¡TU VIAJE POR EL SENDERO DE LA SEXUALIDAD!
- SEXUALIDAD
- enero 2021
- Jaquelin Machado G.
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El sendero de la sexualidad está cargado de todas las experiencias de tu vida que incluyen tus propias emociones, los desencuentros, las rupturas de pareja, la pasión, los desengaños, la emoción y motivación en un encuentro íntimo, tu propio enamoramiento. En pocas palabras, tu historia personal. Bien, posiblemente te preguntarás ¿qué es esto de un viaje a través de la sexualidad? El propósito del tema es invitar a tu imaginación a disfrutar y visualizar lo maravilloso que es la Sexualidad. Para iniciar este viaje ubica que tanto tú como yo, y como todos los seres humanos, provenimos de padre y madre, y con la unión de ambos fuimos generados todos y cada uno de nosotros. Si nos remontamos hacia atrás, tanto como tu imaginación lo permita, llegamos al origen del Universo. En términos sencillos, la vida se genera por el encuentro de dos fuerzas, que básicamente, contienen la energía femenina y la energía masculina. Así, si lo ves desde este punto de vista, la Sexualidad implica una Fuerza Vital poderosísima que en forma constante y permanente se está regenerando a sí misma en tiempo presente.
¿Qué se entiende por esto? Que la sexualidad está contenida en tu vida cotidiana y que no se reduce únicamente a genitalidad o acto físico para procreación y/o desahogo fisiológico. Si la sexualidad es Fuerza de Vida que se manifiesta todo el tiempo en forma constante, nosotros, tanto mujeres como hombres a nivel celular y a nivel ADN llevamos contenida en una «memoria» toda la información de las mujeres y hombres que existieron, que existen y que existirán: recuerda, estamos en un viaje a través de la sexualidad, entonces, lo anteriormente dicho, forma lo que se podría denominar inconsciente colectivo. Bueno, te preguntarás ¿y esta información de qué me sirve? Si eres un poco curiosa(o) notarás que puedes acceder dentro de ti a aquella parte en tu interior que te inquieta y que intuye que la sexualidad es mucho, pero mucho más que solo un acto sexual. Una vez llegados a este punto, vamos a ubicar que nosotros como seres humanos manifestados en este mundo, poseemos un cuerpo que es un templo sagrado, ojo, no estoy hablando de templo en sentido religioso ni moral sino en términos de vida, entonces este cuerpo que es parte de nosotros, pero que a su vez no es de nosotros en la totalidad de un ser integral, es un templo sagrado porque es la manifestación de la energía condensada en su forma más densa (para aclarar un poco esta expresión podemos recordar que la energía se puede manifestar en forma de gravedad, cohesión nuclear o electromagnetismo) y con esta información ahora puedes darte cuenta más fácilmente de que al nacer de padre y madre, en realidad provienes del encuentro de dos fuerzas que contienen la energía femenina de tu madre y la energía masculina de tu padre, la cual te da a ti una fuerza mejorada y renovada, ya que contienes a ambas, esta misma fuerza tú la trasladas a tus hijos y así sucesivamente, esta energía sexual se mejora continuamente. Por ello es importante que concientices que la Sexualidad es una forma de vida más que un mero acto sexual. Ahora bien, el cuerpo físico es la piedra angular de la Sexualidad, la pregunta para ti es ¿cómo tratas a tu cuerpo? ¿Es para ti una máquina que llevas a todas partes porque no hay modo de zafarse de él? ¿Estás a gusto con él? ¿Qué te molesta o te avergüenza de él? ¿Con qué frecuencia lo criticas? O no eres consciente de que tienes un cuerpo templo maravilloso que te mantiene con vida silenciosamente. Para la Sexualidad Sagrada, el cuerpo es mucho, pero mucho más que un instrumento maravilloso de manifestación que contiene en sí mismo muchos sistemas biológicos que nos mantiene en vida. Pero ¿qué tiene que ver esto con sexualidad? ¡Todo! Ya que sin este templo maravilloso simple y sencillamente tú, yo y ningún ser humano podríamos manifestar nuestra sexualidad y, por ende, nuestras expresiones sexuales.
Así, partiendo de esta base importantísima, continuando con este viaje maravilloso y recordando que poseemos toda la información de las mujeres y hombres que existieron, existen y existirán «sabemos» en algún nivel en nuestro interior que nuestro cuerpo es, de hecho, un templo de una complejidad que, en realidad, desconocemos. Es también una simple imagen, una especie de esquema, una construcción mental hecha por nosotros mismos y formada a través de nuestras propias historias personales (influenciadas por nuestro entorno familiar, social, cultural, religioso y mundial) y que pareciera ser es el único aspecto de nuestro cuerpo que conocemos.
Por otro lado, nuestro cuerpo es producido y animado por una inteligencia creadora y esta Inteligencia es la misma que sostiene al Universo. Por lo mismo, el cuerpo guarda en sus profundidades, potencialidades insospechadas, energías extraordinarias que, desgraciadamente, por ignorancia, falta de curiosidad, inconsciencia etc., quedan sin explorar y desarrollarse por el ser humano común.
De lo anterior podemos derivar que, «sin darnos cuenta», poseemos de manera conceptual «dos cuerpos»; es decir, generalmente poseemos un «cuerpo objeto» que desconocemos y un «cuerpo imagen» que es la representación que nos hemos formado a lo corto o largo de nuestra vida y, con el que en general nos interrelacionamos con los demás. Durante el tránsito de tu sendero sexual te vas transformando como mujer en una Amazona y como hombre en un Guerrero, ambos librando sus propias batallas floridas. Cuando aprendes a vivir plenamente en el presente, con respecto a tu sexualidad, eres consciente de que no es importante ya para ti dejar huellas en tu camino, sin embargo, la paradoja está en que, al momento en que has dejado de perseguir la plenitud, el éxtasis, el orgasmo como una pequeña muerte, etc., sin proponértelo ya como objetivo de vida, dejas huellas a tu paso de la unión del amor y la sexualidad, de la paz interna, del éxtasis, del silencio y de la creatividad.
La culpa, la vergüenza, el temor, el dominio, la apatía, la fantasía, el deseo obsesivo, el romanticismo, la aventura del encuentro fugaz, el enamoramiento, las codependencias, las ilusiones, los maltratos, la perversión, etc., todas ellas y otras más, facetas de la sexualidad con teñidos de luces y sombras han quedado de lado, han quedado en el pasado como caminos sagrados que te permitieron llegar a tu ser verdadero, desnudo, inocente y sabio.
Guerreros y amazonas sexuales viviendo en el presente son capaces de dar y recibir placeres exquisitos en una danza de sensualidad y erotismo en una real entrega de su ser, en una intimidad sagrada, profunda que los lleva a dimensiones del ser más allá del cuerpo físico. Estas personas no son para nada seres de “otro lado”, son las personas más simples y sencillas que han aprendido a viajar ligero en la vida.
La sexualidad, origen y energía de vida es todo el tiempo y el no tiempo, presente y fresca impregnada de perfumes, formas y colores diversos; las amazonas y los guerreros saben del viaje interno que se requiere para vivir de esta forma así que se sumergen en el mar de la sexualidad, sin reparos ni controles de seguridad.
Vivir sexualmente en el presente sin dejar huellas te conduce a liberarte del pasado pues, de lo contrario, sólo te encerrarás en modelos y rutinas sexuales rígidas, que lo que hacen es almidonar los comportamientos sexuales “correctos” ante los demás. Así que lo que en realidad debiera importar para recorrer este camino y disfrutar de una forma de vida sexual impregnada de éxtasis, confianza, amor y pasión por la vida, creatividad, silencio interior y sabiduría, es deshacerte de todo aquello que te limita y formarte en la larga cola de la exploración sexual de ti mismo(a).
Las amazonas y los guerreros conscientes ya de su sexualidad, tienen una gran energía que les permite la realización de su vida presente a través de la plenitud y el amor sexual; ambos, saltando al vacío desconocido del mar de la sexualidad han atravesado el fango, la turbulencia y el pantano de sus traumas infantiles, abandonos, dolores, separaciones y muertes y han logrado entender y comprender, en una primera faceta, que dichos eventos absorben una gran cantidad de energía chupando toda su fuerza vital y su poder personal; y, en una segunda faceta, saben de la importancia que tiene el mantener el equilibrio y la serenidad en el corazón tanto en presencia de la luz como de la oscuridad en su vida sexual. Ambos saben que se aprenden grandes lecciones de la oscuridad en la sexualidad como, por ejemplo, salir de la adicción al sexo solo a través de sustancias como la cocaína, el alcohol y/o las pastillas. Y que hay grandes excesos en lo que se llamaría la luz en la sexualidad, por ejemplo, la pasión exagerada que raya en el fanatismo de técnicas sexuales elevadas como el tantra.
Guerreros y amazonas se desenvuelven en ambientes en los que las relaciones sexuales son igualitarias y al mismo tiempo, respetuosas de las diferencias que existen entre hombres y mujeres. La forma en que se vinculan los guerreros con una mujer, es en forma adulta puesto que han asumido su masculinidad integrando en sí mismos una sólida base emocional y profunda lo que les permite la verdadera intimidad, el erotismo, la confianza y la integración tanto hacia sí mismo como hacia su pareja. En el caso del vínculo adulto de las amazonas lo que sucede es que éstas son verdaderas hembras que resaltan entre el rebaño de “falsas mujeres” pues han comprendido la importancia que tiene el mejorar su independencia y autonomía.
Los guerreros sexuales han asumido su masculinidad adulta, saben de las batallas que han tenido que atravesar en las que hubieron brotes de cólera, exhibicionismo, hazañas sexuales y demostraciones de poderío económico entre otras cosas.