ARI PEKKA MAKI

Cuando se habla de potencias mundiales, casi siempre se hace desde el punto de vista de quien es capaz de avasallar a más países, ya sea militar o económicamente, rara vez se toman en cuenta los factores que se reflejan en el bienestar de su población como equidad socioeconómica, índice de felicidad de su población o bajos niveles de corrupción como es el caso de Finlandia, que destaca en los rubros, realmente importantes. Charlamos con su embajador, Ari Pekka Maki.

Ser el país más feliz del mundo y con altos índices de bienestar no implica que no haya desafíos, y estos los destaca el diplomático: “Los mayores problemas en Finlandia, en este momento, son la pirámide de edad de la población y el creciente envejecimiento de la población junto al crecimiento económico, se necesita más mano de obra en todos los sectores. La otra gran preocupación es la guerra en Ucrania y el comportamiento agresivo de Rusia, así como la situación en medio oriente. Tenemos desafíos adentro y fuera de nuestro país”.

Sobre la migración como mano de obra, destaca: “En Finlandia la migración fue una fuente importante hace unos 150 años, hasta que se dirigieron a Estados Unidos, Canadá y Suecia, después de la Guerra Mundial. Ahora es una inmigración que se necesita más en Finlandia. Somos pequeños como país (demográficamente hablando) aproximadamente 5.6 millones de habitantes, en el año pasado, han venido una inmigración de 58 mil personas, sí, eso es mucho. Hay un crecimiento de población en Finlandia, ahorita, pero el desafío es que no hay muchos nuevos niños, la fertilidad está disminuyendo, ese es problema”.

De hecho, nos refiere que las autoridades finlandesas incentivan que las familias procreen nuevos miembros: “El gobierno tiene incentivos, también, tenemos una muy buena política de licencias familiares, de maternidad y paternidad. Se espera incentivar familias más grandes y, reitero, es importante que los papás también tienen su licencia de paternidad. Tenemos todo gratis para los niños, la salud, la educación, hay muchas cosas buenas que pueden ayudar a aumentar la familia; pero, pienso que en Finlandia falta, quizás, un poco optimismo, porque tenemos esta guerra en nuestro vecindario y es algo que probablemente afecta a las jóvenes familias, se necesita una fe en el futuro, pero el cambio climático afecta, también, las guerras, todo. Pienso que esto es una causa de que no hay muchas familias con hijos en Finlandia”.

“Hemos sido considerados como el país más feliz del mundo siete años, consecutivamente; pero, al mismo tiempo, temas como el cambio climático están afectando y pasa en todo el mundo, eso sí es el algo que puede afectar. Aunque todo el sistema en Finlandia funciona normalmente muy bien, quizás falta un poquito de optimismo”, complementa.

Si bien un Estado de bienestar resulta costoso, lo vale, explica: “La educación desde hace muchas décadas es algo que es muy importante, gracias a esta, hemos podido crear una nación tan importante. Al principio de los 1900, Finlandia era quizás el país más pobre en Europa, hace 120 años, con una buena política educativa, ahora tenemos todos los frutos. Hace tiempo, nuestra economía estaba basada en la producción de productos como el papel y ahora tenemos High Technology, alta tecnología, y nuevas soluciones para muchos problemas. Esto ha cambiado gracias a la educación”.

Explica que se trabaja en un desarrollo permanente de los individuos: “Es lo que en inglés se conoce como life learning education, es muy importante que la gente se continúe educando porque el mundo está cambiando muy rápidamente, se necesita saber regenerarse, eso es muy significativo en cada sociedad. Por ejemplo, la inteligencia artificial está creando muchas nuevas oportunidades, pero hay trabajos que ya no se necesitaran después de 10 años; entonces, todos tenemos que regenerarnos para los nuevos retos en el mundo. Yo pienso que el sistema de educación finlandés ofrece muy buenas formas de cómo enfrentarse a todos los grandes retos”.

Desde el punto de vista de la seguridad en el ámbito geopolítico, glosa: “Finlandia se unió a la OTAN (la alianza militar occidental denominada Organización del Tratado del Atlántico Norte) en julio 2023, esto apoya nuestra política de seguridad junto con la Unión Europea. Para un país pequeño como Finlandia, las Naciones Unidas son una base importante. Los pequeños países tienen que confiar en las organizaciones internacionales, en un mundo basado en los derechos. Eso es muy importante, también, para México”.

Comparte fronteras con una potencia militar por lo que le preguntamos cómo es la relación, refiere: “Finlandia fue parte de Rusia 108 años, más o menos, hasta 1917; antes fuimos parte de Suecia, casi 800 años, es independiente desde 1917. Después de la Segunda Guerra Mundial tuvimos guerras con Rusia (donde la entonces URSS les arrebató parte de su territorio), después tuvimos muy buenas relaciones como vecinos, no se puede cambiar de vecinos. Pero, después de la de la agresión rusa a Ucrania, ahora, tenemos relaciones diplomáticas, pero hemos cerrado nuestra frontera y nuestros consulados y hay muy poca de relación”.

La integración de Finlandia a la OTAN no fue bien vista por Moscú, por lo que pregunto ¿para qué enemistarse con el vecino?, el embajador finlandés expone: “Fue una necesidad -como Suecia-, de formar parte de la OTAN y hemos decidido, en muy poco tiempo, integrarnos como miembros, lo cual es muy importante para nuestra seguridad. Antes, los finlandeses estaban, más o menos, en contra de la integración con la OTAN; pero, después del inicio de la guerra en nuestra vecindad, somos muy pragmáticos y realistas en Finlandia, y ahora que estamos como miembros, hay un gran apoyo a la adhesión a la OTAN”.

La guerra entre Rusia-Ucrania está ubicada a unos cuantos kilómetros del país de nuestro entrevistado, comenta: “En Finlandia hemos cerrado nuestra frontera con Rusia. Es muy importante apoyar Ucrania, ahora es un asunto de vital importancia para toda Europa y para todo el mundo, porque es una guerra contra la democracia, contra los derechos humanos, contra las Naciones Unidas. Es muy importante continuar apoyando a Ucrania, aunque cueste mucho”.

El clima finlandés la hace un importante consumidor de energéticos que se encarecieron con la guerra, sin embargo, se han tomado medidas, explica: “Ahora tenemos una economía de energía muy independiente de Rusia, hemos tenido que diversificar nuestras fuentes de energía, tenemos plantas nucleares que generan el 23 por ciento de nuestra energía y con energía hídrica, el 16 por ciento, es algo que es muy diversificado. Las fuentes de energía renovables alcanzan el 42 por ciento y quizás un poco más ahora”.

Pasando a las relaciones bilaterales entre nuestros países, las describe como muy buenas, pero que necesitan profundizarse más, ya que no han recuperado los niveles prepandemia, además, ambas naciones tuvieron periodos electorales este 2024. Refiere: “El énfasis de la nueva presidenta ofrece muchas nuevas oportunidades de cooperación y co-creación con México. La transición a energías verdes es algo que es muy importante para nosotros, para ambos países. También, nuestros países coinciden en muchos temas multilaterales, por ejemplo, derechos humanos, minorías y ambos países conceden mucha importancia al derecho internacional de la carta de las Naciones Unidas. Tenemos mucha cooperación en Nueva York; pero, quizá, podemos hacer más”.

Desde el punto de vista económico, glosa: “Tenemos más o menos 40 filiales de empresas finlandesas y decenas de representantes locales, hay algunas empresas aquí desde hace 30, 40 años. Los productos de exportación finlandeses más importantes son papel, cartón, hierro, acero, maquinaria y equipo para producción industrial. El año pasado, nuestras exportaciones fueron de casi 476 millones de euros y las importaciones desde México más o menos 230 millones de euros. De México, se importa a Finlandia productos industriales, especialmente automóviles, maquinaria, equipo, televisores y otros productos electrónicos, no son productos agrícolas como se podría pensar. Finlandia es conocida en México como un país igualitario y no corrupto, tenemos mucho conocimiento en los sectores para los que México necesita soluciones. Hay muchos aspectos en los que podríamos hacer más”.

“Finlandia y México estamos muy lejos, sin embargo, por ejemplo, hay cooperación científica, nuevas oportunidades y un centenar de mexicanos estudian en Finlandia cada año y entre 50 y 70 finlandeses vienen a México para estudiar”, concluyó.