EDGAR ALLAN POE:
El escritor del terror, misterio y suspenso
- PERSONAJES
- noviembre 2024
- Margarita Estrada Ávila
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Hoy les platicaré de uno de los más importantes escritores de la literatura universal, Edgar Allan Poe, de quien cito una de sus frases célebres:
“Durante la hora de la lectura, el alma del lector está sometida a la del escritor”.
Maestro de maestros del relato de terror, Allan Poe quizá no se imaginó como el creador del relato policial, la novela corta, a quien muchos lo han señalado como el escritor que renovó la novela gótica. A él le debemos la creación del primer detective literario, Auguste Dupin, personaje al que dotó de tres ingredientes que guiaban sus investigaciones: intuición, astucia y lógica.
Él nació en Estados Unidos, el 19 de enero de 1809. Sus padres fueron actores itinerantes que vivieron en condiciones de miseria y murieron cuando era un niño, etapa en la que fue acogido por el matrimonio integrado por John y Frances Allan, quienes pertenecían a una clase social privilegiada y adinerada; de ellos toma el apellido Allan, aunque nunca lo adoptaron legalmente, más esto no impidió que lo enviaran a estudiar a los mejores colegidos además de realizar con sus tutores muchos viajes.
Allan Poe, como se le conoce coloquialmente, desde temprana edad destacó su gusto por el deporte y la literatura, contrario a lo que John Allan quería para él, que era el estudio de las leyes, sin comprender la verdadera vocación de Edgar, en especial por las letras, motivo por el que, sumado a su adicción por el alcohol y el juego, ocasionó fuertes confrontaciones entre ambos, hasta que la relación con sus padres adoptivos se fracturó, abandonó la universidad y a la familia que lo acogió.
Tiempo después contrajo matrimonio con su prima Virginia Eliza Clemm, de 13 años, aunque en el acta pusieron que ella tenía 21 años, ella muere dos años después, a la par del deceso de uno de sus hermanos, de quien fue separado al morir sus padres.
Ambos sucesos lo sumieron en un estado de depresión y dolor indescriptible.
Edgar Allan Poe murió a los 40 años y aún hoy es una incógnita la causa de su deceso, de ello hay varias hipótesis: alcoholismo, drogas, tuberculosis, suicidio, asesinato.
Lo cierto es que fue de los pocos escritores que intentó vivir de la literatura. Su vida fue corta e intensa y su obra genial.
Lo valioso de su obra, es que desentrañó a través de sus historias y personajes los miedos y la maldad humana. ¿Quién no se ha enfrentado a ese límite, frágil y vulnerable, entre locura y cordura, entre la vida y la muerte, entre ser víctima o victimario?
En su poema “El cuervo” logra retratar a los seres humanos que sucumben al dolor y perdida de la razón ante la muerte de un ser querido. El personaje central de este poema sostiene una plática con un cuervo que ha entrado a su habitación después de la muerte de su amada Leonora. ¿Cómo te llamas? pregunta al ave.
Esta responde: Jamás. Él pregunta si volverá a ver a su amada en el mundo de los muertos. Jamás es la respuesta. Y el cuervo se instala en el dintel de la puerta, una imagen que nos lleva a reflexionar sobre la llegada inexorable de la muerte.
“El barril de amontillado”, conocido como uno de sus relatos macabros, el personaje central, como narra la historia, nos habla de las bajezas y la crueldad en la venganza, la que ejerce sobre Fortunato, la que resulta una mezcla entre lo terrorífico y alucinante; una agonía que para cualquiera de nosotros sería escalofriante.
Fortunato es introducido a un paraje subterráneo hasta llegar a la entrada de una lápida donde es encadenado mientras su verdugo, con piedras preparadas con antelación, empieza a tapiarla. Implacable alza una y otra fila de piedras cerrando la entrada de lo que será la tumba de Fortunato, el sitio donde este agoniza hasta morir.
“El Gato Negro”, otro de los cuentos de Poe, describe la historia de un hombre bueno, noble que ama a los animales, junto con su esposa, quien, con el paso del tiempo, producto del alcoholismo y las drogas se va transformando en un ser capaz de realizar las más grandes vilezas hasta llegar al crimen. En este relato Poe nos lleva a la reflexionar que detrás de muchos actos, puede existir la perversidad, que vuelve aterrador a quienes conviven con esa persona.
“La máscara de la Muerte Roja”, historia en la que el escritor nos cuenta cómo el rey Próspero se encierra en su palacio con otros nobles, para salvarse de una plaga conocida como “la muerte roja”, el rey decide dar una fiesta de disfraces, sin importarte la muerte de sus súbditos. En la fiesta aparece un extraño vestido de negro con una máscara roja, el rey pide que se descubra y al hacerlo se da cuenta que es la plaga de la muerte roja y todos en el palacio mueren. La obra finaliza con la frase:
“Y las tinieblas, la corrupción y la muerte roja tenían un dominio ilimitado sobre todos”.
Hablar de Edgar Allan Poe es reconocer a uno de los grandes escritores que más allá del terror o lo macabro de sus historias, abordó aspectos importantes de la naturaleza humana que puso de manifiesto esa parte oscura e inmisericorde del hombre y la mujer.
Les recomiendo acercarse a sus obras y pasar un buen rato leyendo:
“Los Crímenes de la calle Morgue”, “La caída de la casa Usher”, “El corazón delator”, “El escarabajo de Oro” y “Tú eres el hombre”, entre otros. O disfrutar algunas de las adaptaciones literarias al cine como: “El Gato Negro”, “La caída de la casa Usher”, “El cuervo”, “La tumba de Ligeia”, “La máscara de la muerte roja”, “The haunten place” entre otras.
Concluyo con otra de sus frases célebres:
“El único medio de conservar el hombre su libertad es estar siempre dispuesto a morir por ella”.