RAFAEL SAN JUAN
Desafía la gravedad
- ARTE
- diciembre 2020
- Karla Aparicio
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Para mí es más importante el ser humano que el artista: Rafael San Juan
Platicar con Rafael San Juan es un deleite. Es dialogar desde el alma. Es abordar temas de valores universales combinadas con pinceladas. Es hablar de su inquietud por la sociedad actual, porque Rafael San Juan es así, es un ser consiente, transparente, y para él es más importante el ser humano que el artista.
El escenario para nuestro encuentro fue cuidadosamente seleccionado, fue en una terraza del segundo piso en un reconocido hotel en Guadalajara, donde se enmarca un imponente conjunto escultórico, obra de su autoría titulado “Anhelos”. Son unas alas impresionantes, que erizan la piel cuando uno pasa entre ellas. “Anhelos” es un símbolo de libertad, fe y esperanza. El material es de acero reciclado, forjado. Más que entrevista, fue una charla de amigos, transparente, sin filtros, tal como somos, la que fue acompañada de un buen café.
Camino de las artes, necesidad de niño
Rafael San Juan, cubano de nacimiento, en su niñez tuvo inquietudes artísticas, no propiamente por el arte en sí, si no por un deseo personal de construir sus propios juguetes, para hacer sus juegos cotidianos. Como los juguetes que tenía a su alcance no cubrían sus expectativas del sueño que tenía como niño, él construía los propios con plastilina. Como no había mucha en aquel entonces, tenía que desbaratarlos y construir otros nuevos, todo dependía de los personajes que cruzaran por la mente inquieta de Rafa, quien disfrutó tanto su niñez en su querida Habana, donde tuvo todo el tiempo del mundo para crear historias y alimentar esa creatividad que hoy lo distingue. Un tío, que era como su papá, era el que se preocupaba por acercarle materiales con los que pudiera construir sus artefactos.
Por la influencia de sus primos quería entrar a la escuela de biología, sin embargo, uno de ellos le hizo caer en cuenta que, de niño, hacia muchas piezas de arte mientras jugaba, y le insistió en retomarlo, lo llevó a casa de varios artistas y lo convenció de manera inmediata de iniciar en este camino. En este momento es cuando decide entrar a la carrera de artes plásticas.
PRIMER ACERCAMIENTO AL ARTE
En la familia de San Juan no había una tradición al arte, así que él tuvo que encontrar su propio camino… Hoy apuesta a las obras públicas, porque su primer acercamiento al arte fue con la escultura. Cuando caminaba por ahí y se topaba con alguna escultura mientras jugaba, él hacia una pausa y se detenía a observarla detenidamente, y ahí fue donde despertó esa semilla que Rafa traía dentro, quizás él sin sospecharlo.
SU COMPROMISO
“Mi compromiso es hacer obra pública u obra privada en espacio público, porque para mí es esa puerta que se le puede dar a un niño, que posiblemente no tiene en su familia una cultura hacia las artes, y esto le puede abrir esa puerta de iniciación. Puede ser un umbral, como a mí me sucedió, de que ese niño descubra su sensibilidad o talento al mundo creativo del arte”.
“El tener una obra en un espacio público, hace que cualquier individuo pueda tener una relación con el arte”. Eso para él, una constante búsqueda, y cada vez que lo puede hacer, San Juan, es más feliz.
Cuéntanos un poco cómo te sentiste al ingresar a Bellas Artes
“Cuando entré a la escuela de arte, iba con un poco de temor, porque para mí era todo nuevo: todo eran materiales ajenos, y casi toda mi generación ya tenía una base en el arte. Inicié de una forma más abrupta, pero el empeño por lograr las cosas y la perseverancia, hicieron que pareciera fácil y me abrió las puertas. Opté por la especialidad de escultura y dibujo y posteriormente tuve un acercamiento a las artes escénicas… Decidí cursar el posgrado en diseño escénico. Antes de venir a México, en los años 90 en Cuba, estaba más activo como diseñador escénico, que como escultor”.
Rafael San Juan en México
Rafa, ¿Cómo iniciaste en México?
“Inicialmente, hace casi veinte años, vine a una exposición colectiva a la ciudad de México. Al poco tiempo, el gobierno cubano me envía con un grupo de estudiantes a diseñar el pabellón de Cuba, en la Feria Internacional del Libro (FIL), donde Cuba se lució en todos los aspectos. Mi misión era hacer una gran escenografía para la FIL y una escultura efímera de libros con el rostro de José Martí a gran escala, y al final, estos libros se regalaron a los niños”.
Rafael, se queda en México, porque surgieron múltiples proyectos de esculturas con empresarios, uno de ellos fue con la comunidad hebrea, a quienes les tiene mucho aprecio. El proyecto fue hacer un museo con el tema de la tolerancia, fue el primero para un espacio público. La pieza era una reflexión al holocausto, con el lema “Nunca jamás”. Era una pieza de símbolo de vida, más que una representación de las pérdidas de la historia dramática que ocurrió en ese hecho histórico. A partir de ese momento, no han dejado de emerger los proyectos de escultura monumental.
Rafael San Juan es de descendencia española, nació y se creó en Cuba y lo adoptó México. Cuba, ¿qué es para ti?
“Cuba para mí es el seno materno. Tengo muy arraigado los recuerdos de mi infancia, la libertad como niño. Los niños que veo en la actualidad tienen sus tiempos muy ocupados, con clases de múltiples modalidades. Yo no. Yo fui un niño muy libre, y no cambio por nada esa libertad, porque marcó gran parte de mi personalidad y de mi capacidad creativa”.
¿Cómo nació ese estilo tan propio de Rafael San Juan, sobre todo en las esculturas monumentales?
“Un amigo me mandó unas tiras de acero reciclado de desperdicio para que experimentara con ellas y ver qué se podía hacer. Duró más o menos un año en un estante guardado, ya casi lo iba a tirar, pero se me ocurrió hacer una mano. El resultado fue muy satisfactorio, gustó muchísimo. Posteriormente trabajé con este concepto”.
UNA DE LAS PIEZAS QUE MÁS QUIERO ES “PRIMAVERA”
Le comento que un día caminando por el malecón de La Habana, me topé con una pieza de lo más impresionante, me dejó sin habla su belleza, se llama “Primavera”, y al buscar la firma para saber de quién era, ¡Sorpresa! ¡Era suya! ¿Cómo fue el proceso para lograr este hermoso proyecto?
“Estaba trabajando en un conjunto de esculturas para un espacio habitacional en “Guadalajara Central Park”, con una magnitud impresionante, y se me hizo muy egoísta, y sentí la necesidad y el compromiso de darle algo a La Habana, y comencé a tocar puertas para poder crear una pieza. Después de mucho trabajo se concretó una escultura pública.
PRIMAVERA quise hacerla en Cuba, y que me ayudara gente de ahí, es una de las piezas que más quiero porque estuve muy involucrado desde la maqueta. Además, mi hijo más chico, nació en el mismo mes que se inauguró, en plena primavera, por eso de ahí el nombre a la escultura. Esto fue en el año 2015. No dejé ningún detalle al viento. Tardé casi un año en lograr el carácter de la pieza, la personalidad salió de la primera bailarina que actualmente es la directora del Ballet “Viengsay Valdés”. Un día saliendo de un ensayo le cuestioné: cuando sales a saludar en el escenario y tienes que mostrar la pose que representa el virtuosismo de una mujer cubana, imponiendo la fuerza, la feminidad y el carácter y al mismo tiempo la sensualidad ¿qué es lo que tú harías? Empezó a hacer una serie de poses y movimientos hasta que hubo una y le dije: “¡no te me muevas!”, hasta que salió el ángel de la escultura. Las flores de la cabeza son flores mariposas, que es la flor nacional de Cuba. Me inspiré en varias mujeres para los demás detalles, entonces “Primavera” son todas y no es nadie, está llena de simbolismo, además es una pieza muy querida por la ciudad”.
¿Quiénes son tus maestros?
“Yo no puedo hablar de un maestro, puedo hablar de muchos o puedo hablar de todos. Yo tengo muchos recuerdos, desde el que me corrigió una línea hasta el que me corrigió un volumen.
Muchos ya no están aquí, en este plano, y cuando hago una obra, lo hago en memoria de muchos de ellos que se convirtieron en mis amigos. Los llevo en mi corazón.
Y otra parte de la enseñanza es el encuentro con las grandes obras, cuando empiezas a ver en viva voz, en vivo, las obras de la historia del arte, no es lo mismo verlas en los libros que físicamente”.
¿De qué ilusión sufres?
“La verdad de ninguna. Soy muy afortunado. Hago lo que quiero hacer, quizás de lo que sufro no es de una ilusión, sino de una realidad: el no tener más recursos ni tener más manos, ni tener más réplicas de Rafael para poder hacer todos los proyectos que tengo en la mente. Quizás de lo que más sufro es de chocar contra pared cuando pido apoyo para hacer un proyecto público para bienes sociales. Desgraciadamente como artistas, somos creativos, pero no somos un banco, no somos una institución que contamos con todos los recursos que quisiéramos y, lamentablemente, de entre las artes, la escultura es la más costosa en términos de dinero y de maniobras para desplazar. Quizá este es el punto donde más le puedo sufrir, pero siempre se busca una solución. En lo personal no atesoro ambiciones, más bien es dejar un legado para que nuevas generaciones vivan a través de él”.
Tu frase favorita…
“Lo importante no es caer, sino tener fuerzas para levantarse”. “Ese es el mensaje que doy. La perseverancia, la voluntad por obtener las cosas, junto con la dedicación y el amor, son las que transforman la vida, y es lo que dejamos.
Vivimos hoy en día una crisis en todo el sentido de la palabra, cada vez hay más inseguridad, y me lamento mucho que Guadalajara ya no sea la misma de hace 20 años. Deberíamos de ser mejor cada día, es decir, todos deberíamos de serlo, deberían ser mejor los vándalos, deberían ser mejor los médicos, los empresarios, es la única manera que podemos de ser una sociedad mejor, ser una sociedad rica en valores.
Creo que es muy buen momento para un cambio de conciencia, primero con uno mismo, y después hacia los demás. Siento que es la única manera de sobrepasar esta crisis y las que vengan. Más que una palabra, una frase, es un pensamiento completo. Mi deseo es que ojalá estemos reflexionando en dar la mano, en ayudar, en ser reciproco a partir de la esencia de uno mismo. Hay que estar uno bien con uno mismo, para poder estar bien con lo que nos rodea”.
Proyectos actuales
“Ahora estoy en etapa de pandemia, todo ha sido muy diferente, es una época de reflexión; estuve pintado, no tengo en este momento un equipo de trabajo como lo he tenido siempre: una parte está en Cuba, además, un querido amigo acaba de fallecer hace poco, y era con quien iba a comenzar a hacer una escultura juntos”.
“Ahora estamos haciendo una escultura apoyándonos un poco con la tecnología, ésta va para el Lago Di Como, Italia. Estamos muy contentos porque para mí es uno de los lugares de los que he conocido, que más me ha gustado, y por cosas de la vida, sin tener nada que ver, estamos haciendo una escultura para allá. ¡Estoy muy feliz!”.
“Estamos terminando otra escultura monumental, en los jardines del castillo de la fuerza, para los 501 años de La Habana. Esperamos ir a inaugurar. Es la primera pieza que hago en mi vida a la distancia, por el tema de la COVID. Agradezco al equipo de realización y a la oficina del historiador por hacerlo posible”.
Tu reto
“Desafiar la gravedad con mis piezas, es uno. El arquitecto Teodoro González de León, fue un gran maestro y mentor en mi carrera, me abrió el camino hacia la obra pública. Fue un arquitecto muy maduro, con mucha experiencia, que me transmitió esa seguridad de que sí se puede hacer cualquier cosa y a desafiar a la gravedad”.
Antes de despedirnos, ¿qué es lo que más valoras?
“La sencillez y la honestidad. Soy muy exigente con mi equipo de trabajo, pero al mismo tiempo trato de ser muy humano y trato de no creerme nada. Para mí, es más importante el ser humano, que el artista, el deportista o el arquitecto: aprecio mucho la sencillez en una persona… El tiempo, lo valoro mucho, cuando alguien muy ocupado o muy importante te dedica su tiempo, si te va a dedicar cinco minutos, que te los dedique bien, y lo mismo lo trato de hacer. Siempre abogo por ser sencillo y lo más básico que puedo. En general mi vida cotidiana es muy elemental”.
Rafa, gracias infinitas por tu tiempo y por compartirnos parte de tu trayectoria, y aún más, compartir parte de tu ser y agradecemos de corazón a Andrea, tu esposa, quien estuvo al pendiente hasta del más mínimo detalle para hacer posible nuestra entrevista. ¡Felices fiestas!