FUEGO Y ELECTRICIDAD

Probablemente la mayoría de nosotros hemos estado ante algún tipo de incendio o un encuentro no agradable con la electricidad. La mayoría de las veces no hay mayores consecuencias con estos fenómenos, pero en ocasiones, sobre todo cuando se salen de control son muy peligrosos y de graves consecuencias.

Alrededor de 90 años, el modo de transporte transatlántico de moda eran los dirigibles, que son estos grandes globos inflados con algún gas ligero, que tenían motores y una “cabina” para pasajeros. El gas Helio, usado por el dirigible USS Shenandoah, requirió casi todas las reservas mundiales de ese gas, en ese entonces, para lograr elevarlo. La empresa Zeppelin construyó un dirigible enorme, que medía 245 metros de largo y 41 metros de ancho (en comparación la Torre Mitikah en la CdMX mide 267 metros de alto por 50 de ancho), casi un edificio muy grande volador. Este globo volador en su viaje de 3 días entre Alemania y Nueva Jersey, llegando el 6 de mayo de 1937, y debido a electricidad estática y a la rasgadura de una celda de gas, provocó un incendio que precipitó la aeronave al suelo, muriendo 35 personas, algunos pasajeros y otros tripulantes y personal de tierra. Este suceso, más otros 6 anteriores de otros dirigibles, marcaron el fin de la era de estas aeronaves.

La electricidad y las substancias inflamables no se llevan muy bien y son peligrosas provocando incendios y explosiones. La ciudad de Los Ángeles en California está expuesta a peligros de origen natural como lo son: sismos, inundaciones, deslizamiento de laderas, calor extremo e incendios forestales. Los 31 incendios que afectaron la zona metropolitana de Los Ángeles, en el mes de enero pasado, nos dejan con varias reflexiones. El Servicio Meteorológico había advertido de un clima severo que generaba los vientos fuertes de Santa Ana de hasta 160 km/h y en donde había altas posibilidades de incendios por lo seco de la vegetación y la muy baja humedad. Aun así, la Alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, decidió no cancelar su viaje a la toma de posesión del nuevo presidente de Ghana. Ante la posibilidad de una emergencia, las autoridades deben permanecer, y también reforzar todos los protocolos. Hasta el 16 de enero, los incendios provocaron la muerte de 27 personas, forzaron la evacuación de 200,000 personas más, y daño a cerca de 12,401 estructuras. La Ciudad de Los Ángeles tiene 5,000 bomberos (La CdMX tiene 1,900) y los incendios duraron cerca de 15 días activos y el área que se quemó es de 164 Km², equivalente a las alcaldías de Coyoacán y Xochimilco juntas. Considerando que Estados Unidos tiene 1.3 millones de personas en sus Fuerzas Armadas y Reserva, además de un presupuesto altísimo de 895 mil Millones de Dólares, pudieron haber tenido una participación mayor que sólo 500 efectivos y 10 helicópteros para ayudar en los incendios de Los Ángeles. Una situación similar se vivió cuando el huracán Katrina en el 2005, inundó la ciudad de Nueva Orleans, provocando la muerte de 1,836 personas y una zona de desastre equivalente al área del Reino Unido. En ambos casos -con Katrina y en los incendios de Los Ángeles-, las Fuerzas Armadas de México ayudaron en las labores de atención de esas emergencias. ¿Nos han ayudado los Estados Unidos en situaciones de emergencia? Sí, por supuesto. En el sismo del 19 de septiembre de 2017, curiosamente, el Departamento de Bomberos de la Ciudad de Los Ángeles envió 80 bomberos para apoyar. Todos ellos estaban familiarizados con el idioma español y fueron de gran ayuda. “Hoy por ti, mañana por mí”.

La zona afectada en los incendios de Los Ángeles está entre las de mayor plusvalía en Estados Unidos, pero aún con los costos de varios millones de dólares por casa, dichas construcciones son altamente vulnerables a los incendios, por ser de madera. ¿Por qué no las construyen de tabiques o de concreto? Construyen con ese material, principalmente por costumbre, debido a la abundancia de la madera y a la ligereza de las construcciones. Seguramente esto cambiará en el proceso de reconstrucción, ya sea por convencimiento o por ley. Algo similar ha ocurrido en México, y más en la CdMX, ya que los grandes sismos que la han afectado han obligado a tener Reglamentos de Construcción cada vez más estrictos, lo cual nos hace una ciudad con uno de los mejores Reglamentos, sólo que no son retroactivos y entonces edificaciones viejas, siguen siendo vulnerables ante ese fenómeno.

En México, en el caso de incendios forestales, 9 de cada 10 son causados por humanos. Si nos toca enfrentar un incendio forestal, las recomendaciones son: alejarse del incendio a un área libre en dirección opuesta al humo; cubrir nariz y boca con un trapo húmedo; si no puedes huir, cubrirse con tierra; no intentar cruzar las llamas; si se prende la ropa, rodar en el suelo tapando el rostro; manejar despacio y esperar a que se disipe el humo. Los incendios en casas y otras construcciones, tiene varias clasificaciones: el tipo A es el que se presenta en material combustible sólido generalmente orgánico (sofá, cama, etc.); el tipo B se presenta en líquidos combustibles e inflamables y gases inflamables; el tipo C es el que involucra aparatos, equipos e instalaciones eléctricas energizadas; en el tipo D intervienen metales combustibles, como magnesio, sodio, litio y potasio; y el tipo K es el que se presenta en instalaciones de cocina, que involucra aceites y grasas vegetales o animales. Para cada tipo hay extintores especializados, y también los hay para atender tipos A, B y C, en un solo equipo. ¿Tienen un extintor en su casa?  Además de tenerlo, sería bueno leer las instrucciones con la familia para saber cómo usarlo en caso de un incendio. Acabamos de pasar la época Navideña que tiene la mayor vulnerabilidad ante incendios, ya que los adornos luminosos que colocamos, las series de foquitos del árbol, velas y calentadores, todos ellos requieren de una revisión para evitar un incendio. Ahora que tenemos tantos aparatos eléctricos que requieren de tiras eléctricas para conectarlos, debido a los pocos enchufes de las casas, nos ponen en riesgo de un corto circuito si los sobrecargamos, o si sobrecargamos la instalación eléctrica de nuestra vivienda. Tomemos el tiempo necesario para revisar las instalaciones, cables y conexiones. Los incendios son peligros y hay que evitarlos. Prevenir para no quemarnos.

Carlos Miguel Valdés González