Revista Personae

MALAS-BUENAS NOTICIAS

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MALAS-BUENAS NOTICIAS Karla Aparicio

 

Aunque al vaso le falte una gota, siempre lo verán medio vacío.

Son incapaces de disfrutar de lo bueno que les rodea. Además, poseen un arte especial para transmitir su negatividad a los demás. Son el tipo de personas que siempre tienen un problema para una solución. Lo ven todo negro.

¿Conoces a alguien así?

Son los que viven en un continuo pesimismo, pero ni cuenta se dan.

Viven en una profunda negatividad. Si son muy cercanos a tu círculo personal, tarde o temprano, poco a poquito terminarás por contagiarte.

Los expertos nos dicen que, en realidad, lo que hay detrás de estas personas es una continua irritabilidad y una insatisfacción personal. En el fondo ellos son víctimas de sí mismos, porque se pasan el día sufriendo por su continuo desencanto con la realidad que experimentan. Por lo general presentan una baja autoestima que revisten con cierta apatía y desprecio, como si tuvieran puesta una coraza con espinas.

Tratar con personas negativas es sin duda difícil, ¡lo primero que se recomienda es huir lo más rápido y lejos posible! ¡Corre! pero si el susodicho es tu mamá, tu pareja, tu hermana, tu jefe o alguien a quien aprecias en verdad la huida aquí no aplica. Entonces tenemos que recurrir al plan B: la paciencia y, sobre todo, la comprensión y empatía. Es muy importante que nos mantengamos en nuestro lugar. No debemos dejarnos llevar por su negatividad, hay que estar muy conscientes para que esto no suceda, aunque se convierta en una lucha diaria, porque en donde ellos ven una mala noticia, tú buscas una buena noticia. Se convierte en un arte, pero cansa muchísimo. Ahoga. Debemos intentar actuar, pensando en que cada uno es responsable de su propia felicidad. En la vida y en cada momento hay prioridades y ser maduro muchas veces implica tomar decisiones difíciles.

También es importante que nos conozcamos bien a nosotros mismos y que tengamos la suficiente humildad para detectar nuestra propia negatividad, todos traemos nuestra dosis y, muchas veces, las dificultades que surgen para lidiar con la negatividad de otro pueden ser provocadas por la propia.

 

MALAS-BUENAS NOTICIAS Karla Aparicio

 

EMPATÍA para personas negativas

Evidentemente, nuestra felicidad no depende solamente de nuestra actitud, pero siempre es mejor enfrentar los problemas con una mentalidad positiva que con una mentalidad negativa. Y es que son muchos los motivos por los que debemos ser agradecidos de poder disfrutar de esta vida, por lo que siempre es mejor afrontar los días con buena cara, independiente del tiempo que haga o de cómo se presente el día.

La mentalidad positiva aumenta el bienestar emocional y psicológico, y también el físico: los estudios afirman que las personas con mentalidad positiva sufren menos enfermedades del corazón. Por tanto, siempre es mejor ser positivo que negativo, y si adoptas esta mentalidad, la gente que tienes a tu alrededor te lo agradecerá.

En general, los negativos son personas para las que todo está mal y se quejan continuamente de todo. Y que, por ello, nos generan malestar y cierto rechazo de manera casi inconsciente.

Podemos intentar entender lo que está originando esa negatividad. A veces, la negatividad puede tener sus orígenes en el temor a ser despreciado por los demás, el miedo a no ser amado por otros y la aprehensión a que le puedan acontecer consecuencias negativas.

Una persona negativa necesita ayuda. Una forma de apoyar es no accediendo a sus peticiones y quejas. También podríamos intentar que reconozca su negatividad y después que sea capaz de identificar el origen.

Las personas negativas no suelen responder bien a las críticas constructivas. Pero ojo, en general, no estarán dispuestas a escuchar y mucho menos a aceptar esta retroalimentación, posiblemente lo sentirán como un ataque. Es casi seguro que se molestarán, aunque podemos intentarlo. Y si las opciones que tenemos para ayudar no funcionaron, no nos quedará otra que aceptar la negatividad de esa persona y esperar que las cosas mejoren (actitud que no mejorará la situación), o bien recomendarle que un psicólogo profesional que le pueda ayudar a sentirse mejor identificando con las causas que generan su negatividad.

Para ti, que me lees y tienes a alguien cercano así, te comparto un poco de un cuento, te recomiendo lo veas, tiene unas ilustraciones preciosas, además de que estoy segura de que te sentirás identificado:

 

EL CONEJO Y EL RATÓN

Es una preciosa mañana para salir de picnic. BUENAS NOTICIAS, el Conejo ha traído una cesta para merendar, pero, MALAS NOTICIAS, comienza a llover. Se queja el Ratón.

El Conejo, optimista, da BUENAS NOTICIAS: lleva un paraguas. Aunque, MALAS NOTICIAS, el viento se lo lleva volando… ¡Detrás se va el Ratón malhumorado!

Durante toda la historia, el autor juega con estas cuatro palabras, acompañándose de preciosas y divertidas ilustraciones que nos ayudan a ver el lado optimista y pesimista de las cosas.

El Ratón no tiene muy buen humor y ello le lleva a que le sucedan malas situaciones. El Conejo siempre intenta hacerle reír e inventa nuevas situaciones para que sea feliz.

La mala visión del mundo del Ratón transforma en pesimista la del Conejo. Pero el Ratón ve un “rayo de sol” y transforma su manera de ver el mundo en UNA BUENA NOTICIA.

En el cuento vemos las dos visiones distintas de una misma situación, descubriendo el lado positivo y negativo de las cosas. Además, te sugiere que te rías de las situaciones poco positivas y superes tus frustraciones enfrentándote de forma creativa.

Tal vez te identificas con el Ratón o el Conejo en las distintas visiones de la vida.

¡Espero que disfrutes mi artículo y sólo veas las cosas como BUENAS NOTICIAS!

 

 

MALAS-BUENAS NOTICIAS Karla Aparicio

 

TE DEJO POR AQUÍ MALAS-BUENAS NOTICIAS:

 

Mala noticia: nada es para siempre.

Buena noticia: nada es para siempre.

 

Mala noticia: nada es realmente tuyo.

Buena noticia: nada es realmente tuyo.

 

Mala noticia: nadie es perfecto.

Buena noticia: nadie es perfecto.

 

Mala noticia: hay preguntas que no tienen respuesta.

Buena noticia: hay preguntas que no tienen respuesta.

 

Mala noticia: no puedes quedar bien con todos.

Buena noticia: no puedes quedar bien con todos.

 

Mala noticia: no sabes lo que pasará mañana.

Buena noticia: no sabes lo que pasará mañana.

 

Mala noticia: tocaste fondo.

Buena noticia: tocaste fondo.

 

Mala noticia: no es para ti.

Buena noticia: no es para ti.

 

Mala noticia: me llego el periodo.

Buena noticia: me llego el periodo.

 

Mala noticia: a nadie le importa.

Buena noticia: a nadie le importa.

 

¿Qué otra Mala-Buena noticia se te ocurre?

 

MALAS-BUENAS NOTICIAS Karla Aparicio

 

Las noticias no son buenas ni malas, solo son…

depende de la lente con el que se mira.

 

Con KA-riño

Karla Aparicio

MISCELÁNEO

Núm. 293 – Abril 2024