Revista Personae

MENTALIDAD DE POBREZA

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Pobre es el que camina sin ilusiones, y que, además, económicamente puede estar en una situación raquítica, porque no ha querido arriesgar y espera que todo le caiga del cielo. No se esfuerza demasiado y se conforma con poco. Es el vagabundo interior que va cargando problemas, que son como lápidas que lleva en la espalda. Viste con andrajos existenciales y usa lentes obscuros porque no quiere ver las oportunidades que se le presentan; prefiere en otras palabras, esconderse en los harapos de supervivencia. Se queja constantemente de una vida marcada por la mala fortuna, pero es el resultado del conformismo y la pasividad que los utiliza como su carta de presentación, mientras atrae pobreza en todos los sentidos, y también es un coleccionista de preocupaciones y, por tanto, actúa de acuerdo a sus limitaciones personales como resultado de las emociones que ha reprimido y más aún, su baja autoestima lo afecta al momento de tomar decisiones. 

MENTALIDAD DE POBREZA

 

Por lo general, son personas que en su relación de pareja el amor lo dan a cuenta gotas, porque tienen miedo de que los lastimen, ya que, es el resultado de relaciones anteriores fallidas y prefieren no arriesgar, y al final, solo logran una relación a medias y culpan al destino de la vida que les tocó vivir; olvidando que son… “Arquitectos de su propio destino”, y jamás asumirán la responsabilidad de sus actos.

En su maleta existencial solo transportan lo que no necesitan y en cada viaje van guardando lo mismo, hasta que ya no cabe nada más y se siente muy pesada. Lo que llevan cargando no les permite avanzar y se quedan inactivos; mientras les atormentan vampiros energéticos que les succionan sus sueños y van lentamente perdiendo energía y un cansancio agobiante les acompaña. Ven pasar los días, las semanas y los años y observan cómo la felicidad se aleja sin tocar a su puerta, y en su pobreza interior eligen quedarse con lo poco que tienen, sin cambiar, y prefieren continuar trasladando su pasado, sin dejar huellas positivas. 

El reflejo de su carestía interior, afecta su economía. “Nací pobre y no puedo aspirar a más, ojalá mi vida cambie”. Piensan que por arte de magia, todo se va a modificar. No mueven un dedo y se quejan de la vida que les tocó. Se olvidan que tienen un poder infinito y es a través de sus pensamientos que pueden hacer cambios significativos.

 

MENTALIDAD DE POBREZA

 

La pobreza mental es como un abrigo existencial desgastado, que no cubre lo suficiente del frío invierno y provoca baja autoestima. Es la creencia limitante de sentir que la persona no merece que le pasen cosas buenas; y no puede aspirar a más, y por tal razón, su vida es de carencias en todos los sentidos. Minimiza sus logros y no repara en sus fortalezas. Su escasez interior lo vuelve un ser inseguro, que siente pánico de hablar en público, de poder conquistar el amor de alguna persona y no mira a los ojos por miedo a ser rechazado. Normalmente se aísla y cuando tiene que tomar una determinación, son los demás quienes le dicen qué hacer. Ahora bien, ¿cómo la persona puede generar riqueza interior? 

 

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PENSAMIENTOS, EMOCIONES Y ACCIONES DE MERECIMIENTO  

No importa la edad que tengas y como has vivido, es primordial quitarte la armadura que vas cargando y poder liberarte de las trampas del pasado y sentirte independiente para modificar tu vida y crear energía de abundancia positiva. Reconstruirte en un ser de merecimiento y darle un giro a tu vida de 180 grados y dejar atrás todo aquello que no te ha permitido avanzar. Descubrirás cómo tus pensamientos pueden moldear tu realidad y permitirte que ese nuevo ser emerja de las profundidades. El dolor que experimentaste se convirtió en sufrimiento, por la carga emocional que llevas acuestas. Es momento de vibrar en sintonía con la vida y poder redescubrirte como un ser con muchas capacidades y talentos; cambiando tus metas en objetivos alcanzables y saber que eres acreedor de tu propia riqueza interior y cómo puedes desarrollar tu entorno de acuerdo a tus necesidades, ya que, la ropa existencial que traes no es de tu talla, debes buscar la adecuada para que puedas tener seguridad y confianza en ti mismo.

 

MENTALIDAD DE POBREZA

 

El autoconocimiento es el poder de tus creencias y pensamientos que moldean tu realidad. Tú decides a partir de este momento, cómo quieres vivir, procura elegir las mejores opciones y lograr ser lo que siempre has soñado. 

Sin embargo, es momento de reflexión y pensar cómo te gustaría recuperarte y desarrollar un nuevo capítulo en tu vida, con expectativas positivas y dinámicas que puedan guiar tu camino hacia una vida plena y abundante. No debes desperdiciar tu energía en pensamientos de carencia, negatividad, enfermedad o conflicto. En cambio, crea afirmaciones de paz, salud y abundancia. Considera que mereces todo lo bueno y estás preparado para el triunfo. Repite: Elijo la prosperidad. Elijo el amor y la felicidad. Con el objetivo de avanzar hacia lo mejor y tener una existencia de éxito.

Tu riqueza está en amarte, caerte bien, abrazar tu alma y tomar las riendas de tú vida. Es el principio de una gran historia de amor, donde el protagonista principal, ¡Eres tú!

 

Psicoterapeuta Raquel Estrada

racheles_03@outlook.com

55-55035476

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Núm. 300 – Noviembre 2024