VIRINIA LIZARDI
Nació para dejar huella
- ARTE
- agosto 2022
- Rosaura Cervantes
- Fotos archivo personal de Virinia Lizardi
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Noche fresca de verano con llovizna recurrente fue el escenario para recordar el camino de la Maestra Virinia Lizardi por el Arte. Desde muy pequeña tomaba objetos y los llenaba de colores, siempre tuvo la idea de convertirse en artista.
“Mi nombre es Virinia Jacqueline García Lara, y adopto el Lizardi porque mi papá es García Lizardi. El papá de mi abuela pintaba, mi abuela y sus hermanas también pintaban, y cuando ella venía a México de Mexicali, durante la temporada de calor, yo la acompañaba con una señora que se llamaba Piyula que daba toda clase de manualidades. De mi generación, soy la nieta mayor y soy la única que pinto, aunque yo pongo a pintar a mis primas y les organizo talleres, puede ser de chamarras, o de parejas y se traen a sus maridos, el chiste es que hagan una obra en una tarde…”.
Como artista considera que el arte debe estar para todos los bolsillos, para todos los presupuestos y a través de diversos objetos, así que además de plasmar su inspiración en lienzos, también se ha diversificado y podemos apreciar su trabajo en chamarras, agendas, esto la ha llevado a participar y organizar varios colectivos…
Cuando tenía 7 años, ella y su familia se mudaron a vivir a la capital del país, esto fue determinante, ya que convenció a su padre de empezar a tomar clases de pintura: “A los 13 años mi papá me dijo, «¿Quieres pintar? ¡Vas a hacerlo de verdad!». Así fue como entré al INBA, al número cuatro, que estaba en la calle de Durango. Ahora ya no existe el edificio. Mientras asistía a clases, me tocaba escuchar cantar a Encarnación Vázquez y a otros más, que también iba a clases…”.
Virinia Lizardi señala que tuvo una educación sumamente estricta, todo tenía reglas y nadie tenía que salir de las mismas, hasta que llegó a La Esmeralda, al taller de Miguel Ángel Cervantes: “Yo estaba feliz porque nos había pedido pintar un cuadro, todo iba muy bien hasta que mencionó, «¡Lo quiero para esta tarde!». Entré en pánico, pensé ‘¿cómo voy a pintar un cuadro en una tarde?’ En ese momento yo era súper estructurada, venía de Bellas Artes, de clases con Diego Rosales -alumno y colaborador de Diego Rivera-, que también es súper estructurado y muy disciplinado, pensé en mis calaveras, en todo lo aprendido, y de pronto Miguel Ángel todo tranquilo me dijo: «¡Pon manchas! ¡Pinta manchas!». Fue ahí que se abrió un panorama diferente y mi mente procesando: no pasa nada si no sigo las reglas. Descubrí en ese momento que podía manchar, jugar con el color y no necesariamente debía tener forma, porque, por medio del color puedes expresar, puedes decir muchas cosas sin palabras. Lo más importante, ahí me doy cuenta, que lo abstracto también es lo mío. ¡Me fascina!”.
¡Qué shock!
(Risas) ¡Sí! Hasta el día de hoy aún me emociona mucho… El arte abstracto representó y representa para mí mucha libertad, porque no tengo que estar totalmente organizada o estructurada, entonces comienzo a manchar, a pintar y mi mente empieza a volar, pongo colores… ¡Pintar es de lo más lo más lo curativo!
Salir de las reglas, le abrió la posibilidad de ir del realismo al abstraccionismo, combinar su narración pictográfica, desarrollar una simbología propia, explotar colores, formas, texturas, luces, plasmar la vida y la muerte, así de intensa como la percibe, así de amorosa y alegre como le parece ambas circunstancias, además del reconocimiento internacional y con el bien ganado título de La pintora de las calaveras felices.
¿Qué representan las calaveras?
Representa la vida y el final de la vida. Todos tenemos que llegar a un fin, a la muerte… La lección que me deja es que hay que vivir plenamente. Es la vida frente a la muerte. La muerte frente a la vida. Durante cinco años representé a México en el Festival Internacional México Mágico en Francia, y mandé calaveras, les gustó mucho y de ahí surgieron invitaciones a Inglaterra y a España.
Virinia Lizardi ha expuesto en México y el extranjero, en lugares como el Museo de las Américas de Miami, el Latino Art Museum de California y un sinnúmero de foros y galerías de Washington, Texas, Florida, Nueva York, Los Ángeles, Chicago, París, Madrid, Barcelona, Inglaterra, Suecia, India, Italia y Shanghái. Su obra ha ido del lienzo a portadas de publicaciones académicas de importantes instituciones como El Colegio de México, presencia en el Anuario ATK, arquitectura, construcción y arte, y el Libro Feminicidios de Colila Egia, cuya imagen original, ganó un premio nacional.
“Me gusta el óleo, me gusta el acrílico, la acuarela, el encausto, la escultura ¡Me gusta todo! Yo sí creo que debes trabajar diario para que la inspiración te llegue. Yo, a veces trabajo, en otras estoy cansada, bloqueada, aprovecho para a ver libros de artistas, empiezo a limpiar mis pinceles, a revisar mis pinturas, pero siempre estoy metida en el arte. A veces estoy pintando con puro acrílico, empiezo a mezclar, o le pongo más de óleo para darle brillo. Me gusta mucho el acrílico y la acuarela también. Trabajo de todo… Me gusta mucho la iconografía precolombina fusionarla con lo mexicano, y así está plasmada en el cuadro “Árbol de la vida, árbol del pueblo”. Me especialicé en arte abstracto y técnicas y materiales en La Esmeralda”.
Sobre la escultora señala: “La escultura es tangible… Cuando pienso una idea y empiezo a darle forma con mis manos, y siento la textura de los diferentes materiales, ya sea plastilina, cera, yeso, madera ¡Uffff! ¡Es maravilloso! ¡Es gratificante! Y al ver el resultado final, me llena de alegría y motivación para seguir creando. Es una de las grandes experiencias que nunca olvidaré, fue la oportunidad de trabajar en el taller del maravilloso artista y maestro José Sacal, ¡escultor bondadoso y sensacional!”.
En el norte la reconocen como La reina del reciclaje, aprovecha hasta el mínimo papelito para darle una nueva oportunidad, a la par tiene 25 años impartiendo clases tanto a mujeres como a niños con Síndrome de Down y autismo, a personas con Parkinson, sobre éstos últimos señala: “Brindarles una herramienta como la pintura, contrarrestas la frustración… cuando no hay lienzos, les das otros objetos y descubren otra forma de expresión”.
Señala el trabajo en conjunto: “Con la presidenta de la SOMAAP, Elizabeth Ambriz, que es mi súper amiga, a la Asociación de Artistas Plásticos de México (ARTAC), nos apoyó con materiales para los enfermos; cuando no hubo, pintaron en platos, en cartón. Sí escuchamos comentarios en los que argumentan «No sé pintar». Mi respuesta es la misma: “¡Todos tenemos creatividad! ¡Todos podemos! Así, organizamos exposiciones con sus trabajos y de lo que recolectan por la venta de sus obras, dan una parte a la Asociación Mexicana de Parkinson y con la otra compran medicamento. Ahora con la pandemia, nos pegó a todos. Pronto lo vamos a retomar. Con mi taller, el Taller Lizardi, que es mi grupo, les damos clase sin ningún costo, es totalmente altruista… Gracias a estas actividades me he dado cuenta, que a través del Arte puedes cambiar la vida de las personas. He tenido mujeres con depresión, y aquí he visto cómo el arte modifica su forma de pensar, su forma de actuar y hasta su forma de vivir”.
Todo el tiempo está buscando y encontrando a forma de involucrar a todos con el Arte, interactuando desde la parte de la realización de las obras hasta llevar al museo, las exposiciones a la calle: “Yo voy a las zonas marginadas y me llevo mis mesas, mis pinturas junto con los jóvenes que me ayudan, también soy delegada de la fundación Cultura en Movimiento, entonces llevo a mi gente y ponemos a pintar a quien se deje. Llevo cartón, cajas de pizza, para el arte y para la creatividad no hay límites. Vamos al ‘Valle’ que son zonas marginadas alrededor de Mexicali, a los ejidos y ponemos a la gente a pintar, otros maestros los ponen a cantar, a bailar…”.
Virinia Lizardi es miembro de las principales asociaciones de artistas plásticos como la CAP –Cooperativa de Artistas Plásticos A.C. –; SOMAAP (Sociedad Mexicana de Autores de las Artes Plásticas); COMAV (Confederación Mexicana de Artistas Visuales); ARTAC-AIAP (Asociación de Artistas Plásticos de México- Association Internationale des Arts Plastiques), de las que es representante en Baja California. A la par, participa activamente dentro del comité organizador del Día Mundial del Arte, como representante de ARTAC en Baja California, y desde esta plataforma promueve, apoya y difunde la cultura involucrando a su comunidad.
En estos momentos, ¿qué estás preparando?
Con emoción responde.- Me estoy preparando para una individual de Muñecas a realizarse en octubre en Mexicali. ¡Está genial! Serán seis en gran formato son de 1.60×1.60 cada cuadro y 14 más pequeños.
También tengo obra ahora en Always Leonora (Carrington), tengo obra en el Casino Español…. Otra de las exposiciones que voy a tener será en la casa de Cultura de Mexicali, que es una preciosidad de edificio, también participando junto con dos artistas mujeres.
Antes de despedirnos, aparecen las anécdotas, la primera tiene que ver con ‘una obra que no sabía que tenía obra’: “Me invitaron a exposición que se realizaría en las estaciones del Metro Polanco, Auditorio y La Villa. Era para el mes de la mujer y la no violencia a la mujer. No es un tema que trabaje. Mi respuesta fue “no tengo nada de obra con esa temática”. La amiga que me invitó a la exposición fue al taller, vio mi serie de 16 cuadros que tenía con rojo y me dice «Viri, ¡Aquí tienes la serie! Mira, aquí hay una mujer, y en esta hay otra…». En ese momento me percaté que efectivamente eran mujeres y en diferentes formatos. Es una serie que quiero mucho y una de las obras fue la portada para el libro de feminicidios que ganó el premio nacional”.
“Hay otra serie que me gusta mucho que es la de “Polución”, con más negros y abordo cómo estamos destruyendo el planeta, con el asunto del petróleo, el carbón, y todo este rollo que nos está consumiendo y cómo estamos destruyendo a la Tierra. Son 10 obras en diferentes formatos.
La maestra Virinia Lizardi ha sido galardonada con la presea vasco de Quiroga a la mujer del año, en la Ciudad de México 2012 por su ardua labor en el arte; distinguida con el pergamino de oro Andrés Henestrosa reconociéndole su larga trayectoria en la Cuidad de Oaxaca. Reconocida por la Fundación Cultural Forjadores de México A.C como Mujer Líder 2021, recientemente el Claustro Doctoral le otorgó el doctorado Honoris Causa. A la par de los reconocimientos, ha participado en subastas de arte organizada por el Patronato del Museo Nacional de Antropología en beneficio del propio Museo, así como en muchas otras en beneficio de personas con discapacidad intelectual y en el Proyecto de talleres y murales “México arte y tiempo”, de escuelas primarias y secundarias afiliadas a la UNESCO.
La maestra Virinia Lizardí ha dejado huella no solo en el Arte, también lo ha hecho en las vidas y en los corazones de muchas personas y artistas.