OSWALDO SÁNCHEZ
La visión de un portero en TUDN
- COMENTARISTA
- noviembre 2022
- Patricio Cortés
- Fotografía: Cortesía TUDN
COMPARTIR
En esta ocasión charlamos con legendario portero, tres veces mundialista, que hoy comparte sus conocimientos en TUDN como parte del equipo de analistas de la plataforma de deportes de grupo Televisa, Oswaldo Sánchez.
Nos habla de su paso de las canchas a los micrófonos: “Es muy sencillo, es darse cuenta que tu etapa como futbolista terminó, y tienes que buscar nuevos horizontes. La verdad es que yo no busqué la posibilidad de estar en los medios de comunicación, fue TUDN-Televisa, en su momento, quien me buscó y me gustó mucho porque me estoy desarrollando en otro ámbito de mi vida, trato de ser muy objetivo, de dar los comentarios conforme a la experiencia y me siento muy contento”.
“Trato de plasmar lo que sucede en la cancha y decirlo de buena forma. Cuando viene la atajada de un portero, yo no te voy a decir ¡atajaron!, lo que yo te digo es fue una gran atajada porque su cuerpo estaba en la posición ideal, los dos pies estaban en el pasto y tuvo la fuerza necesaria para impulsarse con la mano cambiada que es la que te hace saca pelotas de gol, es un concepto que yo aprendí cuando jugaba y te lo puedo decir. Es lo que ofrecemos en TUDN, aspectos finos de lo que sucede en un partido”, explica.
La relación prensa deportista no siempre es buena, por lo que le pregunto cómo se siente del otro lado, responde: “Cuando eres un deportista profesional, a veces no te gusta que te critiquen, pero me parece que tienes que tener madurez, porque así como un periodista habla de algo positivo también critica porque ese día no se hizo bien, entonces, llegan los reclamos. La madurez te la va dando la edad, el recorrido, el bagaje, a los medios de comunicación he aprendido a respetarlos. Si bien, es cierto que también hay gente tendenciosa que busca sacar noticias, que busca sacar lo malo de las cosas, pero hay de todo. El deportista tiene que ser una persona madura y coherente, sobre todo, pensando en el sentido de que no siempre se va a hablar bien de él, porque no siempre juegas bien, esa es una realidad”.
Hoy analiza a excompañeros y amigos: “Tienes que ser profesional, para entender que estás en otra faceta, así sea tu amigos y de repente se equivoca, tienes que enumerar en qué se equivocó, si acierta, también, de alguna forma, enumerar porqué acertó. Es la credibilidad que nosotros, los analistas, estamos tratando de formar, el no querer quedar bien con nadie. En lo personal tengo muchos amigos en el ámbito del fútbol, seguramente otros que no me quieren a mí, se trata der ser objetivo. Cuando tú te enojas, piensas y reaccionas con el corazón, ahí equivocas”.
Le pregunto qué le falta al futbol mexicano para, por fin, ubicarse entre los mejores del mundo, opina: “Lo que nos hace falta es tener un poquito de suerte, me parece que hemos estado muy cerca. La sub-17, ya nos demostró que se puede ser campeón del mundo, la olímpica nos demostró que se puede salir con la medalla de oro, me parece que eso nos falta en la selección mayor, esa dosis de suerte, fortuna, por ejemplo cuando no era penal, o sea, esos detalles siempre están en contra de nosotros, es un tema de una dosis de fortuna. También meterle un poco el tema mental, el fantasma del quinto partido del mundial, poco a poco va tomando más fuerza, son cosas que te van mermando en tu rendimiento, al final de cuentas”.
Insisto en el cuestionamiento de porque en la selección mayor no se ven reflejados los logros de los jugadores juveniles, nos explica: “Es muy fácil de responder, cuando tu juegas en la sub-17 o la sub-20, juegas sin presión, eres un niño, vas con el ímpetu, no tienes responsabilidades; cuando vas adquiriendo responsabilidades futuras, como consecuencia, el estrés y la presión son más grandes, ya te pagan, tienes que rendir, estás alrededor de los medios de comunicación y todo eso te va envolviendo en una nube de presión que es donde no podemos, todavía, sacarla adelante, es el punto donde tendremos que trabajar, tener coachings personales para irla llevando en el tema anímico, en el tema de que «si te equivocas no pasa nada », de cómo manejar la presión. Por eso, es muy fácil triunfar cuando eres niño, pero cuando estás en el equipo mayor, pues como consecuencia el embudo se va haciendo más fuerte y es más difícil poder triunfar de alguna forma”.
“Son muchos detalles que se tienen que ir superando, me queda claro que también es muy probable que el futbolista está muy cómodo en muchos sentidos; tiene de repente sueldos muy altos y te vas a los brasileños, a las fuerzas básicas y no les pagan bien, puede ser un condicionante, que aquí es un paraíso para mucho jugadores jóvenes y allá tienen que luchar, tienen que sobresalir, tienen que buscar en el extranjero. Yo no tengo la culpa de que nosotros hayamos nacido en México, no quiere decir que somos menos y más que nadie, pero nunca hemos sido campeones del mundo del fútbol en un equipo mayor y los brasileños cuantas veces han sido. Es complicado en el sentido de respeto, estamos en una sociedad en donde tampoco tenemos los argumentos, como ellos, que es la magia natural que tienen los futbolistas brasileños, eso hay que entenderlo y reconocerlo”.
Pasando al tema de Qatar, reconoce que deportivamente es un punto y aparte: “Es atípico, totalmente, porque es el primer mundial que se realiza en esa región, es el primero que se realiza en diciembre no en junio, está afectando el calendario de muchos equipos, no tendrán preparación porque los equipos importantes soltaran a sus jugadores prácticamente 10 días antes de que inicie la Copa del Mundo”.
Dicha situación hace más factible una sorpresa nos dice: “Claro, me encantaría que esa sorpresa fuera México. Ahora que la gente no tiene expectación positiva respecto al equipo, me parece que México está liberado de presión y como consecuencia puede rendir de mejor forma. Me siento con el deseo, con la buena vibra, de que el equipo del señor Martino pueda estar bien, es un equipo que ha tenido momentos buenos durante el proceso, como consecuencia, si llegan sin lesiones pueden hacerle el juego a cualquiera”.
Sobre la presión mediática a la selección, glosa: “Sí hay una presión importante porque la eliminatoria quizá no fue del todo convincente en cuanto a funcionamiento, pero hay otra situación, el resultado. México quedó en segundo lugar de la eliminatoria empatado con Canadá, solo por diferencia de goles, y superó a Estados Unidos, que nos ganó tres veces en momentos importantes. Entonces, tampoco es que estemos tan mal, simplemente a la mayoría de la gente no les ha gustado cómo ha estado el proceso del Tata. Esa presión que se ejerce como consecuencia, tiene a los jugadores muy tranquilos porque saben que mucha gente no espera grandes cosas de ellos porque en teoría las cosas no han salido como la gente quiere, eso puede ayudar a que el jugador se motive y haga las cosas de buena forma”.
Dando un brinco al pasado nos comparte su experiencia en la cancha donde el portero es quien recibe mayor presión: “La portería te da la oportunidad, obviamente no eres perfecto, pero si puedes ser perfectible, sabes que si te equivocas te haces un gol en contra y esa es una situación que te motiva, te alienta a tratar siempre estar apretando dientes y ayudar al equipo. A mí me encantó ser ese portero porque tenía protagonismo, me gusta el protagonismo, no me gustan las medias tintas y siempre los porteros llevan esa parte, por esa pasión y de no equivocarse”.
Cuando un equipo gana todo mundo lo siente propio, cuando pierde, se dice perdieron: “El público exige, ve en el futbol un medio de pasión, como consecuencia quisiera que siempre ganara su equipo, yo no los culpo, trato de entenderlos y el futbol es pasión, como tal me gusta y lo acepto”.
Para concluir nos expone que no está interesado en convertirse en director técnico: “Yo tengo mi título de director técnico, pero no quiero ejercerlo, porque, para mí, el tiempo libre es muy valioso con mi familia, lo quiero disfrutar. Si te metes de entrenador es 24/ 7, no me siento con la pasión de estar metido todo el día en el banquillo y en la oficina; para hacer algo, tienes que tener la pasión y, en este momento, tengo otras prioridades”.