BERTHA LUJAN
La izquierda tradicional como presidente del Consejo Nacional de MORENA
- POLÍTICO
- noviembre 2021
- Patricio Cortés
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Una de las mexicanas de izquierda con mayor trayectoria es Bertha Elena Luján Uranga, mujer formada en el sindicalismo, fundadora de MORENA, quien entre 2012 y 2015 fungió como Secretaria General del partido y actualmente preside el Consejo Nacional.
Desde 1970 es miembro del Frente Auténtico del Trabajo, de hecho recuerda con una nostálgica sonrisa la consigna: “Charro (sindicato deshonesto) y gobierno y patrón son el mismo cabrón”. Durante los años 90 fue cofundadora y coordinadora nacional de la Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio.
Cuando el actual presidente asumió la jefatura de gobierno de la capital en 2000 fue nombrada Contralora General del Gobierno de la Ciudad de México; en 2006-2008 formó parte del denominado gabinete legítimo de Andrés Manuel López Obrador y en 2012 fue propuesta por él mismo como la Secretaría de Honestidad y Combate a la Corrupción, en caso de ganar las elecciones.
Se le ve antes y después de los eventos escuchando las inquietudes de las bases, atenta, en ocasiones da su número de contacto, hablamos de mujeres y hombres de apariencia sencilla, cuya vestimenta refleja que no forman parte de las elites políticas o económicas.
Responde a nuestras inquietudes, siempre amable, conservando su acento norteño, nos habla de los retos de su partido: “Consolidarse como partido político, enfrentar las debilidades que trajo el haber llegado tan pronto al poder, somos un movimiento muy joven y como partido más todavía. Necesitamos institucionalizar al partido y realmente cumplir con las normas que nos hemos dado en los estatutos”.
Reconoce: “La pandemia y el hecho de haber ganado tan pronto presentó varios retos, algunos de los cuales no hemos logrado atender, como por ejemplo la organización interna consolidación de la participación de la gente en las distintas instancias de MORENA, entonces tenemos al frente ese reto, fortalecernos, reorganizarnos, volver a la institucionalidad. Como país, yo creo que el reto principal que tenemos es darle continuidad a la cuarta transformación, esto quiere decir, hacer el trabajo que nos toca, además de lo que hacen los gobiernos, empezando por el gobierno federal para poder informar a la gente y poderla convencer de que este es el camino correcto, que es la cuarta transformación la que da una salida al país al presente y al futuro, y que de ninguna manera hay que volver a los vicios de atrás, eso sería mandar al país al carajo, la verdad”.
Aquí ente usted, yo y mis lectores, ¿ha cumplido sus expectativas el cambio que llevamos?
Yo creo que la pandemia nos trajo nuevos retos que no teníamos presentes en el 2018, y en ese sentido nos hemos quedado un tanto atrás de las expectativas, ¿verdad? No esperábamos esta cantidad de desempleo que se dio, la crisis económica, de salud, social, psicológica, es que la pandemia ha sido terrible, ha traído una crisis muy fuerte en el mundo y en México.
Una de las críticas que se han hecho es que, a diferencia de otros gobiernos de izquierda, este no ha tocado al poder financiero y también la legislación minera sigue siendo de las peores del mundo, dicho por la ONU no por mí, ya que permite el despojo legal de las tierras a sus legítimos propietarios para beneficiar a la gran minería.
“Sí, pero ya ve que este gobierno planteó desde el principio que ni una concesión más a empresas mineras, ni una siquiera, por lo que no se han dado nuevas concesiones mineras. Estos señores del PAN y del PRI entregaron el territorio, se lo entregaron a las transnacionales. Entonces, no es posible que esa sea la salida para un país pobre, entregar todas sus riquezas para que se las lleven. Además que son riquezas no recuperables, son recursos valiosos no recuperables, en ese sentido claro que hemos cumplido.Ahora con el planteamiento de la reforma eléctrica, creo que se está retomando uno de los cursos más importantes que es lograr la soberanía energética para el país”.
Ante cada medida social se suele hablar de “izquierda radical”.
Así piensan los derechosos, esa ha sido siempre su ideología.
¿Usted considera que Mario Delgado ha hecho un buen trabajo frente a Morena?
Bueno yo creo que se está haciendo lo que se puede y la gente finalmente es la que nos va a decir, sobre todo la gente de Morena, ¿Cómo lo considera?, ¿Cómo lo ven? No quisiera dar un criterio para no cargar las opiniones de un lado o de otro.Yo digo que es la gente, la militancia, la que lo tiene que valuar.
En una entrevista, Jon Lee Anderson comentaba que un problema de la izquierda latinoamericana es que se suele centrar sólo en un líder.
Eso es histórico, antes eran los comandantes… no sé en la época de los romanos tenían sus reyes, sus generales, siempre ha habido eso.
¿No sería mejor tener un panorama más abierto?
¡Sí lo tenemos! Sí lo tenemos. Está bien que el liderazgo de Andrés Manuel haya sido fundamental en la construcción de MORENA y del triunfo, pero también hay una base social muy amplia, que se moviliza, que es militante, que es de izquierda y que se ha aglutinado alrededor de Morena.
¿Puede haber un Morena sin Andrés Manuel?
¡Sí! Seguramente no será el mismo Morena, tendrá sus cambios y demás, pero yo creo que hay posibilidad. Yo creo que sí, porque además, aunque él ya no esté gobernando, siempre va a ser, como quiera, un guía moral para Morena.
Él dijo que acabando su sexenio se va a… su rancho en Tabasco.
Bueno, pero eso no quiere decir que no pueda estar en contacto virtual, digital, con la gente.
No obstante, vemos lo que le pasó a Correa con Lenin Moreno (Ecuador) que, aunque fue su sucesor designado, echó por tierra todas sus políticas y así hemos visto con muchos sucesores.
Por eso es importante darle continuidad a este triunfo de Morena, a partir de un triunfo en el 2024.
¿Una buena selección del candidato?
Indudablemente que sí, sobre todo que sea una gente de consenso, donde la mayor parte de la militancia, de los liderazgos locales, lo acepten; o sea, que haya un respaldo de todos, por parte del gobierno y por parte de la base.
Para concluir, ¿nos podría dar su definición de la izquierda del siglo XXI?
Es una izquierda que tiene al frente el reto de construir un mundo más igualitario, más justo, más democrático y hay que ubicarse en cada lugar, en cada sector, en cada espacio, ahora sí, a construirlo. Una izquierda que construya, no que destruya y con una propuesta que convenza a la gente porque es la propuesta correcta.