Revista Personae

INCLUSIÓN EN LAS PERSONAS

Con Síndrome de Down

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Inclusión Familiar

La familia es el núcleo de una persona con Síndrome de Down. Esta misma tiene el deber de concientizar a la comunidad para que abra las puertas a este integrante tan especial, para que lo valoren, lo respeten y lo reciban haciéndolo parte activa en todos los ámbitos de nuestra sociedad. Las familias tienen el deber social de preparar a sus hijos con discapacidad a trabajar, estudiar y socializar porque no pueden ser una carga para sus hermanos ni padres, tienen que ser lo más autónomos que puedan y vivir independientemente.

 

Inclusión en las Personas con Síndrome de Down

 

Existen casos en donde la familia de estas personas con Síndrome de Down decide apartarlo completamente de la sociedad y del mundo externo. Los mantienen encerrados en forma constante en sus hogares sin siquiera darle la más mínima oportunidad a una educación ni a una vida normal. Estas familias piensan que es lo mejor, pero están completamente equivocadas, porque deben hacer todo lo contrario. ¿Qué sería de uno mismo sin haber explorado el mundo que se encuentra a nuestros alrededores? ¿Sobreviviríamos si de repente salimos? Probablemente no, y esto mismo sucede a las personas con Síndrome de Down que han estado toda su vida en cautiverio, y cuando salen a explorar se sienten intimidados, incómodos, diferentes, raros, incapaces e incluso que no pertenecen a ese mundo. ¿Es esto lo que queremos que sientan? Claramente no, todo lo contrario. Queremos que se sientan en un mundo donde sepan que son bienvenidos, que nadie los va a rechazar ni discriminar, y lo más importante, que sepan que son iguales a todos.

 

 

Inclusión Escolar

Supone una escuela estructurada sobre la base de la diversidad, pensada y organizada en función de las diferencias entre sus alumnos. Este es el ideal a alcanzar. En nuestro medio aún se debe hablar de una integración escolar como realidad actual, porque son los niños y jóvenes con Síndrome de Down quienes deben adaptarse a una escuela y sus demandas.

 

Inclusión en las Personas con Síndrome de Down

 

La inclusión escolar debe ser realizada desde el punto de vista físico, social y pedagógico, pues los niños comparten la jornada escolar completa en el aula común. Significa que también para ellos la escuela es un lugar de aprendizaje, no solo de socialización. En esta tarea de apoyo y seguimiento, es el equipo interdisciplinario, quien busca mediar las posibilidades de cada niño integrado, las exigencias escolares, el estilo de aprendizaje del niño y el estilo de enseñanza de cada institución. Es importante que personas con Síndrome de Down y personas discapacitadas hagan parte de una normal área escolar, ya que personas como estas, rara vez son vistas al público. Al entrar a un aula de clase, el resto de los alumnos mirarán a este individuo con discapacidad de una errónea y extraña, pero con el paso del tiempo, se darán cuenta de que al igual que ellos, son personas comunes y corrientes, solo que demoran un poco tiempo más para aprender algún material. Si las personas con Síndrome de Down son incluidas en el área escolar, estas mismas van a concientizar al resto de la comunidad y ya no serán vistas como si fuesen de otro planeta.

 

 

Inclusión Laboral

“Lo mejor que podemos hacer hoy por una persona con discapacidad es prepararla para trabajar y buscarle un trabajo que se adapte a sus capacidades” (Montobbio, 2003).

“El salario es un determinante de la calidad de vida tanto en el ámbito emocional como en el material” (Brolin, 1995).

“La falta de fe de la sociedad en la capacidad de las personas con discapacidad para realizar un trabajo provechoso, es el principal obstáculo para su inserción laboral” (Kieman, Shalok y Knuston, 1999).

 

Inclusión en las Personas con Síndrome de Down

 

“La inserción laboral es clave para la inserción social” (Floyd, 1983).

 

Nunca es tarde para aprender de las personas con Síndrome de Down y la intervención de cualquier tipo significa retraso y obstáculos. Las personas con Síndrome de Down pueden trabajar si se estudia sus habilidades y condiciones, si son preparados adecuadamente, si se adaptan puestos específicos para sus habilidades y finalmente, si se les da la oportunidad y apoyo incondicional.

Al incorporarse al área laboral su vida es transformada, ya que se integran a la sociedad. También dejan de ser una carga para la sociedad, es así como la mayoría de las personas las ven, y se transforman en sujetos productivos con un futuro asegurado.

 

 

Inclusión Social

El desarrollo social es fundamental para el bienestar de cualquier individuo. Se ve influido por factores como: temperamento y personalidad, lenguaje y capacidades cognitivas, relaciones emocionales, ámbito familiar, expectativos de los padres y estilos de crianza. Muchos de estos aspectos implican interacción social con otras personas. Tanto los niños como los adultos con Síndrome de Down destacan en comprensión social, y captan los principales mensajes relativos a sentimientos.

 

Inclusión en las Personas con Síndrome de Down

 

Esta característica les puede ayudar a tener más éxito en las actividades de la comunidad y en la integración educativa. Además, casi todos mejoran de manera constante la capacidad social y el comportamiento a medida que se hacen mayores.

 

 

Todos Somos Diferentes

Lo que nos distingue es lo que nos hace ser únicos. Todos somos diferentes, todos pensamos diferente, todos tenemos diferentes cualidades y aspectos físicos. Ningún individuo en el mundo es exactamente igual. Recuerda que no tenemos que ser iguales para poder permanecer juntos, para ser amigos o para ser compañeros. Todos nos reímos de lo gracioso y lloramos cuando estamos tristes, algunas veces hacemos las cosas bien y otras nos equivocamos, a todos nos gusta jugar y pasarla bien al igual que nos gusta aprender cosas nuevas y sentirnos bien con nosotros mismos. Las personas con Síndrome de Down también son diferentes, y posiblemente, no harán varias cosas tan rápido y claro como una persona normal. Hay que tener presente que pueden hacer algunas cosas de manera distinta. Por ende, no existe alguna razón válida para discriminar a las personas con Síndrome de Down.

 

En sí, todas las personas con Síndrome de Down son diferentes y cada una de ellas tiene grandes talentos y habilidades que desarrollan en la medida que les brindemos la oportunidad de jugar, estudiar, trabajar y convivir con nosotros. La inclusión en todos los ámbitos es el mejor apoyo que podemos brindarles para el desarrollo de sus capacidades, además de mejorar su calidad de vida. Hay varias cosas que una persona como tú puede hacer para ayudar a una persona con Síndrome de Down. 

 

La comprensión social, empatía e interactividad social son aspectos sólidos desde la primera infancia y a lo largo de toda la vida adulta en la mayoría de personas con Síndrome de Down. Ellos no deben de ser considerados como personas con enfermedad ni personas de otro mundo, porque al igual que cada uno de nosotros, son seres humanos y por esto deben de tener la libertad de participar activamente en la sociedad, y como cualquier persona, tener un grupo de amigos con quien realizar actividades sociales.

 

 

Conclusión

Un niño con Síndrome de Down es una persona con toda una vida por delante. La responsabilidad de los padres, de la comunidad en la que habitan y de los estados, consiste en facilitarles un entorno social y educativo adecuado a sus demandas. Esos requerimientos son de pura justicia, ya que apuntan sencillamente a que estas personas consigan convertirse en ciudadanos partícipes de una sociedad que necesita de todos a través de un proceso educativo integrador que los estimule y extraiga de ellos sus mejores cualidades.

MISCELÁNEO

Núm. 293 – Abril 2024