Revista Personae

MENOS JUICIO Y MÁS EMPATÍA

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Karla Aparicio

 

Paula Petersen, campeona estatal de ajedrez, desapareció el lunes 29 de noviembre en Guadalajara, Jalisco. Cuando su madre fue a recogerla, ya no estaba. La había visto entrar a la prepa con su mochila en la espalda, como de costumbre.

Familiares aseguraron que al salir de la escuela fue secuestrada con base en mentiras y falsas promesas por un adulto que se hizo pasar por un entrenador de ajedrez de alto rendimiento, quien resultó tener 32 años y está acusado de abuso de menores.

Es incomprensible el mensaje del gobernador de Jalisco, al señalar que la menor se había ido de su casa por voluntad propia y que estaba en constante comunicación con sus contactos (hecho sin fundamentos y muy desatinado). Cabe mencionar que ese estado tiene el primer lugar en cifras de desaparecidos.

Gracias a que su propia familia junto con expertos de buena voluntad en todas las áreas, organizaciones académicas y de búsqueda de desaparecidos, amigos de todas edades, medios de comunicación y la sociedad tapatía misma, todos indignados, se logró una eficaz difusión de la alerta y un correcto enfoque del problema y se acrecentó su búsqueda. Así, después de 18 días de desaparecida del más helado diciembre, Paula volvió a casa.

 

Para miles de personas fue un trago amargo, deseábamos de todo corazón que Paula estuviera bien y con su familia. Este hecho desentraña el mecanismo de los embaucadores y el influjo que ejercen sobre adolescentes como ella. Ningún menor estará a salvo mientras no aprendamos a reconocer como sociedad primero, que las niñas o niños no se van por voluntad propia, no es que sean irresponsables. No es culpa de los papás o de una falta de comunicación asertiva. No es que anden solos de noche, no es que se vayan con el novio, ¡dónde tenemos la cabeza! Si son apenas niñas y niños que quizá aún juegan con sus amigos y andan en bici y hasta tienen algunas muñecas. Su materia gris está en proceso y su cerebro todavía está blando. La verdad es que hasta ganas de llorar me dan, cuando leo los comentarios que culpan a una menor de edad por “desaparecer” con un adulto.

 

 

Son víctimas de pederastas psicópatas

Las víctimas y sus familias no merecen nuestro juicio, pero necesitan urgentemente nuestra empatía y que presionemos para que no se subestimen este delito. En este caso hay una sobreviviente, Paula volvió a casa contando su historia, pero cuántas Paulas jamás regresaran; creo que no existe algo peor para una madre en el mundo, que el no saber dónde está su hijo/a desaparecido/a. Que la historia de Paula, tan visible ahora, nos haga poner nombre y toda la atención a esto de lo que no se habla. Pocas cosas erizan tanto la piel como presenciar el desmantelamiento de la voluntad de alguna persona a manos de un depredador, pero mucho más si es un menor de edad.

 

 

Karla Aparicio

 

Grooming

 En estos días he escuchado a muchas personas hablar de esta palabra que, hasta hace unos días era totalmente desconocida para mí. Así que me di la tarea de investigar un poco y me gustaría compartirles lo que he aprendido acerca de este particular fenómeno. Sobre todo, y aunque no seamos padres, tenemos sobrinos, primos pequeños, alumnos o simplemente niños a nuestro alrededor que merecen atención y protección, o quizá porque fuimos víctimas y no lo supimos y mucho menos que ese delito tenía nombre.

 

El grooming es un fenómeno muy común en Latinoamérica por la IMPUNIDAD que existe en la región, y además es un tipo de abuso que pasa desapercibido por el alto grado de manipulación social y mediática.

El grooming es un término para describir la forma en la que algunas personas se acercan a niños y jóvenes para ganar su confianza, crear lazos emocionales y poder abusar de ellos sexualmente.

Grooming, en el mundo real, puede suceder en todo tipo de lugares: en la colonia, en la casa, en la escuela o en la iglesia.

En el peor de los casos, estas personas también pueden desear introducir al menor en ambientes de prostitución y explotación sexual. De ahí que pasan a uno de los negocios más rentables: Trata de Personas con fines de explotación sexual. Hay tanto trabajo por hacer en cuestión de cambiar la cultura del consumo de pornografía infantil y prostitución infantil. Sería un gran logro que ya no hubiera «adultos» consumiendo para que se acabe el tráfico. Hace unos meses escuché un podcast muy interesante acerca del efecto que han tenido los sitios de pornografía en línea, y lamento compartirles que los mas visitados son los “barely legal” con actrices que apenas tienen mayoría de edad legal, pero se ven aún como niñas. No creo en la abolición del trabajo sexual porque la ilegalidad solamente pone en mayor peligro a las trabajadoras sexuales que son, de por sí, vulnerables. Pero si creen que las desapariciones de niñas no están ligadas a lo que los consumidores de estos servicios, se equivocan. Hay estimaciones de que hasta un 40% del contenido pornográfico en línea (incluso en los sitios “reconocidos”) proviene de la explotación y la trata. Los números son incluso peores, de miedo, cuando se habla de prostitución.

 

Los groomers (personas que buscan hacer daño al menor) pueden ser hombres o mujeres, de cualquier edad y de cualquier nivel económico o social. El grooming puede suceder online o en persona y en muchas ocasiones, el groomer invierte tiempo considerable durante este periodo de preparación para ganarse la confianza de los niños y sus familias:

  • Pretendiendo ser alguien que no es.
  • Ofreciendo comprensión y consejos.
  • Obsequiando regalos.
  • Brindando atención al niño.
  • Utilizando su posición o reputación profesional.
  • Llevándolos a viajes, paseos y fiestas.

 

Las consecuencias del grooming varían dependiendo de la gravedad del delito.

El principal problema es que las víctimas tienden a ocultar lo que les sucede por vergüenza o culpabilidad:

Abuso y agresión sexual: además de imágenes y vídeos, el agresor puede llegar a llevar a cabo agresiones sexuales físicas. En cualquier caso, se compromete la seguridad física y emocional del menor.

Ansiedad y depresión: son dos de las consecuencias psicológicas más comunes.

Otros problemas derivados: descenso en el rendimiento académico, dificultad de sociabilidad y afectividad.

 

Algunos consejos sobre cómo actuar si sospechas que tu hijo o hija es víctima de grooming:

  • Transmítele una actitud de seguridad y madurez.
  • No cuestiones sus palabras, créele, muéstrale apoyo incondicional y dale confianza para que cuente lo que está pasando.
  • No contactes con el acosador o borres información importante de cara a las autoridades.
  • No cedas al chantaje del acosador.
  • Denuncia a la autoridad competente.
  • Busca ayuda psicológica para el menor y la familia.

 

 

Karla Aparicio

 

El poder de la sociedad organizada

Es muy importante educar a los menores en la prevención y hacerles ver lo que puede ocurrir si comparten en Internet imágenes íntimas o comprometidas, o si aceptan a desconocidos en sus redes sociales o en sus juegos online. Es necesario enseñarles también a identificar cuándo esto ocurre para que sepan pedir ayuda y bloquear la agresión lo antes posible.

Las niñas y niños desaparecen. ¿Cuántas alertas Amber vemos cada día con niñas de 8 -16 años, que iban a la escuela, a ver a una amiga y nunca volvieron? ¿Por qué son tantas? ¿Por qué llevamos décadas de ver que desaparecen y no pasa nada? ¿Por qué hasta se nos ha hecho costumbre ver en redes los anuncios de padres desesperados y ya no nos conmueve?

 

Hay algo que me devuelve la fe en la humanidad, y es ver las reacciones de tantas familias compartiendo sin parar las alertas Amber y los mensajes de desaparecidos en redes sociales, dejando en claro que las niñas y niños NO se tocan, y que vamos a darlo todo por protegerlos, levantando la voz. A veces pareciera que es todo lo que queda, pero por otro lado, parece que es lo más poderoso.

MISCELÁNEO

Núm. 293 – Abril 2024