BODAS, TRENES Y RESILIENCIA

Las bodas son eventos extraordinarios, el que dos personas quieran hacer votos por y para entrelazar sus vidas, son motivo de celebración. Cada vez es menos frecuente que las parejas se comprometan de esta manera, pero la Pandemia nos hizo reflexionar y parece que es ahora un motivo para que haya más bodas, de hecho, mucho hemos sabido o asistido a varias bodas en los últimos meses. Ese fue el caso con nuestra hija mayor, quien, con su prometido, decidieron dar el siguiente paso. Lo hicieron un poco lejos, pues ambos radican en Inglaterra, muy cerca de Londres, a unos 60 kilómetros. La boda tuvo lugar en un granero o establo que tiene más de 500 años de existencia, su nombre “The Priory”, un sitio impresionante en la campiña inglesa. Nos preguntábamos si esas vigas de madera pudieran hablar y platicarnos lo que ha ocurrido en esa zona, sería extraordinario. Muy al estilo inglés, todo fue organizado con una pulcritud cronométrica y hasta mariachis disfrutamos. Curiosamente, los integrantes del grupo de mariachis, que incluían a una mujer, no eran mexicanos, algunos peruanos y otros/otra colombianos. Eso sí cantaban muy bien, e incluso interpretaron melodías de los Beatles, al estilo mariachi.

De la casa en donde viven mi hija y su ahora marido, es cerca de un kilómetro a la estación del tren que conecta con Londres. Se atraviesa un parque muy amplio con muchos árboles en las orillas y un gran espacio verde, equivalente a unos tres campos de futbol. Abundan las flores y también tiene un pequeño jardín por el que pasa un arroyo. La estación del tren y nombre de la población es Hitchin. Hay muchas máquinas automáticas para comprar los boletos, y también hay una persona que atiende en una ventanilla. Ahí empiezan las sorpresas, las máquinas parecen muy complicadas, pues el costo del boleto depende de si uno sólo quiere usar el tren o también el metro (Underground) y los autobuses rojos de doble piso, si el boleto incluye las hora pico o no. Un boleto de ida y vuelta a la estación de San Pancreas, en el centro de Londres, nos costó 22 Libras a cada uno, que equivale a unos $542 Pesos, sí el equivalente al costo de 100 boletos del Metro de la CdMX. El tren es muy cómodo, todos van sentados, son doce vagones y hay tres baños, una cantidad de pantallas dan indicaciones -vía texto y por voz- sobre las estaciones y medidas de seguridad. Los trenes arriban al minuto indicado en cada pantalla. Creo que uno podría ajustar su reloj con la precisión de los trenes y del Metro. A diferencia con México, es necesario introducir el boleto para salir de la estación y esta debe ser para la que se compró el viaje, o no sé abrirá la puerta de salida.

En todos lados se cuecen habas y hasta frijoles, nos tocó en un tren rumbo a Londres, un suceso desagradable. Una jovencita, que venía checando los boletos, al pedirle su boleto a un joven pasajero -que estaba sentado en el lado opuesto de donde yo estaba- la joven se dio cuenta de que el joven no había pagado. Ella procedió a darle una multa, como correspondía y aunque el joven en repetidas ocasiones le solicitó que dejara pasar el suceso, ella no cedió. El joven comenzó a gritarle y decirle groserías, ella no se inmutó y continuó escribiendo la multa. Quise intervenir, pues ya era demasiado, pero consideré que agravaría la situación y complicaría mi estancia, me sentía frustrado, cuidadosamente, grabé con mi celular unos minutos del altercado. Ya cuando la joven se trasladó a los siguientes vagones, la alcancé, me disculpé por no intervenir y le ofrecí enviarle el video, cosa que ella agradeció y que comentó que le sería útil. Los patanes, sexistas y groseros, están por todo el mundo.

Como podemos ver, el tren y el Underground funcionan muy bien, rápidos, eficientes, pero caros. Lo bueno cuesta y el mantenimiento también. Mi hija paga alrededor de 460 Libras (Unos $11,300 Pesos) al mes por usar el transporte, de Hitchin a Londres. Si queremos que los sistemas de transporte funcionen en México, hay que pagar e invertir en ellos.

La zona metropolitana de la ciudad de Londres, con 9,541,000 habitantes, tiene el servicio de 6 aeropuertos importantes: “London City, London Gatwick, London Heathrow, London Luton, London Stansted y London Southend”, haciendo de Londres la ciudad con más aeropuertos y que mueve a más personas (180 millones por año) en el mundo, mientras que con cerca de 22 millones de habitantes, a la zona conurbada de la CdMX, le dan servicio dos aeropuertos el AICM y el AIFA, moviendo, el primero 35 millones de pasajeros el año 2021. Cabe mencionar que el vuelo de CdMX rumbo a Heathrow, programado a las 23 h, finalmente despegó faltando 10 minutos para la media noche. El avión no pudo recuperar el retraso, que provocó que ya no hubiera posición para recibirnos en Heathrow, y tuvimos que esperar cerca de 40 minutos por una posición para desembarcar. Nunca nos dijeron por qué salimos tarde o por qué no nos guardaron la posición. Pero como íbamos a la boda de nuestra hija, nada podía quitarnos la alegría de estar ahí.

Ya pasada la boda y los recién casados en Luna de Miel, estamos por enfrentarnos a algo inusual, una onda de calor nunca sentida en el Reino Unido, declarando una Alerta Roja para los próximos días, ya que llegaremos a temperaturas cercanas a los 40C. En los noticieros matutinos de aquí, han manejado un termino que no frecuentemente se usa. Resiliencia, le piden a la gente que sea resiliente, o sea que tengan la capacidad de adaptarse o soportar el clima extremo y recuperarse. Lo que me sorprende es que no haya muchas indicaciones de qué hacer ante temperaturas tan altas, sólo dicen que si no es necesario salir a la calle no lo hagamos. Por ejemplo, ¿Cómo hidratarse, si es bueno beber refrescos o cerveza? ¿Qué hacer para mantener la casa o departamento a temperaturas adecuadas? ¿Cuáles son los síntomas de deshidratación, qué hacer con personas mayores y niños? Algunos pesimistas han manifestado la posibilidad de cientos de muertos por esta ola de calor, pero yo creo que debemos aprender de ella y entender la resiliencia.

En estos días se cumplirán 65 años de la ocurrencia del sismo de 1957, cerca de Acapulco, el cual es mejor conocido como el “Sismo del Ángel”, ya que, debido al temblor, el Ángel de la Independencia se vino abajo, pero no sólo eso ocurrió, muchas estructuras se dañaron y colapsaron y este sismo de M7.8 (Servicio Sismológico Nacional), es un importante recordatorio de que México está expuesto a estos fenómenos naturales, y que debemos ser una población prevenida, preparada y resiliente, que ya ha avanzado con respecto a los sismos. En otros lugares como Europa, y en donde México no escapa, aparecen nuevos fenómenos que impactan a la sociedad. ¿Cuánto tiempo nos tomará para que nos adaptemos y seamos realmente resilientes?