Revista Personae

SEXUALIDAD CREENCIAS Y CAMBIOS

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Muchas de las experiencias que actualmente vives en tu sexualidad son el resultado de tus creencias. Las creencias por lo general nos son inculcadas desde niños y éstas se van metiendo tan dentro de nuestro subconsciente que las transformamos en verdades absolutas. Las creencias con el tiempo se convierten en afirmaciones, por ejemplo, si utilizas frases como: “todos los hombres son iguales”, “las mujeres son objetos sexuales de placer”, “no soy lo suficientemente bueno en la cama”, “si me muestro sexualmente como soy van a decir que soy una mujer fácil”, “solo me estás utilizando”, “las mujeres son mentirosas y les gustan los hombres cabrones”, “el sexo es asqueroso”, etc… y todas aquellas frases que se te puedan ocurrir en este momento, sucede que, literalmente, vas creando tu futuro, es decir, el universo hará que se te cumplan esas afirmaciones y, al contrastar que tus afirmaciones, cuyo fundamento son las creencias, se manifiestan por medio de tus experiencias sexuales, irónicamente reforzarás esa creencia y expresarás nuevamente las afirmaciones correspondientes y se te seguirán materializando en forma de experiencias sexuales frustrantes y así indefinidamente permanecerás en un círculo vicioso.

 

 

De este modo, de acuerdo a tus creencias sexuales, vas creando tu sexualidad, esto es muy sencillo, pero es difícil de aceptar, pero cuando lo llegas a aceptar, te das cuenta de que puede crear deliberadamente lo que quieres experimentar en tu sexualidad porque logras ser consciente de lo que no quieres vivir, pero que, de alguna forma, contribuyes a que ello se dé. La mayoría de nosotros pensamos y pensamos todo el tiempo sin poner atención a ello y, en consecuencia, hablamos y expresamos lo que pensamos sin darnos cuenta de la trascendencia de nuestras palabras; si vas por la vida diciendo, por ejemplo, “quiero una relación de pareja en la que me pueda compartir sexualmente con pasión, pero el problema es que todos los hombres y/o mujeres (según sea tu caso) son unos(as) cabrones(as)”, ¿Qué es lo que crees que llegará a tu vida? Y si, además te relacionas con personas que refuercen tu creencia, bueno, el potencial de expansión de tu afirmación-creencia se irradia hacia todos lados, de tal forma, que tus relaciones interpersonales, ya sean de trabajo, familia y/o encuentros casuales, te reflejaran justo aquello que afirmaste.

 

Es importante que seas consciente de lo que piensas respecto a tu sexualidad y te cuestiones si aquello que piensas realmente te agrada y lo quieres recrear en tu experiencia de vida. ¿Hay que estar atento(a)? ¡Definitivamente sí! Es importante que aprendas a pensar diferente si quieres mejorar tu vida sexual, es aprender a crear nuevos hábitos con sus ganancias y, poco a poco, el beneficio que obtendrás será cada vez mayor, de tal forma, que se transformará en tu forma de vida. Te ocurrirán cosas que no te esperabas, pero que te harán sentir de maravilla y, entonces, cambiarás tus creencias limitantes hacia unas creencias estimulantes y las expresarás en afirmaciones tales como: “Vivo en plenitud y éxtasis sexual”, “Cada encuentro sexual para mí es estimulante”, “Hombres y mujeres tienen un potencial maravilloso de transformar su vida sexual”, “La sexualidad es una forma de vida que me estimula a crear cosas maravillosas”, “Soy sexualmente consciente y ello me da muchas ventajas”, “Me sé compartir con los demás”, “No necesito ni someter ni condicionar a nadie para que sienta que tengo el control”, etc…

Cuando empiezas a cambiar tus creencias sexuales que limitan tu plenitud y entrega, plantas una semilla y la cuidas y confías que germinará, pero estás atento(a) a los contratiempos que se presenten pues las viejas creencias no se quieren ir, han estado ahí mucho tiempo y, de algún modo, te han dado una identidad y cambiar, nos asusta, sobre todo al principio que es la fase en la que queremos resultados inmediatos y éstos no llegan. Si, en el fondo ti crees que no eres merecedor(a) de una vida sexual de plenitud, definitivamente, aunque hagas afirmaciones positivas respecto a tu sexualidad, el universo responderá a tu creencia más profunda de NO merecimiento y los retrasos se te manifestarán causando desánimo. Sin embargo, puedes empezar por creer que “no importa lo que pase en tu vida sexual, siempre será bueno y agradable para ti”. Y éste, puede ser un buen comienzo para el cambio, si así es tu voluntad. Una variable muy importante para cambiar tu sistema de creencias es la disponibilidad y flexibilidad que tengas para cambiar tu forma de mirar tu sexualidad y trabajar al respecto.

Uno de los aspectos importantes a considerar son las caricias. Las caricias no son exclusivas de las manos, a medida que vas profundizando en ti mismo(a) te vas dando cuenta que puedes acariciar con tu mirada profunda y suave, puedes también acariciar con tus palabras y es aquí en donde se suma el factor de la seducción y de la intención. Ambos factores, combinados adecuadamente, te brindan bienestar al máximo y elevación del placer constante, ¿no lo crees? Cierto será para ti, ¿lo crees? Igualmente cierto será para ti. Ambas respuestas a las preguntas son verdaderas porque tú creas tu propia realidad y la manifestación externa de tus experiencias te revelan mucho de ti mismo(a).

 

 

En un encuentro de intimidad sexual, el hombre que se conoce verdaderamente va levantando el fuego de la mujer y con ello va aumentando la pasión manifestándose  la sensualidad en ambas partes que, conjugada de manera adecuada, con paciencia y sin prisa, el fuego de la mujer que se conoce verdaderamente aumenta el fuego del hombre y al establecerse la unión física o el coito los niveles de placer los conducen hacia la plenitud, el éxtasis y la felicidad, que una vez alcanzados por ambos participantes de este encuentro, perciben un placer ilimitado que los nutre y los transforma en seres humanos creativos en todos los planos de su existencia. 

 

En las mujeres, el erotismo se va incrementando al ser acariciadas de la periferia hacia el centro; en el  caso de los hombres, es del centro hacia la periferia. Si logras armonizar esta forma de sentir con tu pareja como un primer paso, vas a empezar a descubrir sensaciones que no imaginas que forman parte de ti y que además mereces.

Es importante también que comprendas que las manifestaciones de la sexualidad que experimentas son una proyección de lo que se agita en tu interior estés o no consciente de ello. En tanto no te decidas a dar un salto en tu interior, afrontar tu sombra y descubrir el tesoro que ésta encierra desde el inconsciente sexual colectivo de la humanidad dependiendo de lo que se dicte como “correcto” en el comportamiento y expresión de la sexualidad, seguirás teniendo miedo a ser lo que en el fondo quieres ser y no te atreves, seguirás sintiendo culpa y vergüenza cuando piensas, sientes, dices y te comportas sexualmente en formas que, aparte de atentar contra tu propia naturaleza individual, te mantienen sometido/a al Sistema que te controla por medio de la mente, entre otras cosas.

Todos los pensamientos que tienes respecto a la sexualidad te provocan una emoción y este proceso tiene su manifestación exterior en tu vida cotidiana, porque cada pensamiento que tienes se interrelaciona constantemente con el entorno que te rodea ejerciendo, a su vez, un efecto sobre dicho entorno. Pero, es muy importante también, que tengas claro que una cosa es lo que deseas expresar y otra muy diferente, lo que en realidad estás expresando. No basta que pienses de una u otra forma respecto a tu sexualidad, otros factores que intervienen para la manifestación física en tu realidad, son las emociones que experimentas y las palabras que expresas que pueden o no relacionarse a determinados pensamientos.

 

Psic. Jaquelin Machado Garduño

Tel: (222) 6171475

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F.B: «Sexualidad Sagrada»

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Núm. 300 – Noviembre 2024