Revista Personae

ARELI GONZÁLEZ

Desnuda una dolorosa realidad en Somos

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Un hecho que debió estremecer al país entero, pero pasó casi desapercibido fue la masacre de Allende (Coahuila 2011), hoy gracias a la serie de Netflix Somos se está visibilizando, charlamos con una de las protagonistas del teledrama Areli González.

 

Areli González

 

Acota:Somos es una serie de ficción basada en hechos reales: la masacre de Allende. Fue un evento trágico, en el que hubo una matanza de casi todo un pueblo. Hay cifras oficiales y extraoficiales (se habla de entre 42 y 300 muertos dependiendo la fuente), del cual nunca se habló, muchos no tuvieron conocimiento del caso, lo pusieron debajo de la mesa y las familias tuvieron que vivir con la impotencia de no haber tenido justicia por todos los parientes que nunca volvieron a sus casas y, por miedo a represalias, muchos de ellos tuvieron que abandonar sus hogares para siempre”.

 

La actriz nos comparte su percepción de lo sucedido: “Lamentablemente lo que sucedió, en palabras de las mismas víctimas, es que la masacre no fue un acontecimiento de un sólo día, es el resultado de una sociedad en donde está involucrado el narcotráfico todo el tiempo, se empezó a fundir con la comunidad y a tomar mucho poder, por las malas, tomó a las instituciones gubernamentales y a partir de ahí se borran las líneas. No hemos podido erradicar o darle una solución a esto y va a seguir pasando. A diez años apenas es posible hablar de este caso, no lo pudieron hacer en su momento ¡imagínate el temor a las represalias!”.

 

Areli González

 

Sabemos que las historias inspiradas en hechos reales, llenan muchos huecos y hay mucha ficción, pero algunas se acercan a la esencia de lo sucedido y otras de plano nada, cuestionó a la actriz sobre dónde se ubica la serie y explica: “Sí hay bastante cercanía tanto James (Schamus, el creador) como las coescritoras Mónica Revilla y Fernanda Melchor decidieron tomar como base los testimonios y las anécdotas, y por respeto a los que vivieron los hechos reales, lo que hicieron fue tomar como ejemplo esos hechos y crear personajes de cero, son mezclas de dos tres personas. Imagínate, de verdad que fue toda una comunidad y con la gente que hoy sería imposible retratar la vida de cada uno de ellos. Mi personaje representaría a una mamá que vio a su hijo nunca regresara casa. Todo está sacado del ensayo que escribió la periodista Ginger Thompson (Anatomía de una masacre) que está ahí publicado y cualquiera que tenga el interés puede leer el artículo con exactamente los testimonios de las personas, qué hacían, a qué se dedicaban, qué es lo que sucedió y podrán ver un paralelo de lo que sucede en la serie”.

 

“Siempre han aclarado muy bien que es una historia de ficción basada en el artículo de Ginger Thompson. Ella hizo toda la investigación con entrevistas al personal de la DEA, y ella señala a la DEA como la culpable de todo este hecho. Entonces sobre esta esa polémica de quién es el responsable, la serie no va poner un dictamen, simplemente va a exponer estos testimonios”, añade.

 

Otra crítica, que podría surgir, es si se está explotando el amarillismo, Araceli expone: “Lo que James (productor estadounidense) peleó mucho en esta serie, justamente fue hablar a partir de las víctimas, no enaltecer a los capos, sino hablar de las historias comunes. A él lo impacto, ¡imagínate a nosotros que son mexicanos!, darles cara, por eso se llama Somos, son personas con nombre y apellido, con vida cotidiana. Esto es por lo menos pasarles el micrófono y que digan si existió, no digan que no, contribuir a que las victimas por fin puedan levantar la voz”.

Areli González

 

La serie promete generar controversia por lo que pregunto si están listos para ello, ella exclama: ¡No sé si alguien está listo para nada! Al final del día esto es como una bomba, no sólo por parte de nosotros, en sí de los hechos que nunca se hablaron”.

 

Sobre su participación destaca: “Mi personaje se llama Erika Cortes, es la veterinaria del pueblo y de todos los aledaños, tiene contacto con los rancheros, los dueños de estos campos donde empiezan a suceder cosas extrañas, preocupantes. Su esposo, por su trabajo, vive fuera de la ciudad, sólo tiene a su hijo que ya anda haciendo de las suyas. Debe tomar una decisión. Me puedo identificar en muchas cosas, ve por su familia, no tiene miedo en tratar con gente dura. Es una persona de negocios. En mi vida personal, yo y mi novio tenemos un pequeño negocio. La única diferencia es que yo no soy madre, pero todos nos podemos identificar con un dolor profundo”.

 

Entre sus proyectos a futuro viene una participación en la próxima temporada de Narcos, por lo que le digo que Netflix se está convirtiendo en su casa y, riendo, responde: “¡Ojala te escuchen!”

 

Emocionada comenta sobre su profesión: “Me apasiona este tema de contar historias, al final del día se trata de generar empatía. El conocimiento, desmenuzar el ser humano, cómo es, cómo siente, a mí, me intriga y me apasiona, por eso me dedico a esto”.

 

Areli González

 

No se decanta por interpretar algún personaje en particular: “¡Todos! ¡Cualquier personaje de mujeres fuertes y complejas! ¡Mujeres reales! Para la mujer hay pocos papeles interesantes, porque todavía están en el estereotipo de cómo debe ser una mujer, si es mamá, si es una profesionista tiende a ser la villana. Mujeres fuertes como Juana de Arco, Macbeth, mujeres complejas, locas si tú quieres, son los personajes más divertidos”.

 

Desde pequeña ya manifestaba inclinación por los escenarios, montaba espectáculos para la familia: “De alguna manera, en el fondo de mi ser, yo sabía a qué me iba a dedicar, pero no lo consideras tan en serio porque la sociedad no nos lo inculca así. Nos inculcan que tienes que estudiar una carrera ‘seria y real’ de las que están ahorita en demanda. Yo decidí estudiar arquitectura, pero yo sabía que no era mi pasión y casi al final de mi carrera dije: ¡Ya basta! y ahí fue”.

 

Comenzaron así los talleres, los casting, cortometrajes, obras de teatro, comerciales y las series, trabajaba medio tiempo para poder pagar su educación actoral y afirma: “Me di cuenta que, en realidad, los sueños, los puedo convertir en neta”.

 

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Núm. 300 – Noviembre 2024