Revista Personae

ANA LILIA RIVERA RIVERA

Presidenta del Senado de la República

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Estamos a unas semanas de que concluya el último periodo ordinario de la LXV Legislatura, por ello charlamos con la presidente del Senado Ana Lilia Rivera Rivera sobre qué pendientes quedan y que avances hubo.

En época de plena efervescencia electoral declara: “El Senado de la República no va a detener su trabajo, aunque los asuntos más trascendentes, más importantes de este país o de estos casi seis años del gobierno de Andrés Manuel, ya los hemos aprobado. Nosotros aprobamos aproximadamente 62 cambios a la constitución de la Republica. Esto incluye la creación de nuevas leyes, nuevos organismos. Creemos que este es un tramo importante también y ahora nos toca proteger que la constitución no sea violentada en un proceso electoral con tanta confrontación como la que estamos viviendo, cuidar la institución, que no se violente la ley y permitir que se transite a una elección pacífica que nos permita entregar resultados cuando se termine definitivamente la legislatura.

 

Ana Lilia Rivera Rivera, presidenta del Senado de la República

 

—¿Qué es lo más complicado de presidir un Senado en una etapa donde las discusiones parecerían que son más políticas electorales que debates legislativos?

—Mantener la calma, la prudencia, lograr que estos debates, que cada día van a ser más estériles en lo legislativo y más políticos, se lleven en el mayor de los respetos posibles. A veces no todos los senadores tienen capacidad para debatir con argumentos, muchos de los actores principales en estos momentos suelen tomar la tribuna para descalificar con mentiras, con calumnias, con denostaciones. Lo más difícil, en estos momentos, es lograr que los debates sean de altura, de propuestas y que no nos vayamos al extremo de la ofensa y la calumnia. La prudencia, la paciencia y el darle con justicia a todos los grupos, lo que les corresponde para que la mesa directiva siga siendo un órgano que refleje la pluralidad y la democracia que debe imperar en todos los órganos gobierno del Senado.

 

—El hecho de que la de que la mayoría de los senadores de todos los partidos no vayan a reelegirse, ¿influye en el ánimo e intenciones legislativas?

—No, en realidad es la defensa de los intereses de los dos proyectos de nación que están en pugna, por una parte, los representantes de la alianza que está luchando por recuperar el poder y, por el otro lado, la opción parlamentaria que representa a la cuarta transformación. No tiene nada que ver los que van a la reelección o no, en realidad son los intereses de los grupos, aquí lo más importante, y lo que debemos cuidar, es que estas diferencias en lugar de que nos polaricen hagan realidad que, a través de sus discursos y sus posiciones, la gente pueda valorar qué país le gustaría tener. Entonces, es difícil lograr tener estas oposiciones con una participación que nutra el debate y no la polarización. Nosotros, que estamos ahí dentro, hemos visto la responsabilidad y el compromiso de todos los senadores, inclusos aquellos que no lograron ir a la reelección.

 

—¿Qué tanto influye el que la presidenta del Senado sea miembro del partido del gobierno?

—La ley, el reglamento interno del Senado, establece que habrá de presidir un integrante del grupo parlamentario mayoritario, eso no es de ahora, es parte de la dinámica histórica. Pero, en el caso de tu servidora, yo fui electa por unanimidad: presidí cinco años una comisión muy importante (Estudios Legislativos), que me permitió tener un contacto directo con todos los grupos parlamentarios y saben que soy una mujer institucional, que soy una mujer prudente, que no pongo mis ideas o mi ideología política para denostar, disminuir o limitar los derechos de todos los grupos parlamentarios, aun cuando pertenezco, con una ideología muy clara y muy definida, al proyecto alternativo que nosotros representamos, el proyecto de transformación, no influye en mi conducción y la forma de presidir la mesa directiva.

 

—¿Cuál es su diagnóstico de la civilidad que se lleva en el congreso en esta legislatura?, siento que ahora hubo más gritos.

—Bueno, en el Senado, hay, protagonistas muy histriónicos, de los dos lados; pero, sobre todo tenemos voces en la oposición que no tienen ninguna trayectoria política, que no tienen reconocimiento de trabajo en la calle, con la gente y que son muy buenos para generar debates estériles y show. Entonces, hay este tipo personajes que muchas veces quieren conducir el debate en la politiquería y eso en otras legislaturas se cuidaba, el Senado era un espacio de mucha solemnidad y donde el debate era de otro nivel. Sí tengo que reconocer que hoy tenemos… no todos porque somos 128 senadores, es una pena y una tristeza que tengamos entre nosotros personas que han denigrado el debate por esa falta de oficio político con el que llegaron. Sin embargo, la gran mayoría son personas consecuentes, de estos 128 senadores son si acaso ocho, en ambos grupos, los que han denigrado en debate en el Senado, pero la gran mayoría son personas que estudian, que se preparan…. Siempre se hace más público, por decirlo así, llevar a la pantalla aquello que es denigrante.

 

Ana Lilia Rivera Rivera, presidenta del Senado de la República

 

—Hay quien dice que las cámaras se han vuelto una oficialía de partes del ejecutivo.

—¡No! ¡no! ¡no! Miren, si ustedes analizan la conducta de los senadores y de los órganos de gobierno del Senado en legislaturas anteriores a nosotros, Enrique Peña Nieto hizo once reformas en contra del pueblo de México, las famosas reformas estructurales, aquí no había debates, no había posibilidad de parlamentos abiertos, no se llamaba a las organizaciones, a los académicos en torno a los temas. Allí se aplicaron, sin ninguna razón, reformas inconstitucionales porque atentaban contra lo que la Constitución de 1917 había determinado para salvaguarda de nuestro bienestar y soberanía. Yo recuerdo que, con las reformas laboral, legislativa, político electoral, financiera, la de telecomunicaciones, bueno ¡la reforma energética!, la gente se opuso y blindaron la cámara de senadores y diputados con barricadas metálicas, hicieron mayoría vistiendo a los senadores de policías o los llevaron con helicópteros del ejército en contra del pueblo. Díganme si nosotros hemos puesto alguna de estas barreras para promover reformas constitucionales de la cuarta transformación. Nosotros no somos una oficialía de partes, abrimos el debate, tenemos parlamentos abiertos, vamos a entrevistas, defendemos posiciones. Nada más que hay quien no entiende que la mayoría que hoy manda es mayoría que el pueblo de México eligió y que esos 30 millones de votos, hoy, se reflejan en las cámaras y que quienes estamos ahí representando ideales y proyectos políticos establecidos en nuestra plataforma electoral, con la que ganamos, son compromisos que estamos cumpliendo porque a eso nos mandó el pueblo, somos una oficialía de partes de pueblo de México, de la mayoría del pueblo de México, no de un poder, no de una persona.

 

—Usted acaba de recibir un premio internacional (Mujer 2024 por parte del International Parliament of Education), ¿Qué nos podría decir de ese reconocimiento?

—Solamente agradecerle a quienes, de manera imparcial, analizaron las características de mi compromiso y de mi trabajo y hayan reconocido que refleja los valores y los principios de las mujeres en la lucha por nuestra igualdad, por la representación que hoy tenemos, por supuesto, por el trabajo que se hizo como legisladora. Con humildad, estoy agradecida de que me hayan reconocido como la legisladora del año. Yo siempre he dicho que yo no trabajo para ser reconocida; sin embargo, siempre agradezco que se valore lo que hacemos para proyección las mujeres que siguen después de nosotros en la transformación de nuestra realidad.

 

Ana Lilia Rivera Rivera, presidenta del Senado de la República

 

—Para concluir, esta fue definida como la legislatura de la paridad de género; sin embargo, muchas feministas con las que he charlado afirman que no se tradujo en beneficios para la mujer, por ejemplo, en el tema del aborto no se avanzó.

—Nosotros hemos legislado, como nunca, a favor de las mujeres. Nosotras, las mujeres de la legislatura de la paridad de género, legislamos paridad de la Constitución, no solamente para los cargos electorales, hoy también estamos impulsando que haya ministras, magistradas, secretarias, directoras. En todos los niveles de gobierno se tiene que aplicar la paridad, en todo. Entonces eso es una reforma que todavía tiene que ir alcanzando otros niveles, hemos reformado leyes como nunca, en la ley general para el acceso a la vida libre de violencia para que las mujeres puedan tener el sistema precautorio cuando denuncian violencia familiar. Hemos avanzado para se tipifique la violencia vicaria, también los delitos que se cometen a través de los medios digitales en contra de las mujeres como la Ley Olimpia. Avanzamos en el reconocimiento de nuevas figuras penales como la utilización de ácido en contra de las mujeres, en la penalización de matrimonios manera obligatoria. Creo que las mujeres que hoy estamos en este poder no hemos fallado, logramos la reforma constitucional conocida como tres de tres para que no haya violentadores compitiendo para ningún cargo de elección popular, creamos el padrón nacional de deudores alimentarios. Las mujeres, en estos seis años, hemos legislado como nunca en favor de las mujeres y si hay temas en los que no hemos logrado tener una coincidencia plena es porque para reformar en materia de aborto se requiere la mayoría calificada y la oposición conservadora no ha permitido que avancemos en estos temas, por eso necesitamos una mayoría calificada de mujeres y hombres progresistas que legislemos con la razón y no con dogmas.

POLÍTICA

Núm. 293 – Abril 2024