Actriz, empresaria y activista
- ACTRIZ
- abril 2020
- Kury Galeana
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Actriz prolífica, a quien podemos ver en la bioserie de Bronco, Rosario Tijeras 3, Narcos 2, por mencionar lo más reciente, y pronto estará al aire con Enemigo íntimo 2 y Muchacha que limpia. Además, tiene su propia compañía teatral denominada Abracadabra, donde además de desarrollar las artes escénicas genera conciencia social, ella es Louna Beltrán.
Si bien desde pequeña le atraía el arte, nunca se imaginó convertirse en actriz: “Desde muy chiquita jugaba a crear historias, me dio mucho por escribir poesía… En realidad yo quería ser bailarina de ballet clásico, pero no lo fui y la manera de subirme a un escenario fue estudiando actuación y actuando”.
Nos comenta cómo desarrollo su talento: “¡Cuando empecé a entender a la otra persona! Me llegaba un guión y en lugar de juzgar a mi personaje, lo comprendía, entendía desde donde accionaba y porqué hacia las cosas. También, siendo honesta, diciendo ‘bueno, si yo pudiera ser como este personaje, ¿Qué tanta parte de mí está en el personaje y yo solo le presto el cuerpo?’”.
Con un trabajo intenso en teatro como productora, directora y actriz, nos habla del desarrollo del personaje: “Hay un proceso, tienes la ventaja de estar con compañeros, con un director tantos días a la semana, que sabes qué va a ocurrir los dos meses o tres de proceso, subirte a un escenario y estar creando dinámicas. En un set, el trabajo es el mismo, pero es mucho más pesado individualmente, tienes que saber toda la historia, leer todo el guión, saber cómo se relaciona tu personaje con los demás y de qué manera lo vas a abordar desde la imaginación”.
“Trato de buscar lo que acciona en el personaje y de jugar, pensar que puedo ser un animal, moverme como un animal, cómo reaccionaría un animal si esto fuera una jungla; o pensar que soy un elemento, una canción, cómo reacciona la canción. Todos como seres humanos tenemos un ritmo interno, entonces es cuando ese ritmo interno se traslada al personaje. Llegas al set y te da chance de platicar con tu director, qué es lo que ve, qué es lo que quiere, qué es lo que él necesita, cuánta posibilidad tengo -yo como actriz- de proponer también”.
“En Narcos he tenido una muy buena experiencia, porque la mayoría de mis compañeros son muy bondadosos, si queremos hacer alguna dinámica antes de entrar al set lo hacen, cosa que en el teatro es muy normal, en la tele no lo es tanto, normalmente uno está en su camper y cada quien su rollo”, complementa.
En Narcos 2 interpreta a Isabel Arellano Félix, por lo que le preguntamos cómo aborda un personaje extraído de la realidad, aclara: “Ficcionándolo, porque no se está haciendo una biografía de ella, hay muchísima parte de ficción en eso. De lo que más me agarré fue lo que leí en libros y noticias, y lo que averigüé fue que a Isabel Arellano Félix no le pudieron encontrar nada relacionado con el narco. Entonces, en los 90’s cuando meten a los hermanos a la cárcel y las mujeres se quedan al mando, es lo que se dice, ella decide ya no meterse en ese mundo y se separa, aunque en México las familias son muy unidas. Las mujeres del narco siempre tuvieron una voz y no se quedaron sumisas como nos han enseñado que debemos hacer”.
Nacida nada menos que en Sinaloa, conoce el fenómeno, por lo que le cuestiono si se imaginaba interpretando un personaje de ese mundo, contesta: “¡Jamás! Yo crecí escuchando historias del narco, un tema un tanto normalizado de que había un mundo así y que no había que meterse en él. Cuando empieza la crisis económica en los 90’s, se empieza a dividir el pueblo, porque tiene que comer, entonces por más político, moral, o como le quieras llamar, pues tienen que llevar comida a la casa; entonces, empiezan a haber agricultores que le trabajan a un narco, muchas más personas, niños, incluso niñas, que toman las armas y se dedican a ser sicarios, y muchos de nosotros nos vamos del lugar donde nacimos justo para buscar una mejor vida”.
Un debate vigente es el tema de las narcoseries, pues muchos opinan que se está abusando del género, pido la opinión de la actriz y aunque me da la impresión que la pregunta no le agrada, responde: “Esa pregunta me encantaría que se la hicieran a los guionistas, me fascinaría que se la hicieran a las producciones, porque debe haber algo que la gente ve y que está ahí como pulsante de ¿por qué llama tanto la atención la violencia? Quizá porque estamos muy acostumbrados a ello y entonces la ficcionamos y la romantizamos porque necesitamos verla así… Por otro lado, el trabajo de la actriz es interpretar un personaje, no juzgarlo; sin embargo, mi postura como ser humano, es que estas series nos ayudan a analizar toda la violencia que viene desde añísimos atrás y ver que también el gobierno, los empresarios y la sociedad son parte de eso, esto lo hace un problema de Estado”, añade.
Está por estrenarse la segunda temporada de “Enemigo íntimo” (donde también participa), comenta: “Me gusta mucho esa producción porque tuve el espacio de hacer un proceso tipo teatral. La persona con la que más trabajé fue con Amaranta Ruiz. Desde el primer día, siendo la señorona que es, me dijo ‘¿nos vamos a tomar un café?’ y le dije ‘¡claro que sí!’ y empezamos a crear historias, imágenes, desde donde podíamos accionar, cuáles eran los códigos que podíamos usar para hacer esto más orgánico, más real, más creíble. Entonces, son puras chicas en una cárcel que están en un tipo de guerra por el poder, donde se decide quien asciende y quien no”.
También aborda su próximo proyecto para Netflix: “La muchacha que limpia viene de una telenovela de Argentina con contenido social feminista muy fuerte, porque habla de dos chicos que son primos, hijos de gente de la política, que nadie los puede tocar y entonces ellos empiezan a jugar a hacer un club de trata de blancas, empiezan a ir con niñas de prepa, porque ellos también son niños de prepa, empiezan a embriagarlas, a drogarlas, a sacarles videos, a violarlas, sin pensar que les están destruyendo la vida”.
A su vez dirige la compañía de teatro Abracadabra México, desde donde hace arte y algo de activismo social: “Hace poco salió la convocatoria de hacer teatro con conciencia social, los temas que nos competen a nosotras como mujeres, nuestras problemáticas, escritas, producidas, dirigidas y actuadas por mujeres”.
“La gente de teatro se queja de que no hay público en los teatros, entonces, yo comenté con las chicas y dije ¡pues que vaya el teatro a donde está el público, el de a deveras, el que trabaja, que lava platos, que sale a la calle, que se levanta a las ocho. Estamos haciendo un tipo de happening o de performance con las cuestiones que se están haciendo en la calle para ver las reacciones de las personas, y sabes, las que salen más conmovidas son las señoras como de 50 años para arriba”.
En este proyecto Louna no saca ganancias económicas, al contrario: “Yo pongo de mi bolsa y por eso trabajo tanto y gracias al cielo tengo trabajo en producciones, porque yo le pago a mis actrices de mi bolsa. Se trata de generar conciencia social, trabajo y seguir alentando a las chicas que, quizá, alguna de ellas lo haga en un futuro. Esta compañía no es separatista y nos gusta escuchar las experiencias de hombres y mujeres de todas las edades, clases sociales, ideologías y religiones”, afirma.
Fotografía: Cortesía ideas 360
Le pido que se describa en tres facetas:
“La empresaria teatral y activista es una persona muy fuerte en el sentido de que tiene que luchar contra el prejuicio, primero de ella misma y segundo de los compañeros y de las compañeras. Si no lo hago yo, no lo hace nadie. Mi intención como artista y como activista es precisamente eso, activar para que haya una reacción, no pretendo cambiar el mundo, pero sí a la gente que está cercana a mí y pretendo cambiarme a mí, construir, es un trabajo de años y de cada quien.
Como actriz, soy un ente mucho más libre, mucho más creativo, porque simplemente me suelto, llega a mí una información, un personaje, empiezo a tratar de entender. Es un poco más fluido me vuelvo a sentir como una niña, a crear historias a jugar con el otro, ya sea mi director, mi compañero o mi compañera”.
“Soy una mujer que está convulsionada por todo lo que está pasando, tengo muchas dudas al respecto y también muy enojada. Es increíble la cantidad de abusos que se está viviendo, no solo yo, sino la gente cercana a mí… Vivimos en una sociedad enojada y violenta, el problema es que hay muy pocas maneras de sacar esa ira, una es hablando, otra es llorando y otra es violentando, la última sería enfermando el cuerpo y en esta sociedad, y en todo el mundo, nos han enseñado que nosotras somos más libres de llorar, hablar, violentarnos y también de enfermarnos, mientras a los hombres se les ha dicho que se reacciona de otra manera, no llores, sé hombre. En todas estas cuestiones, que no se nos haga raro que las mujeres vivan más esta situación que los hombres y eso es a nivel mundial”, concluye.