Revista Personae

LOS PENDIENTES DE TU CUERPO

El canto

COMPARTIR

Facebook
Twitter

Cuando escucho que en un principio fue el Verbo o que fue el Big Bang, estas palabras inmediatamente me remiten a sonido. Cuando el bebé nace, una de las primeras cosas que hace, aparte de respirar, es emitir sonidos. Y me pregunto la importancia del sonido salido de nosotros mismos, como es la voz.

 

¿Te gusta tu voz? ¿Qué sientes cada vez que te escuchas? ¿Qué piensas de ésta? ¿Te gusta o te gustaría cantar? ¿Para qué?

 

De unos cuatro años para acá sentí una necesidad grande de cantar “bien”. Antes de eso, cada vez que cantaba en los temazcales terminaba llorando, hasta que decidí volver a callar. Me preguntaba constantemente por qué lloro cuando canto al interior de un temazcal. ¿Por qué canto tan poco afuera? De niña cantaba a gritos, a capella todas las canciones que me gustaban, incluyendo en otros idiomas, aunque no les entendiera. Hasta que me cacharon los adultos y se rieron tanto de escucharme, que dejé de cantar.

El canto, Los pendientes de tu cuerpo

 

Ahora es que me doy cuenta de la importancia que tiene el sonido corporal, el que sale de la garganta, de la boca. No solo las palabras, ni los gritos, que como terapeuta de liberación emocional estoy tan acostumbrada a emitir y a escuchar de mis consultantes. También el canto es muy importante, lo viví hace poco en un temazcal en el que, en lugar de decir el dolor o gritarlo, una persona compuso una canción hermosa que, además, sin ser cantante, cantó como si fuera un ángel. Inmediatamente sentí que algo en mí se acomodó y me di cuenta de lo mucho que esa persona estaba sanando con su canto.

Para quienes cantan por gusto ha de ser pan comido, pero quienes hemos dejado el canto como un pendiente del cuerpo, no hemos tenido ese gusto. Debido a que la voz, el canto, son sonido y sonido es vibración, imaginen lo que podemos hacer cada uno con la voz para el bienestar de nuestro cuerpo, de nuestro ser. Si la música que no componemos nosotros, que viene del exterior, que viene de otro ser, nos hace sentir alegría, tristeza, tranquilidad, furia, el canto que viene de nuestro interior, ¿cómo nos podrá hacer sentir? Y me pregunto y te pregunto:

 

¿Cómo queremos que sea nuestro canto? ¿Cómo podríamos cantar en estos tiempos extraños? ¿Cómo podríamos usar nuestra voz para sentirnos bien?

 

Dice Ana María Sarán, experta musicoterapeuta que “El bloqueo de cualquier sentimiento afecta la voz y su expresión… La voz también puede ser opaca, sin timbre, sin resonancia, sin energía y sin cuerpo. La propuesta es llegar a utilizar la voz con todos sus matices emocionales, así el cuerpo y la voz estarán menos rígidos y más flexibles”.

 

¿Qué te parece esto? ¿Te atreves a jugar con tu voz?

 

Intenta cantar, sugiero que comiences con canciones que te hagan sentir bien. Observa cómo te sientes al cantar, si es que no lo has hecho antes o lo habías hecho poco. Practica más el canto cada día de tu vida. Por experiencia propia, estoy segura, que cada vez te sentirás mejor contigo mismo cantando. Si te has tragado tus lágrimas porque en el momento en que querían salir no pudiste dejarlas fluir, entonces experimenta con canciones que te hagan llorar, canta y llora. Eso sí, no te quedes eternamente escuchando esas canciones porque puede ser contraproducente y alargarás el estado de tristeza, ni tú ni tus seres queridos te han de desear tristeza eterna. Solo usa estas canciones para liberar las lágrimas y después pasa a otra cosa. Canta cosas que te hagan sentir bien, que te alegren, que te hagan cantar cada vez más, más alto, que te hagan bailar, mover todo tu cuerpo y así, poco a poco, como mis perritos que ahorita se están sacudiendo, tú sacudirás tu cuerpo, tus cuerdas vocales, tu ser entero para fluir y vibrar en ondas sonoras que te hagan sentir mucho mejor. Has lo mismo con las emociones que vayas sintiendo.

 

El canto, Los pendientes de tu cuerpo

 

Otra pequeña sugerencia es que juegues con las vocales, son excelentes sonidos para liberar la voz cantando. Juega a entonar las vocales de muchas formas, las puedes combinar en sílabas con alguna consonante: aaaaa, eeeeee, iiiiii, ooooo, muuuuu, siiiiii, yaaaaaa, veeeeee, noooooo, etc.

¡Anímate a explorar tu cuerpo mediante el canto! No lo dejes como un pendiente más. Siente qué parte de tu cuerpo vibra, cómo vibra.

 

El canto, Los pendientes de tu cuerpo

 

Y si te animas, escríbeme y cuéntame cómo te va cantando. Además, te puedo pasar los datos de dos de mis maestras de canto holístico con quienes tomo clases, para mí son “cantoterapeutas”, porque no me hacen cantar bien, lo que me hacen es liberar mi voz, mis emociones y me ayudan a hacer vibrar mi cuerpo mediante mi propio canto. Con ellas he encontrado la entonación que me hace sentir mejor, mi propia entonación, mi voz, mi vibración.

Amaranta Medina Méndez

SALUD

Núm. 293 – Abril 2024