TEATRIKANDO

ESCENARIOS
marzo 2021
Benjamín Bernal

Pedro Kominik y un 14 febrero performativo

Nos recibe en su sala repleta de globos, empieza el concierto de casi dos horas con una sabrosa versión a ‘Si nos dejan’, nada parecida a la que escuchamos en la Plaza de Garibaldi. Se anuncia que WhatsApp ahora tendrá una nueva misión, ¡de casamentero! Mantiene la comunicación con su público, lo que es realmente difícil por diversas circunstancias, aquí no hay aplausos, no hay brindis, no hay forma de interactuar (¿de veras?) O bien se interactúa al final de cada melodía. Hay una gran nostalgia al glosar las líneas de Chin-chun-chan y las Musas del país, otra es acerca de los sorpresivos teléfonos, pues se escucha en 1901, era nuevo el invento de Alexander Graham Bell. Hay una canción de un filme de Almodóvar, no podía faltar “Amorcito corazón” sin Pedro Infante, ni silbidito, que ha sido convertido en jazz, es como Frank Sinatra en el restorán Caballo Bayo. Y la Vie en rose de la Piaff.

Siguió la noche transmitiendo desde un rincón lleno de añoranzas, mediante cámara fija, con un par de tomas, nos hace reflexionar que debería tener más cámaras y un switcher.

Hace el aviso, hay que escuchar una canción de amor tóxico, claro que sí, al fin que el público en casa declara bajo juramento de decir verdad que están tomando vino, mezcal y tequila, Pedro aclara que toma jugo de manzana, así ha sido siempre.

Para finalizar nos invita a convivir con él en estos conciertos, que dará en los siguientes meses. Hay boletos con sorpresas para que usted se anime. Facebook: Pedro Kominik.

Juan y la muerte, Teatrix

Al productor Eloy Hernández le hemos visto muchos montajes de buen nivel, este es un cuentecillo que maneja una fábula ecológica, una historia que aborda la cosmovisión purépecha, el lago de Pátzcuaro, puerta del inframundo. La muerte está representada por un animal del lago, parecido al ajolote, Dios de la muerte. Valdría la pena hacer un prólogo acerca de tan bella historia.

Buen ritmo general si lo pensamos como teatro simplemente, aunque para el nuevo medio de video teatro resulta un poco plano y en algunas escenas le faltan cambios de iluminación.

El criterio para la musicalización podría ser más hacia el cinematógrafo que a la escena tradicional, porque los espacios no deberían registrar sólo la acción en planos generales, sino destacar a través del médium shot o close up. Estamos aprendiendo un nuevo arte, que podría llamarse: teatroflix, que no lo define en su totalidad, ya que hace pensar en el video registro de una obra y no es exacto.

Podría crecer esta obra y ser como Macario, el cual, con alguna preparación adicional, el elenco ya lo tiene integrado. Este está compuesto por: Erandeni Durán, Ivonne Márquez, Luis Miguel Moreno y Jorge Viñas. Se puede comprar el acceso en Teatrix.

Van Gogh, girasoles contra el mundo, mediante Streaming

Es un texto fresco, no tiene que ver con lo que habíamos visto en el Helénico hace dos años, a pesar de que el personaje es el mismo, el tratamiento es renovado. La dramaturgia es para tres actores, debido a la pandemia se ha convertido en monólogo al que se adiciona una voz femenina para que termine la obra.

Al principio las tomas permiten disfrutar de un alto contraste que logra un blanco y negro permitiendo una introducción de alto dramatismo. Acompañado con un piano también impresionista.

“Pinta cuadros horribles” una de las frases que van dañando la mente del neerlandés (originario de Países Bajos) escucha con frecuencia “¡Báñate Vincent!”. Por ejemplo, al entrar a una casa de salud mental, le obligan a darse una ducha: al menos dos veces al mes, así era su extraña personalidad.

Es enorme la capacidad de adaptación de Mario Iván Martínez, pues tiene la obra completa, probada, no es una adaptación sino una mirada absolutamente distinta al mismo hombre.

Remata con una subasta en Inglaterra: sus girasoles son adquiridos en competida puja “en 12 millones y medio de libras”. Tal es el poder especulativo de los merchants del arte. Una obra sin igual que dura casi dos horas, la disfrutará igual si desea ver buen teatro o informarse de la visión que nos propone Mario Iván Martínez sobre Vincent Van Gogh. El precio del boleto es bastante razonable.