JAMAL SHARIFUDDIN BIN JOHAN
Embajador de Malasia en México
- EMBAJADOR
- Patricio Cortés
- Fotografía: Lizbeth Cortés
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En esta ocasión entrevistamos al representante de uno de los tigres asiáticos, país que, este año preside la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático(ASEAN), él es el embajador de Malasia en México, Jamal Sharifuddin Bin Johan.
Sobre la relación bilateral entre nuestras naciones, comenta: “Ha sido amistosa y robusta. Tienen varias áreas de colaboración en varios aspectos como el cultural, educativo y también el comercial, que es el más grande que hemos alcanzado desde 1974 que se establecieron las relaciones bilaterales. Cada vez, ha sido más intensa la relación entre ambos países, tenemos los mismos ideales en diferentes plataformas multilaterales. En los mecanismos de las plataformas internacionales, ambos buscan países el desarrollo económico sustentable y, obviamente, la paz global”.
Desde el punto vista económico, añade: “La relación comercial entre ambos países ha sido cada vez más intensa y muy buena; es el tercer año consecutivo en el que ha crecido. Malasia para México es su primer socio comercial en la zona del sudeste asiático y viceversa para Malasia. México también ha fortalecido su posición y se ha convertido en el segundo mayor importador entre los países de América Latina, justo después de Brasil. De acuerdo con cifras de Malasia, el comercio total creció un 28.6 por ciento en 2024 y las exportaciones desde México incrementaron muchísimo más, casi un 200 por ciento, eso representa 2 mil millones de dólares. Para Malasia, México es su décimo octavo socio comercial, a nivel mundial, y para México Malasia es su noveno socio comercial”.
Sobre los productos mexicanos que pudiesen tener mejor recepción en la nación asiática, expone: “El intercambio comercial entre México y Malasia es bastante complejo, ya que somos parte de la misma cadena de valor y de ensamblaje; por ejemplo, los artículos que más se intercambian entre ambos países son componentes electrónicos y eléctricos. Entonces, aunque sean parte de la misma categoría, son de diferentes cosas y se intercambian porque una parte está construida en un país y la otra está construida en otro. Otros productos intercambiados son las autopartes, artículos hechos de hule, el aceite de palma, también bienes hechos a base de petróleo y químicos. Las importaciones que Malasia puede incrementar de México serían minerales como el cobre y el zinc. Algo más terrenal, a las personas de mi país les interesa mucho el aguacate, las moras y los cítricos. He notado que, en México, se ha incrementado la venta de alimentos procesados que vienen del sureste de Asia, es una tendencia que va en aumento”.
Si hablamos de cadenas de valor y de suministro, éstas, que crecieron exponencialmente con la globalización, hoy se ven amenazadas por razones geopolíticas, no obstante, el diplomático se manifiesta optimista: “Malasia es históricamente una nación comerciante. No vemos ni para nosotros ni para México la necesidad de tener que tomar medidas de protección. Inclusive, ya somos parte de un tratado de libre comercio a través del CPTPP (Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico) donde el intercambio de bienes entre ambas naciones tiene prácticamente 0% arancelario en ciertos productos. Además, Malasia se ha enfocado, cada vez más, en incrementar su infraestructura para hacer más eficiente el comercio internacional y diversificar la procedencia de nuestros bienes y así mismo también para enviar nuestra producción a otros países. Creo que ver hacia dentro no es el enfoque adecuado en esta relación, sino más bien explotar nuestras ventajas comparativas, nuestras fortalezas para que ambos países puedan beneficiarse de la relación comercial”.
También trabaja en estrechar lazos desde otras aristas: “La diplomacia cultural es muy importante; el contacto entre las personas es un enfoque esencial para la vida diplomática. La embajada siempre ha intentado hacer alguna especie de intercambio cultural, a través de exhibiciones, de espectáculos, de videos. Desgraciadamente, traer a los artistas hoy, puede implicar un mayor costo tanto para México como para Malasia por la distancia, lo cual lo vuelve más complicado, pero, siempre, estamos pendientes de cualquier invitación que se nos hagan para festivales culturales, aquí en México, que son muy importantes. Lo que nos ha funcionado bastante bien ha sido el intercambio cultural a nivel educativo, en universidades. Hace unos años, tuvimos ocho estudiantes mexicanos en Malasia, lo cual enriqueció su forma de ver, de conocer otros lugares, de ver otras culturas. Eso va ligado a la promoción turística, afortunadamente nuestros niveles de recepción de mexicanos en Malasia han sido más altos que en la etapa previa a la pandemia, la tendencia va al alza. Siempre animo a que los malayos vengan a México por la diversidad cultural que ofrece el país, por las diferentes tradiciones y la perspectiva tan distinta del mundo que hay aquí, para que lo vean por sí mismos y que no crean a las películas de Hollywood”.
Al corazón se llega por el estómago y en Malasia también son amantes del picante, por lo que indago sobre la posibilidad de un acercamiento por esa vía, comenta: “Tenemos que traer más comida de Malasia aquí, siempre estoy alentando a los empresarios malayos de abrir restaurante aquí en México, pero eso es una decisión empresarial, tampoco puede se puede forzar. Sin embargo, desde nuestra trinchera, aquí en la embajada, hace tres meses hicimos una muestra culinaria en nuestro día nacional donde se dieron muestras del durian que es nuestra fruta más importante. Inclusive, hubo estudiantes de la universidad Chimalhuacán sirviendo la comida y aprendiendo a utilizarla. Ya hemos tenido varios intercambios con universidades para que ellos aprendan a hacer recetas malasias y nosotros aprender a hacer recetas mexicanas”.
Sobre los desafíos que enfrenta su país, expone: “Malasia y México tienen retos similares, en cierto sentido, dado los cambios en el paisaje geopolítico, principalmente, ahora que han cambiado mucho los intereses económicos y de inversión que existen en el planeta. Además, compartimos posiciones frente a los retos internacionales como el crecimiento sustentable, el cambio climático y la transformación digital para que ambos se vuelvan países resilientes”.
“Para Malasia, tenemos la Visión Malasia Madani que ha sido impulsada por el Primer Ministro Anwar Ibrahim, se enfoca en la inclusión, en la innovación digital y el crecimiento sustentable. Asimismo, está encaminada hacia las economías verdes, eso significa que todo, cualquier tipo de crecimiento económico que hay en el país, debe ser inclusivo y enfocado hacia la sostenibilidad de la economía del planeta, así como para el crecimiento de la seguridad alimentaria. En ese sentido, Malasia está muy enfocada en mantenerse estable para el futuro, a mediano plazo, en generar las bases para mantenerse al frente de su zona geográfica y todavía ser atractivo para sus compañeros internacionales”.
Sobre el complejo panorama geopolítico universal, comenta: “Es claro que existen retos económicos y políticos, resultado de los cambios geopolíticos en el mundo y los conflictos actuales. Malasia siempre ha estado 100% en contra de cualquier especie de conflicto, sin importar el territorio, los intereses o los protagonistas, siempre tenemos la convicción de que, a través del diálogo, la diplomacia y los mecanismos de cooperación multilateral, se puede llegar a un acuerdo entre las partes, para no llegar al conflicto armado”.
“Por parte de Malasia, actuamos a través de ASEAN que es el grupo regional del sureste asiático o a través de las Naciones Unidas. Siempre promovemos la diversificación económica y la innovación tecnológica; pero, al mismo, tiempo queremos fortalecer a nuestros compañeros para que todos puedan ganar. Algo que ha ayudado mucho ha sido ASEAN, de la cual Malasia es presidente para el 2025, se ha tomado el objetivo de promover la sostenibilidad y la inclusividad con todos. Eso implica volverse más responsables del cuidado del medio ambiente, el fomento de las economías verdes y la inclusión de las comunidades más marginalizadas de la región”.
“Tenemos el privilegio de ser presidentes de ASEAN justo en el décimo aniversario de la fundación de la comunidad ASEAN. Eso nos permite tener una perspectiva de cómo la comunidad se ha desarrollado en los últimos 10 años y planificar para los años por venir. Obviamente, uno de los enfoques más importantes ha sido, desde siempre, incrementar el comercio dentro de la Asociación y la cohesión entre su comunidad. Pero, basándonos en nuestro lema, básicamente, a medida que avanzamos no debemos dejar a nadie atrás. Debemos asegurarnos de que todos, todas las personas que viven en la región se beneficien de una mayor integración, un mayor crecimiento económico de una región más estable y pacífica. Eso es lo que hemos sido honrados y encargados de hacer”, expone.
Para concluir, retoma la relación bilateral: “El año pasado se celebraron 50 años de la relación bilateral entre ambos países y es un buen momento, no solamente para percatarse de todo lo que ya se ha hecho y cómo se ha progresado; sino, también, de todo lo que aún se está por hacer y lo que se puede hacer. Espero que, durante la primera mitad de este año, se celebren consultas bilaterales que permitan proseguir las conversaciones para seguir mejorando la cooperación en varios ámbitos. Estoy muy optimista en la intención de México por firmar el tratado de amistad y cooperación con ASEAN, lo cual no solamente favorece a Malasia, sino a toda la región. Estoy muy entusiasmado de lo que depara el futuro, ya que las oportunidades son grandes”.