Revista Personae

LOS PENDIENTES DE TU VIENTRE
¡Descúbrete a través de tu vientre!

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En nuestro vientre, nuestro bajo vientre, para ser más precisa albergan varios órganos, y a la misma altura, por la espalda tenemos el sacro, el coxis y la zona lumbar.

Depende de la disciplina a la que te acerques te dirán muchos significados de lo que sucede en esta zona. Para comenzar piensa que ahí está tú intestino grueso compartiendo espacio con la vejiga, el útero, los ovarios, el cuello del útero, el hueso púbico y más abajo la vagina, la glándula parauretral, la uretra, el recto y todas las conexiones de cada órgano con sus respectivas venas, arterias, conductos, ligamentos, músculos, etc. En la misma zona se dice que está el segundo chakra, llamado Svadhisthana, el de la creatividad movida por nuestra energía sexual.

¿Qué cuidados le das a tu vientre? ¿Lo tocas? ¿Cómo te alimentas? ¿Cuántas veces vas al baño? ¿Cómo es tu menstruación? ¿Cómo es tu ciclo menstrual? ¿Percibes situaciones en la vida como “porquerías” que no puedes desechar? ¿Qué es lo que percibes así? ¿Creas todo lo que quieres en tu vida?

No te voy a hablar ni de anatomía ni de energía ni de sexualidad ni nutrición. Lo que te quiero sugerir esta vez es que estés atenta/o a todo lo que sucede en esta zona de tu cuerpo, lo anotes y veas qué y cómo lo sientes a lo largo del mes. En el caso de las mujeres, la mejor manera de auto observarse a partir de su ciclo menstrual con todos los síntomas que puedes llegar a sentir. También lo puedes hacer diariamente, observando lo que comes, cómo lo digieres y cómo lo desechas. Puedes incluso, estar atenta o atento a las distintas situaciones y personas de tu día a día y cómo sientes tu vientre con su actuar, con tu actuar y lo que vives diariamente. No sólo en la acción, también observa tus pensamientos, estoy segura que algunos de tus pensamientos te generan sensaciones en el vientre, ya sea en los intestinos, en la zona lumbar de tu columna, en tu útero, incluso en tus sensaciones sexuales. ¿Lo has notado? Saca tu libreta, tu pluma y ¡anota todo lo que sientes durante el día! Date la oportunidad de explorarte de esta manera durante un mes, si puedes durante tres meses. Encuentra patrones de pensamientos, de emociones, de sensaciones y patrones en la forma de percibir tu vida.

¡Descúbrete a través de tu vientre!

Y no sólo eso, haz algo por él. Aquí te van mis sugerencias: Para sentirte activa/o durante el día, mientras te bañas, te arreglas y desayunas para comenzar tu día, escucha música que te haga bailar, que te haga “mover el bote” como decimos en México. ¡Mueve tu cadera! Puedes comenzar con ligeros movimientos de izquierda a derecha, de adelante hacia atrás, en círculos, traza ocho’s con tu cadera. Visualiza cómo, mientras la mueves al ritmo de la música, tus intestinos se van despertando y se ponen a trabajar, se mueven. Imagina que tus órganos sexuales también despiertan y comienzan a secretar tus respectivas hormonas, en los niveles óptimos. No sabes cuáles son los niveles óptimos, sólo háblales y diles que lo hagan de la manera más natural y saludable para ti. Dile a cada uno de tus órganos que hagan sus funciones alegremente, al ritmo de la música. El intestino y el recto a desechar, los ovarios a generar sus hormonas y óvulos, la vejiga a liberar toda la orina que generarás durante el día, y así sucesivamente. Tu sacro, el hueso donde está el coxis, te ayuda a conectarte con la Tierra, como si fueras una antena, pídele cada día que haga esa conexión para que estés armonizada/o con este planeta en el que naciste y vives. Al final, cuando hayas realizado todos estos diálogos con tu vientre y sus órganos al ritmo de la música, sonríe en grande y observa como te sientes. Si puedes, realiza estos movimientos varias veces al día, aunque sea un momento breve, verás cómo cambia tu forma de sentirte. Ah, y otra cosita: ¡Toca tu vientre! Ponle tus manos, déjalas ahí un rato, siente el calorcito de tus manos en tu vientre, y viceversa. Acarícialo, dile palabras sabrosas, tiernas e incluso divertidas. Es más fácil que lo hagas cada noche, cuando te acuestes sólo coloca tus manos ahí, siente y descansa. ¡Cuéntame cómo te va con estos movimientos pélvicos y toques de vientre! Aquí te dejo mi correo: ammaranta.ammarte@gmail.com

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