Revista Personae

EL GOZO

Mi propuesta de vida

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Por experiencia propia en mi caminar terapéutico y espiritual me di cuenta que la mayoría de las técnicas de terapia comienzan por el trauma. Muchas veces se ayuda a “destraumatizar” a la persona y ambas partes quedamos satisfechas. Lo mismo pasa con las plantas de poder, nos damos cuenta, “sanamos”, liberamos aquello que nos hacía mal pero regresamos a la vida habitual debido a que nuestros vicios de conducta, el poder de la rutina y todas las programaciones con las que hemos vivido y crecido a lo largo de nuestra vida,  cobran fuerza con el tiempo y una vez más es necesario ir a destraumatizarnos.

 

El Gozo, mi propuesta de vida

 

Hoy en día hay una explosión de terapias y la mayoría de las personas que quieren estar bien hablan de sanar. En todos lados escucho sanar, sanar, sanar, sanar. Cuando yo estaba en esta tónica, fui a infinidad de talleres, ceremonias, temazcales, rituales porque también quería sanar. Muchos de ellos fueron de profundo, intenso y artístico azote, literal y metafóricamente hablando. En algunas ocasiones me sentía poseída y parecía la protagonista del exorcista, en otras me sentía santa, iluminada y elevada. Hasta que, con los años, comencé a caer en lugares comunes de mi propia sanación y me di cuenta que necesitaba otra cosa, primeramente requería descanso porque, para ser sincera, se me estaba convirtiendo en una programación más esto de habituarme a tanta sanación con los recursos antes mencionados.

 

En ese estado de reposo y con previas reflexiones y charlas amenas con amistades, se me apareció el gozo en  un nombre peculiar y divertido: La Diosa Goza. Me atrapó y no lo solté durante cinco años. Cada año se me ocurría algo nuevo para esta diosa. Me di cuenta que ya no me quería iluminar y tampoco azotarme, ya no quería sufrir ni ser feliz con una eterna sonrisa en mi rostro. Simplemente quería estar en paz y gozar, reconociendo que tampoco sería un estado del ser permanente, al menos en mi.

 

Tuvieron que pasar cinco años para atreverme a lanzar mi propuesta como La Diosa Goza. Antes puedo decir que, desde el 2018, vengo practicando mi propuesta. Llevo tres años siendo mi propia conejilla de indias pues, ¿cómo voy a proponer algo que no he probado en mi primero? No niego que tuve mucho miedo, me di cuenta de lo difícil que es gozar en esta sociedad. Cada vez que pensaba en gozar me asaltaban pensamientos como: ¿Si tengo un accidente fatal y se acaba el gozo? ¿Qué tal si le pasa algo malo a mi hijo? ¿Qué van a decir mis maestras? ¿Qué tal si a nadie le interesa mi propuesta? ¿Cómo voy a sostener un estado de Gozo ante situaciones difíciles?

 

En marzo del 2021 se abrió el primer grupo de mujeres que confiaron en esta propuesta. Son mujeres diversas en edad, en ocupaciones, latitudes, gustos, economías, etc. No me imaginé todo lo que la propuesta destaparía, incluso en mi pues no había probado mis dinámicas en grupo, aunque se hacen en lo individual  las experiencias se comparten de manera grupal.

 

Me di cuenta que Gozar sana sin tener que tocar por delante el trauma, sin hacer sentir a alguna mujer que está mal por traumada. Veo claramente el potencial de proponer el Gozo como parte de nuestras vidas. En este caso, el Gozo está siendo compañero de procesos terapéuticos profundos. El Gozo acompaña y da esperanza. El Gozo libera memorias corporales, emocionales y psicológicas. El Gozo se hace sentir al menos unos minutos al día. El Gozo permite “darse cuenta”.

 

¿De qué permite darse cuenta la propuesta de Gozar? De nada más ni nada menos que de nuestra apertura y resistencias para gozar. De los “traumas” que cada una lleva tatuados en la piel, impregnados en las células, marcados como sello en el corazón, en la psique. El Gozo permite darse cuenta de cómo es la forma en que gozamos o no gozamos la vida. El Gozo permite darse cuenta de lo que ya es obsoleto en nuestro día a día. El Gozo permite tomarse una pausa para gozar. El Gozo permite conocer los propios potenciales, las virtudes, las capacidades, los aciertos. El Gozo destapa y expande la creatividad. El Gozo permite sentirse en paz al menos un instante cuando se es consciente de su presencia en la vida.

 

Proponer el Gozo como una actitud, como acción en la vida no es ignorar o negar que existen otras emociones o problemas a resolver. El Gozo permite darse cuenta que se puede sentir tristeza, ira, miedo, enojo, envidia, coraje, incertidumbre pero que también se puede sentir gozo y recurrir a él como un espacio adentro de una misma en el cual nos podemos contener, respirar, sentir paz y seguir en este viaje que es la vida. El Gozo nos permite adentrarnos en su oasis para despejar la mente y el cuerpo de la angustia, la ansiedad o la incertidumbre y ver más claramente la resolución de algún problema.

 

El Gozo, mi propuesta de vida

 

Conectarse al gozo no es dejar las luchas de las distintas trincheras de la vida. El Gozo no es cerrar los ojos a los problemas que hay que resolver en lo personal, es más bien darse cuenta de que resolviéndolos podemos liberarnos un poco más y gozar. El Gozo no es negar la violencia en casa o en la calle, es más bien saber que ya no se quiere más esa violencia y darse valor para manifestarse sin que por ello se tenga que dejar de gozar la vida. El Gozo no es llenarse de drogas o comida chatarra, es saber cuándo el cuerpo necesita hacer una pausa de este tipo de consumos y sentir lo que es estar libre de toxicidad en el cuerpo. El Gozo no es correr a tener sexo con la primera persona que nos topemos en la calle, el gozo es saber cómo nos gusta gozar el sexo y a partir de ahí saber con quién sí y con quién no gozamos para poner prontos límites. El Gozo no es andar por la vida con una sonrisa congelada en el rostro, el gozo es engañar al cerebro con esa sonrisa sabiendo que se liberarán hormonas que son benéficas para el cuerpo. El Gozo es celebrar, al menos una vez cada día de nuestra vida, celebrar que somos importantes en esta Tierra y que solo por eso tenemos toda la libertad de gozar cada respiro.

 

Integrar el Gozo como fiel compañero en la terapéutica y en el día a día es una herramienta que le da un giro a la manera de abordar la enfermedad y la salud, las emociones y la filosofía que tiene que ver con las terapias alternativas, complementarias y holísticas.

 

Por todo lo anterior y más, te invito a que te atrevas a darte cuenta de tu forma de Gozar. Iníciate como Guardiana del Gozo en el grupo que comenzará en el verano.

Pídeme informes en: www.ladiosagoza.com o en mi fanpage en Fb: La Diosa Goza

SALUD

Núm. 300 – Noviembre 2024