TEATRIKANDO
- ESCENARIOS
- diciembre 2021
- Benjamín Bernal
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Las pastorelas
Son representados los autos sacramentales dentro de la iglesia, es un medio de enseñanza litúrgica, luego se transformarían en Pastorelas. Salvador Novo menciona que Fray Juan de Zumarraga ordena en 1530 realizar una «Farsa de la natividad de nuestro Salvador». En 1533 se escenifica en Tlatelolco «El fin del mundo» y en náhuatl «El auto del juicio final».
¿Por qué gusta la pastorela? A los naturales de América les agrada el arte, sus festividades eran plenas de versos y color, recordemos el vestuario de tigres, leones y águilas con movimiento, cantos, multitudes, que se reflejan en festejos que hoy consideramos «tradicionalmente mexicanos». Señala Miguel Sabido que los moros y cristianos, las adoraciones, el día de Muertos, el Carnaval, El Juicio Final, Coloquio de La Adoración de los Reyes, la Fiesta de Muertos, esconden un festejo prehispánico. No comprenden el castellano, pero les gusta lo que ven. Pensemos en el viacrucis que contiene un señor ensangrentado, les parecía un sacrificio ritual. Salvador Novo indica: “la pastorela sobrevive en las rancherías, atrás de la representación aparente está Tonantzin, envuelta en una liturgia que el espectador interpreta a su manera”.
El teatro prehispánico es “yo participo” y el europeo “yo miro desde aquí”. Por eso la pastorela es tan querida en México. Sale el drama litúrgico de la iglesia y se da libertad al lenguaje, se hace picante, hasta procaz, el albur se hace presente (aunque debe ser invisible) todo esto lleva a la adoración, eje de las fiestas decembrinas.
Supera el Arcángel a las fuerzas obscuras y los pastores llegan a su objetivo.
Destaca Sabido que la pastorela debe contener tres tentaciones de Luzbel, tres éxodos con caminata en círculo, la presencia de unos frailes (uno de ellos Bernardino de Sahagún) desde sus orígenes jugaban bromas a los Franciscanos, a los Dominicos o los Agustinos. ¡Veamos Pastorelas!
The Prom
El Centro Cultural 2, presenta una de las pocas comedias musicales donde se transmite una idea importante: las parejas del mismo sexo y su NO aceptación en las sociedades tradicionalistas. En este caso «adaptan» la obra a Salamanca, un pueblito donde no aceptan el mundo gay. No creo que se vayan a enojar en Guanajuato por esta alusión que nada aporta en realidad.
Pasemos a la obra
Cuenta con las actuaciones del ex Cachún, Gerardo González, realmente es un actorazo, bailando tiene gracia, cantando es excelente, logra darnos tonos e intenciones que otro difícilmente lograría. Anahí Allué está en su mejor nivel; Beto Torres nos convence de que es un rector universitario que se sabe oponer a una mujer sin cerebro. Por su parte Oscar Carapia está muy suelto y con gracia. Las coreografías están bien diseñadas y cumplidoras, me parecieron con equilibrio las grandes composiciones dancísticas, que son la base de los musicales. Se exigieron y cumplieron.
En resumen: ¡Acuda!
Claudia Cervantes
Soltera pero no sola, se presenta en el teatro Centenario de Coyoacán. Buen montaje donde interpreta a una chava que separa a los que se odian y une a los que se aman. Ella, con otros seres imaginarios, revelarán que la soltería es una mejor opción que elegir a alguien por no estar sola. ¡Feliz Navidad!
“Entre mujeres podemos despedazarnos…”
Recuerdo que Entre Mujeres en 1995 se llevó a escena con el tema central “de amor y contra de ellos”. Fue la primera e hizo escuela.
Después vinieron un alud de montajes sobre la misma línea: “No seré feliz pero tengo marido”, “Dios mío, hazme viuda”, “Las viejas vienen marchando”, “Las chicas del club”, “Nunca es tarde para amar”, “Hombre tenías que ser”, “Sexo, pudor y lágrimas”, “Adorables enemigas”, “Entre Villa y una Mujer desnuda”, “Monólogos de la vagina”, “Por qué los hombres aman a las cabronas”, son secuelas de esta idea original, una moda: sólo que ha persistido más de tres décadas.
BENJAMÍN BERNAL
APT
Agrupación de Periodistas Teatrales
Presidente
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