno, cuando el director era Manuel Becerra Acosta, como “hueso”, o sea, quien va por las tortas y cuida que los redactores tengan lápices a la mano. De ahí, empezó a trabajar en Radio Educación en la época de José Antonio Álvarez Lima y en PEMEX; juntó dinero con la obsesión de regresar a Francia, ofreció irse de corresponsal sin viáticos, sólo su pequeño sueldo y retornó al viejo continente, también ofreció mandarles notas a Proceso e IMEVISION, que le publicaron, más no le pagaron.
La economía complicó la situación: “Vino la crisis, congelaron las divisas, el peso. Si mal no recuerdo, éramos Aniceto Meléndez, que era el corresponsal de Televisa y yo, María Elena Rico que estaba en Madrid y fue una época dura donde tuve que regresar al metro a cantar porque no podía sacar dinero, era la época donde López Portillo iba a defender el peso como un perro. Esto obliga a que regrese, termino la escuela y me vuelvo a ir”.
En este retornó a Europa, Raymundo Riva Palacios, quien era corresponsal de Excélsior fue repatriado para dirigir la sección internacional del diario y al percatarse que Francisco Garfias ponía gran empeño en su trabajo, convence a Regino Díaz Redondo de darle a nuestro entrevistado su puesto, mismo que es aceptado pasando su sueldo de 400 dólares en Radio Educación a mil 500, más pagó de renta, gastos y una oficina: “Empecé a trabajar más seriamente en el periodismo, porque por ejemplo, cuando estaba en Radio Educación cubría la guerra de las Malvinas desde París, porque veía la BBC y mandaba mi nota como si estuviera en Londres. Fue cuando ganó François Mitterrand”.
Regresó a México en 1989: “Un mes después de que Salinas entró al poder, mi salario cayó diametralmente, me pagaban lo que pagaban a los reporteros aquí, que era una miseria y me empezaron a mandar como apoyo de Lourdes Galaz, entonces titular de la fuente de la Cámara de Diputados en Excélsior, en la época cuando se quemó el palacio legislativo. Luego empezaron a turnarme para el Senado, y el mundo legislativo me fascino”.
Lo hicieron titular y lo mandaban también a cubrir campañas. Su primera campaña presidencial fue la de Cuauhtémoc Cárdenas del 94: “No teníamos los instrumentos que hoy existen: llegábamos a los pueblos en la noche a colgarnos de cualquier hilo para poder pasar la nota, teníamos que conectar la computadora a un teléfono de los antiguos o pasarla por llamada”.
“Duré hasta el 2000 en Excélsior. Yo sentía que el periódico se había vuelto demasiado oficialista y yo teniendo todos mis contactos en la oposición, hoy gobierno, era verdaderamente difícil colocar una nota en primera plana”.
Se fue a Milenio, Federico Arreola le ofreció quedarse cuando salió Riva Palacio, pero cuando llegó Carlos Marín, las cosas cambiaron: “Empezó siendo una magnífica relación; luego, a haber malos entendidos que culminaron en mi salida. Hoy otra vez tengo en muy buena estima a Carlos, incluso, alguna vez que lo cité en una columna, me escribió y me agradeció”.
En La Crónica, dirigida por Pablo Hiriart, se le ofreció hacer columna, posteriormente, la actual administración de Excélsior lo convocó doblándole el salario: “Hablé con Pablo y lo entendió. Me fui a Excélsior, seguí con la columna, pero yendo a Cámara de Diputados porque yo sabía que ahí había 500 fuentes y sacaba mucha información. La columna se alimentaba mucho y lo sigo haciendo, me ves ahora en el Senado (de hecho, ahí nos citó para la entrevista), aquí aterrizan todos los problemas que hay en el país, éste es semillero de gobernadores y hasta de candidatos presidenciales”. Refugió también, comento y confirma: “Sí, también refugio, Porfirio Muñoz Ledo llamaba a la Cámara de Senadores la cámara mortuoria. Era ya la jubilación para muchos”.
Le comentó que hoy en día vemos, en ambas cámaras muchos legisladores con nula experiencia política y añade: “Mucho más en Cámara de Diputados que aquí. Ahí hubo grandes figuras, hoy no hay. Yo te puedo hablar de un Juan José Rodríguez Prats, Diego Fernández de Cevallos, Porfirio Muñoz Ledo que era la estrella, no en esta última etapa que fue presidente de la mesa directiva, sino en los tiempos en que era muy activo; Pablo Gómez que fue muchísimas veces legislador. Había gente muy calificada, de muy alto nivel, y hoy, con tristeza, ves que algunos candidatos que hoy son diputados salieron de tómbolas, obviamente el nivel está por los suelos. Yo aquí en el Senado encuentro que hay más nivel, hay políticos muy completos, te estoy hablando de Ricardo Monreal, que es hoy por hoy uno de los políticos más completos; está Dante Delgado, que no necesito describirte todo lo que significa; está (Miguel Ángel) Osorio, que fue secretario de gobernación; Beatriz Paredes, hay otros que verdaderamente dan pena”.
“El problema no es un tema de edades, es un tema del sistema; es decir, habíamos avanzado en la pluralidad en México desde 1997 hasta el 2018, ningún partido tuvo mayoría en las cámaras, estaban obligados a entenderse. Fue porque se logró una apertura de un sistema del partido casi único, en el 97 pierde la Ciudad de México y la mayoría en el Congreso; antes el PRI tenía la gran comisión, era el presidente de la Cámara, no en el sentido figurado de hoy sino era el mandón, a pesar del 88. En el 97 pierde la mayoría y esto los obliga a hacer política, a entenderse y a negociar; lamentablemente todo ese avance se para en seco en el 2018 con la aplastante mayoría que ganó Morena en ambas cámaras y que son incondicionales, como era en el PRI, del presidente, sale una iniciativa de allá y los morenistas ni siquiera la leen y la votan”, expone.
“La democracia dio un salto para atrás, la pluralidad también, los órganos autónomos están en dificultades porque el presidente los tiene en la mira, acuérdate que dijo que “pasaremos de la austeridad republicana a la pobreza franciscana”. Si ya de por sí, para la burocracia, la austeridad republicana resultó terrible, imagínate la pobreza franciscana, expectativa cero en crecimiento económico”, indica.
Coincide en que, a pesar del discurso, hay importantes elementos de neoliberalismo en la actual administración: “El presidente tiene esa duplicidad, paradójicamente, la disciplina financiera es característica de su gobierno, las recetas de FMI son las que se están aplicando, no endeudamiento. El primer gran error que cometió el presidente fue el haber eliminado el aeropuerto de Texcoco porque mató la inversión. Un empresario necesita la certeza jurídica para crear empleos, necesita que no le cambien la jugada. México, desde el 2018, no ha crecido nada”.
Expone: “Finalmente la falta el crecimiento empieza a repercutir en la población, si no hay crecimiento no hay empleo, y si no hay empleo hay descontento… Crece la inseguridad, tienes muchas derivaciones negativas de este no crecimiento. Tiene como pretexto la pandemia, pero te voy a dar un dato, la OCDE hizo un estudio de 47 países de cómo habían evolucionado a partir de la pandemia y México estaba en el 47, otros países lo hicieron mejor y ahora están en mejores condiciones que México”.
Tampoco ve muy buenos resultados en libertad de expresión: “Tengo entendido que ni se meten con los medios, no operan como operaban antes… Un día me embarazaron una nota con un comunicado del PRI y ni siquiera me avisaron, le cambiaron todo el sentido a la nota, la oficializaron. En ese sentido ya no operan, Jesús Ramírez ya no habla para decir ‘oye en primera plana tal’; operan de otra manera, aprietan con el dinero y con ataques, a los más famosos críticos son linchados. Eso ha traído un ambiente hostil hacia el periodista”.
Considera que las nuevas tecnologías también nos pasan factura: “Se hace un periodismo diferente. Hoy con todos los medios al alcance de un reportero, la vivencia directa es mucho menor; antes si no ibas al acto, no tenías la información, hoy, te llega porque te llega. Surgió una moralidad, el reportero multimedia, que tiene prensa escrita, radio, televisión, entonces ¿a qué hora va a reportear?, porque todo el tiempo lo están presionando”.
Pregunto si a pesar de tener acceso a más datos, no estamos más desinformados y acota: “Yo no diría que estamos en una sociedad más desinformada, diría que estamos en una sociedad más manipulada; pero, se está dando un fenómeno, donde llega más la información, el apoyo a la 4T es menor. En las últimas elecciones, en los estados menos favorecidos ‘por así decirlo’, la ventaja de Morena fue aplastante”.
Habla del periodismo incondicional al régimen: “Eso se llama periodismo de causa, entonces, ya de entrada hay un sesgo. Yo lo veo muy inconveniente para la objetividad de la nota, porque siempre vas a estar condicionado por tu postura política. Esos son incapaces de hacerle una crítica a López Obrador, eso de todo está bien desinforma a la gente. Te dicen chayotero, chayote no sé de quién, pero nunca te responden con estadísticas, porque no tienen estadísticas sanas”.
Para finalizar se describe: “Soy un periodista que está al final de su carrera, me siento maduro, periodísticamente hablando. Las experiencias me han enriquecido mucho y la verdad es que estoy satisfecho con lo que he hecho, estoy contento conmigo. Estoy en la sexta década de mi vida, ya avanza, pero como uno no es atleta, sino que fundamentalmente lo que utilizas es la cabeza, todavía puedo estar vigente por un rato”.