EX LIBRIS

La saga de los “reemplazos” de los herederos de la familia real británica supera cualquier biografía escrita en inglés, aunque haya sido escrita por el mejor de los ghostwriter que en la historia han sido. La decisión del príncipe Henry (Enrique) —el menor de los hijos del rey Carlos III y la difunta princesa Diana: que llegó al mundo en 1984, dos años más tarde que su hermano William (Guillermo, el heredero al trono)—, de titular su autobiografía Spare (sustituto, repuesto) y en español, En la sombra, es una referencia a la brutal realidad de una vida definida por el orden de sucesión al trono, asunto que ha provocado más de una crisis en la familia real inglesa.

Aparte del caso del príncipe Henry, la historia cuenta el affaire del príncipe Andrew (segundo hijo de la reina Isabel II, recién fallecida, y tío de Henry; Andrés adelantó en 1960 a su hermana Ana en la línea sucesoria porque entonces se daba aún prioridad a los varones). El de la princesa Margareth. Nacida el 21 de agosto de 1930, aportó glamour a la década de los años 60 del siglo pasado, codeándose con actores y músicos viviendo una forma de vida bohemia, mientras que la reina Elizabeth II heredó la estricta dedicación al deber de su padre, el rey George VI, su única hermana, la princesa Margareth, tenía más libertad para divertirse y salirse de control. Así como el de George VI, segundo hijo del rey George V, el joven príncipe Albert de York nunca estuvo desatinado al trono. No obstante, su hermano mayor, el rey Eduardo VIII abdicó a los pocos meses de reinado para casarse con la divorciada estadounidense Wallis Simpson, decisión que cimbró la monarquía y a la sociedad británica del aquel momento. George VI tenía un profundo sentido del deber y estabilizó la monarquía. Sus responsabilidades reales le afectaron la salud y se le diagnosticó un cáncer de pulmón al ser fumador empedernido. Murió el 6 de febrero de 1952 de una trombosis coronaria a los 56 años de edad. En su lugar a ascendió al trono su hija la princesa Elizabeth que falleció a fines del año pasado a los 96 años de edad. La reina inglesa más longeva de la historia.

El libro escrito originalmente en inglés Spare —con la pluma del Premio Pulitzer en el año 2000, John Joseph Moehringer por un reportaje sobre las tensiones que surgieron cuando se abrió un ferry en una pequeña comunidad segregada en el estado de Alabama, EUA— hace revelaciones y acusaciones sobre la familia real británica que se han hecho públicas en los principales medios de comunicación del mundo durante muchos días. En el texto, bien redactado por el “negro literario” o “autor fantasma” aludido, el nieto de la difunta Elizabeth II, Harry narra su dolor por la muerte de su madre, la inolvidable Lady DI, una pelea con su hermano, el príncipe William, así como su disgusto por desempeñar el papel de ser un “repuesto” del hijo mayor que es legítimamente el heredero al trono.

La editorial Random House —que ha realizado la impresión mundial de En la sombra —traducido a 16 idiomas; es uno de los libros más solicitados en “una década” en las compras por reserva anticipada—, anunció el miércoles 11 de enero que las ventas del primer día superaron los 1.4 millones de ejemplares. Como referencia de ventas de otro libro, Becoming, de Michelle Obama, esposa del ex presidente de EUA, Barack Hussein Obama, necesitó una semana para alcanzar esa misma cantidad cuando se lanzó a la venta en 2018.

Las ventas de En la sombra incluyen las versiones del libro con pasta dura, blanda, audiolibros y libros electrónicos en EUA, Canadá y el Reino Unido. Desde que la pareja de Harry y Meghan —que todavía se les llama los duques de Sussex, porque todavía mantienen algunos privilegios—, abandonaron su domicilio palaciego en Londres, defienden a carta cabal duque están tratando de retomar el control de la narrativa sobre ellos mismos después de una cobertura negativa de la prensa que llegó a poner, según sus propias palabras, su vida en peligro.

La discutida presentación de la autobiografía de Harry y Meghan se enmarcan en los anteriores argumentos. Sin embargo, la realidad es que el pelirrojo hijo de Carlos III y de la princesa Diana se ha metido en un círculo vicioso que plantea serias dudas a los supuestos objetivos que quiere alcanzar. Resulta, por lo menos, muy complicado para los lectores comunes y corrientes creer que este volumen —lleno de interioridades y acusaciones en contra de los Windsor—, podría acercar a Henry con su padre, el actual Carlos III, y con su hermano, el príncipe William. Por el momento ese acercamiento no está a la vuelta de la esquina, ni tampoco por el número de ejemplares que llegue a vender.

Lo que sí es cierto, es que En la sombra se ha convertido en un fenómeno mundial. En el Reino Unido el libro ya es la obra de no ficción más vendida en la historia del país. Según dice Celia Maza, corresponsal del periódico español La Razón en Londres: “Pero el incremento de la cuenta bancaria del protagonista —se habla de 17 millones de euros de adelanto por las memorias y de un contrato de 100 millones de euros con Netflix— crece con la misma velocidad con la que ha caído en picado su popularidad entre los británicos”.

Agrega Maza: “El que en su día fuera el miembro más querido de la familia real es ahora uno de los más odiados. Pese a los ataques dirigidos hacia su padre y su hermano, la popularidad del actual monarca y el heredero se han visto reforzadas. Sin embargo, cada vez son menos los que creen que la monarquía sobrevivirá los próximos cien años. La biografía de Harry es probablemente el libro más extraño jamás escrito por un miembro de la realeza. Es en parte una confesión, en parte una diatriba y en parte una carta de amor hacia su madre y su mujer. Pero ante todo es el mensaje de enfado y rencor más largo jamás enviado. Se trata de un relato desde el interior de lo que él llama una “pecera surrealista” y un “show interminable de Truman”. Cuenta detalles íntimos de su vida, como el día que perdió su virginidad con 17 años detrás de un pub o cómo reconocía fácilmente a las chicas con “síndrome del trono”, que “se veían con la corona en el momento que me cogían de la mano”.

Las vivencias de su infancia y de su juventud demuestran sus temores íntimos, personales y familiares. Su existencia anterior a Meghan en Londres carecía de mucho afecto, pero no de lujos y dinero, como también llena de sombras y fantasmas. Recuerda sus ataques de pánico, se sentía sumamente solo, se automedicaba con drogas psicodélicas para escapar de su dolor; que planificaba las salidas de compras como incursiones militares, para llevar a cabo disfrazado y a toda velocidad.

De hecho, la narrativa del libro gira en el tremendo trauma que le provocó la muerte de su madre en el accidente automovilístico en el centro de París. Noche infausta que le desgració su vida. Nunca ha podido olvidar que el rostro de Lady Di era una de las caras más conocidas del mundo. El hijo del actual rey de la Gran Bretaña odia a la prensa, porque la culpa de la muerte de su progenitora; considera que si su esposa, Meghan, hubiera permanecido en Londres, podría haber terminado de la misma manera y odia a los medios de comunicación porque los culpa también del distanciamiento con su hermano, quien puede llegar a ser rey de la Gran Bretaña.

En el artículo de Celia Maza, “Desmontando a Harry, príncipe con mucho cuento”, la corresponsal española precisa: “En definitiva, Harry culpa a la prensa de llevar un juego sucio, despiadado y peligroso. Pero no es consciente de que su propia madre fue partícipe y él mismo ahora juega a la misma ruleta rusa que critica protagonizando, de manera consciente, portada tras portada, y dando a la prensa la carnaza que él sabe mejor que nadie que vende los trapos sucios de Palacio”.

En las casi 600 páginas, Harry acusa a su hermano William de agredirle, de criticar a su esposa Meghan Markle, incluso de alentarle a llevar el controvertido disfraz nazi de la polémica fiesta que acaparó las portadas de los tabloides en 2005, aunque todos sus dichos los quiere comentar luego en “la intimidad”. Lo más evidente es que el príncipe Harry sufre del síndrome del “hermano menor del rey”. En muchas generaciones reales se repite el mismo patrón. Ya lo mencionamos con la princesa Margarita y el príncipe Andrés. Al parecer, el príncipe-escritor no soporta la ira que le provoca ser el “de repuesto”, o el que anda “en la sombra”, ya castellanizado.

La discordia fraterna es algo que viene desde hace muchas generaciones. La literatura tiene infinidad de ejemplos. El caso de Harry no es único. El suyo es uno de los dramas más comunes de la naturaleza humana. Aunque no todos tienen la fortuna de cobrar millonadas de euros, libras esterlinas o dólares por contarlo. El aristócrata esposo pelirrojo de la actriz estadounidense renunció a la familia real en medio de quejas de que preferían una vida privada como “personas normales”. Pero nada ha cambiado. Su vida ahora sigue siendo un show. Y ahora por decisión personal. Nada más, nada menos. VALE.