TATJANA CONIC
Embajadora de Serbia, el tema de Kosovo requiere una solución pacífica y justa
- EMBAJADOR
- octubre 2024
- Patricio Cortés
- Fotografía Lizbeth Cortés Olivos
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En el orbe, hay más conflictos territoriales de los que solemos pensar, afortunadamente, no todos se resuelven con los ejércitos. Serbia, en el presente, tiene una disputa en Kosovo, de esto y otros temas charlamos con la embajadora serbia: Tatjana Conic.
Expone sobre Kosovo y Metojia: “Estamos luchando para preservar nuestra integridad territorial, nuestra soberanía nacional. Como saben, es casi 15% del territorio de Serbia, es histórica y tradicionalmente la cuna de la nacionalidad de los serbios. La sede del primer patriarcado de la Iglesia Ortodoxa Serbia fue en la provincia de Kosovo y Metojia, los monasterios más antiguos medievales están ahí. Es nuestra alma, es la cuna de nuestra nacionalidad. Entonces, en 2008, los albaneses en Kosovo y Metojia decidieron, de una manera unilateral, ilegal, declarar su independencia de un día para otro y fueron apoyados por varios países, precisamente, de occidente, lo que nosotros no podemos aceptar porque es una parte del territorio de la República de Serbia, lo cual también está confirmado por la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Entonces, Serbia va a seguir luchando para preservar y defender su integridad territorial con ayuda de sus de sus amigos, entre los cuales también está México, que no reconoce esa situación”.
“Lo más importante -en lo que todos los países insisten- es el diálogo. Entonces, vamos a intentar resolver ese problema a través del diálogo entre Belgrado y Pristina, bajo el auspicio de Unión Europea, en Bruselas. Pristina evita el diálogo, no quieren hacerlo porque simplemente quieren mantener el statu quo que tienen en este momento. Lo más peligroso es que cada vez más hay violencia contra el pueblo serbio que vive en Kosovo”, advierte.
Denuncia: “Más o menos como 200 mil personas serbias han sido desplazadas y hasta este momento han retornado el 1.9% de la población. Los serbios no vuelven a Kosovo y Metojia porque son atacados diariamente, solo porque son serbios. En los últimos días, por ejemplo, las fuerzas del llamado gobierno de Kosovo entraron en el norte de Kosovo y ocuparon las instituciones serbias de un día para otro, es una violencia increíble. Nosotros hacemos llamado a toda la comunidad internacional para que no se permita este tipo de comportamiento”.
“Desde febrero de 2021 se perpetuaron 540 ataques étnicos, motivados contra los serbios y contra la Iglesia Ortodoxa Serbia, que nunca fueron procesados. Entre ellos, fueron atacados 26 niños. Los serbios sufren la violencia física, discriminación e intimidación. Fueron realizados, por parte de las instituciones albaneses en Kosovo y Metojia, actos de violencia estructural también: fue prohibida la circulación del dinar serbio, dejando sin sueldo a centenas de personas, se expropió ilegalmente más de un millón de metros cuadrados de la tierra perteneciente a los serbios, se cancelaron las instituciones serbias que prestan servicios públicos a la población de forma ilegal; se impuso el embargo a la entrada de los productos serbios, violando los acuerdos de CEFTA. Por esta situación, la comunidad internacional sigue haciendo llamados a los albaneses de Kosovo que cesen estas actividades ilegales, pero son constantemente ignorados”, refiere la diplomática.
Aclara: “Muchas veces se habla que había una limpieza étnica contra los albaneses y precisamente el dato demográfico muestra que es al revés, porque la limpieza étnica se ve en que los serbios son cada vez menos y los albaneses son cada vez más. En este momento, menos de 100 mil serbios viven en Kosovo y Metojia, la mayoría está concentrada en el norte y en 1991, según el censo, teníamos más o menos 300 mil”.
Proponen: “Desde la época de Yugoslavia, tanto Kosovo como Voivodina tienen una autonomía muy amplia, precisamente porque en esas provincias viven muchas minorías étnicas. Nosotros, siempre, como país, hemos dado todos los derechos que una minoría étnica debe tener en un país civilizado. Siempre hemos reconocido esa particularidad, también, a los albaneses de Kosovo y Metojia. El problema es que ellos, con ayuda de algunos países occidentales, se aprovecharon de su posición y han declarado de una manera ilegal su independencia, lo que claramente es algo que nosotros no vamos a aceptar”.
Advierte: “Es importante que la solución sea encontrada por nosotros, que no sea impuesta desde fuera y también que sea una solución duradera y justa porque si no, en una década, dos o tres, otra vez, va a aparecer el mismo problema”.
Descarta la solución militar: “Es importante tener un consenso muy amplio sobre esta cuestión, hoy en día el mundo está viviendo en una situación muy grave, entonces, lo que Serbia sabe muy bien es un valor indescriptible que tiene la paz. Siempre, estamos llamando a la paz, no hay soluciones si no son pacíficas. El diálogo sí es la única solución y mantener nuestra fe y nuestro apego a los principios básicos del derecho internacional”.
Sobre el punto de inflexión, subraya: “Lo que no aceptamos, de ninguna manera, es el estatus de independencia de Kosovo, es una cuestión sobre la cual nosotros no vamos a hablar; pero todo lo demás que tiene que ver con los derechos de los albaneses en Serbia como minoría étnica, estamos dispuestos. Desde 2012, firmamos el acuerdo de Bruselas en donde se contemplan muchos asuntos de la vida diaria de los serbios en Kosovo y Metojia, telecomunicaciones, de energía, de justicia, de policía, todo esto ya está contemplado”.
Sobre el estatus de las negociaciones reconoce: “Están paradas completamente. Nosotros siempre hemos expresado la voluntad de seguir dialogando, pero de parte de Pristina esa voluntad no existe”.
La historia serbia los hace valorar la paz: “Estuvimos casi cinco siglos bajo la ocupación turca otomana, después Primera Guerra Mundial, las guerras balcánicas, la Segunda Guerra Mundial, hasta los años 90. Hemos sufrido muchísimo por el paso de todos esos ejércitos a través de nuestro territorio. Muchas veces, nos preguntamos, ¿por qué tantas guerras en el territorio de Serbia?, nosotros no queremos guerras, queremos paz y vivir en paz nuestras vidas. Había un gran científico serbio del siglo XIX que decía «es porque Serbia construyó su casa en el medio del camino», estamos ahí, en el medio del camino”.
Sobre el hecho de que, en pleno siglo XXI, la guerra sigue presente por todo el orbe, opina: “Hemos crecido desde el punto de vista técnico y tecnológico, pero no hemos crecido tan bien desde el punto de vista civilizacional. Tal vez, el problema es son muchos intereses, son relaciones muy complicadas, complejas y, a veces, cuanto más desarrollados somos, más difícil se vuelve resolver el problema de manera pacífica, de la manera más justa y correcta posible”.
En otro orden de ideas, refiere: “Desde 2012 somos candidatos para ingresar a la Unión Europea, tenemos 35 capítulos que estamos negociando. En este momento hemos abierto 22 capítulos, unos van mejor que otros, hay siempre asuntos que son más difíciles de conseguir, los estándares más altos que, sin ninguna duda, tiene Unión Europea; pero, la prioridad de nuestra política exterior es la adhesión a la Unión Europea”.
“La Unión Europea ha traído a la comunidad internacional algunos valores muy importantes, ha mostrado que la integración puede funcionar. Desde el punto de vista financiero, así como de la circulación de las personas y de los bienes, ha dado un muy buen ejemplo, de verdad, es fácil vivir en Unión Europea con la moneda única, con las fronteras abiertas. Los países de la Unión Europea han conseguido el nivel más alto, estándares más altos de desarrollo de las de las instituciones”, expone.
Pasando a las relaciones bilaterales, las califica como “impecables, de entendimiento y respeto mutuo. Lo más importante que caracteriza nuestras relaciones diplomáticas y políticas es el entendimiento de las cuestiones cruciales, siempre decimos y vamos a decir que Serbia le debe un gran agradecimiento a México por la posición relacionada en no reconocer la independencia unilateralmente declarada por parte de Kosovo. Para nosotros, es la cuestión más dolorosa e importante; pero también, compartimos ese apoyo en los foros multilaterales, tanto Serbia como México estamos apostando mucho en multilateralismo y creemos que a través de multilateralismo se pueden resolver los problemas que está atravesando el mundo”.
En lo económico, resalta: “Creemos que hay que aprovechar mucho más la posición económica que tiene México en esta región y Serbia en el sureste de Europa, tenemos todas las condiciones, damos muchos incentivos a los a los inversionistas extranjeros y hay 15 zonas libres económicas”.
Sobre el intercambio de productos, ve gran potencial en el sector agroindustrial donde expos y ferias pueden resultar una buena plataforma, ejemplifica: “Este año, por primera vez, México estuvo presente en la famosa Feria Internacional de Agricultura en Novi Sad, tuvieron un gran éxito y ya se está se están desarrollando algunos proyectos muy concretos”.
Tatjana Conic, abogada de profesión, trabaja en la cancillería desde 1998 y se ha acoplado a nuestra ciudad: “Me siento ciudadana de la Ciudad de México. Hemos conseguido resultados extraordinarios, salí mucho a los estados, hemos hecho varias promociones culturales en todo México. Nunca me he sentido extranjera”.