Revista Personae

EL DINERO SÍ IMPORTA

“El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia”. Woody Allen.

COMPARTIR

Facebook
Twitter

EL DINERO SÍ IMPORTA

 

EL DINERO SÍ IMPORTA

No me gusta escribir sobre lo material, prefiero hablar sobre otras cosas más importantes en la vida como la familia, la conciencia, las experiencias, o sobre cómo ser mejor cada día; sin embargo, en la sociedad en la que vivimos, para todo esto y lo demás, se necesita, aunque nos pese, el dinero.

Se nos ha repetido una y otra vez que el dinero no es lo que nos da la felicidad, porque no es lo realmente importante en la vida, pero lo requerimos para cubrir las necesidades básicas de nuestra vida: comida, techo y abrigo. Entonces, por más romántica que suene la frase “El dinero no trae consigo la felicidad”, tenemos que admitir que es, sin duda, una herramienta importante para sobrevivir y hacer cosas en la vida, presentes y futuras.

“El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia”. Woody Allen.

 

 

NADIE PUEDE SER FELIZ CON HAMBRE

 

NADIE PUEDE SER FELIZ CON HAMBRE 

En un país donde cada vez que sales a la calle te topas con cinco o veinte personas que te piden dinero en las esquinas, entre ellos niños y adultos mayores, la relación entre el tener y no tener se vuelve muy dolorosa.

El México de nuestros padres era un país donde todavía existía la regla general de que si trabajabas duro era seguro que te iba a ir bien (no tocaré aquí el tema de la honestidad, en un sistema que desde siempre ha forzado a los ciudadanos a ser partícipes de la corrupción). Pero creo que, hoy por hoy, esta idea ya no resulta cien por ciento cierta. Partamos de la base que las personas que ganan el mínimo, y puedo asegurarlo –al menos la mayoría—trabajan muy duro, quizá de sol a sol, se llevan $207.00 cada ocho horas. Creo que esto no es irle bien en la vida, a pesar de trabajar duro. ¿Qué puedes hacer con $6,250.00 al mes?

“La falta de dinero es la raíz de todo mal”. Mark Twain

La falta de dinero trae consigo grandes problemas, algunos tan perjudiciales como el hambre, por ejemplo.

Desde que recuerdo siempre hemos estado en crisis, ya no importa si llevamos treinta o cuarenta años así. Muchos de los que llevan décadas de “trabajo duro” encuentran que su vida es como el palo encebado: por más que lo intentan, no han podido vivir como quisieran; es más, ni siquiera han podido salir a flote. Y si le sumamos que cada fin de sexenio se viene otra supuesta crisis, los pesos valen la mitad que ayer. Y lo triste de esta repetida historia no es la pérdida de dinero, es la pérdida de los sueños.

Por siempre nos han vendido que el dinero no es importante. ¡Nos han mentido! O bueno, más bien, no nos han explicado bien. Porque hay una parte del dinero, que es fundamental, especialmente en la estructura social de este siglo. Es importantísimo cuando nuestras necesidades básicas no están cubiertas y las funciones diarias se vuelven imposibles a cualquier nivel. Si esta parte no está cubierta, nos causa muchos problemas y la vida se vuelve una “corretiza” extenuante, porque gira en ir detrás de él. No existe el tiempo, ni el estado mental para poder ver hacia otro lado.

La falta de dinero nos causa muchísimos problemas. Es, sin dudarlo, la fuente principal del estrés en las personas. La sensación de no tener cómo terminar el mes, cómo pagar la renta, cómo pagar lo que le falte a los nuestros, se convierte en una situación de las peores que se pueden soportar, se vuelve algo terrible. Y ni siquiera estoy hablando de la pobreza extrema, que eso ya son palabras mayores: no tener dónde vivir, ni qué comer. Nadie puede ser feliz con hambre.

 

 

EL VALOR DEL DINERO, DEPENDIENDO LA CLASE SOCIAL

Entonces, no basta con echarle ganas para salir adelante; la realidad es que la desigualdad de oportunidades y la carencia de políticas públicas que contribuyan a establecer un piso parejo para los ciudadanos genera un abismo entre unos y otros. Por lo que quienes nacieron ricos, difícilmente dejarán de serlo, mientras que los pobres, rara vez podrán ascender en la escala económica.

Los gurús de moda en redes sociales, desde sus retiros en Tulum, nos repiten una y otra vez que no relacionemos el éxito con el dinero. ¿En serio crees que es posible decir que alguien es exitoso si no tiene dinero?

Prácticamente es imposible ser feliz, alcanzar la plena autorrealización y llegar a nuevos niveles de vida y bienestar sin él. Claro que me cuesta aceptarlo, pero simplemente es así como funciona el mercado hoy en día. Esta es la manera como la sociedad llegó a programarse con el tiempo.

No es nada que yo me haya inventado, ni un capricho de algunos cuantos: es simplemente que el dinero es el motor del progreso en la actualidad.

La verdad es que como sociedad hemos avanzado y hemos llegado a un punto “más óptimo”, vivimos más y mejor que hace 400 años, nos enfermamos menos, existe mejor transporte, podemos solucionar gran cantidad de cosas con dos clicks y un dispositivo, y por si fuera poco tenemos alcance a casi toda la información mundial.

Tenemos cómo aprender cualquier cosa gratis, tenemos una plataforma con millones de videos, un sistema que encuentra lo que buscas en menos de una décima de segundo, y contamos con electricidad en nuestros hogares, que hacen de la noche un momento más ameno.

Y todo esto no hubiese sido posible de no haberse creado un sistema en el que la gente pudiese intercambiar fácil y rápidamente valor con otros. Un valor genérico, comercial, cuya apreciación fuera absoluta y no relativa.

Un concepto que diera equidad a los trueques realizados día tras día.

Lo que pasó –como era de esperarse— es que algunas personas adquirieron mejores habilidades que otras para obtener más valor y más dinero.

Otros fueron más allá, y se las arreglaron para ganarlo sin brindar nada a cambio (robando).

En general el progreso explosivo que ha dado la sociedad se ha logrado en gran parte gracias al dinero.

 

TENERLO Y NO TENERLO

Este avance es grandioso, excepto para algunos, para los más pobres.

Así es, los perjudicados aquí son quienes no cuentan con “buenas habilidades” para obtener, gestionar y hacer crecer el dinero en sus vidas. Casualmente, las personas más exitosas del mundo cuentan con dinero mucho más que suficiente para varias de sus generaciones y vivir una muy buena vida. La gente de “éxito” puede viajar, comer lo que quiera, aprender más, y podrían ayudar a muchas, miles o quizás millones de personas.

Tristemente, todo esto es imposible sin dinero. Sin dinero, sería imposible que tú me leas, porque fue necesaria la creación de toda una infraestructura que permite la comunicación a través de miles de kilómetros entre cientos de miles de personas. Alguien fabricó nuestros equipos y tú y yo los compramos, además de que pagamos por internet.

No es que me guste, pero hoy el dinero es un gran incentivo y recompensa para el éxito. Si quieres lograr el éxito en tu vida, dejar el dinero de lado es como lanzarse de un avión sin paracaídas.

Para concluir, el dinero no es más importante que la felicidad, ni la honestidad, ni el amor. ¡Jamás lo será! Pero sí es fundamental, porque es complementario. No lo podemos dejar fuera, es una herramienta imprescindible y hay que tenerla en cuenta.

No le temamos al dinero. Comprometámonos a ganarlo y a completar el éxito con el poder que nos da en la sociedad de hoy. Nunca dejemos de ayudar al que menos tiene, porque cuando damos, la vida nos lo retorna siempre en positivo, no falla, es kármico.

Nadie puede ser feliz y mucho menos exitoso con hambre (de comida y sueños).

 

Karla Aparicio

MISCELÁNEO

Núm. 293 – Abril 2024