CARLOS ALFONSO TOMADA
Embajador de Argentina
- EMBAJADOR
- abril 2021
- Patricio Cortés
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La coordinación para elaborar una vacuna contra el Covid 19 y el acercamiento entre los mandatarios, habla de los lazos estrechos que existen entre México y Argentina, de ello charlamos con Carlos Alfonso Tomada, embajador de la nación sudamericana.
“Ahora mismo estamos en un momento espléndido, después de la visita del presidente Alberto Fernández respondiendo a una muy interesante invitación del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para participar en la conmemoración del Plan de Iguala y en el día de la Bandera. Fue una visita muy importante porque permitió desarrollar una agenda muy intensa, política y gubernamental, pero también económica, permitiendo abrir posibilidades de mayor interacción y mayor intercambio entre ambos países”, refiere.
Sobre la posibilidad de que una relación más estrecha entre nuestras naciones ayude a potenciar la región, comenta: “Eso está en el corazón de esta profundización del vínculo entre ambos gobiernos, a partir de una empatía política y personal entre ambos mandatarios y un trabajo que vienen realizando las cancillerías desde el mismo momento en que fue electo Alberto Fernández, él vino a México siendo todavía presidente electo y ahí comenzó ese vínculo”.
La visita del presidente argentino, nos dice, fue más allá del ámbito protocolario: “Se firmaron acuerdos muy importantes en varios planos, sobre todo en el sanitario, pero también un compromiso de llevar esto a hechos concretos. Se ha definido septiembre del 2021 como una fecha donde deberían estar concluidos o muy avanzados estos acuerdos con hechos concretos. El presidente López Obrador tomó la decisión de que se abra el mercado de carne mexicano que durante más de 25 años estuvo cerrado a la Argentina, en un primer momento con fundamento en el tema de la aftosa (tema donde México tiene una historia tortuosa y complicada), y luego como un arrastre de la situación anterior, una vez superada, era la solicitud permanente por parte del gobierno Argentino y que el presidente destrabó con su decisión política de la que estamos muy agradecidos, y eso habla de una perspectiva muy grande, no solo de acuerdos, sino de vías y soluciones a la crisis económica que vive la región y en el caso particular que vive la Argentina. Yo creo que la decisión mexicana de mirar hacia el sur, de buscar un espacio y una presencia de México en toda la región ha sido y es muy bienvenida”.
La cooperación se extiende a los organismos internacionales: “Ambos países coincidieron en hacer un frente común en los distintos ámbitos que comparten, el G20, Naciones Unidas, en la propia CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) con la presidencia de México para tratar de enfrentar la actual crisis del Covid-19, que las vacunas lleguen a todos de manera justa, equitativa, universal, pero, también, para trabajar juntos desde ahora para los futuros desafíos de estos eventos, sobre todo, procurando tener acceso fácil a toda la demanda sanitaria. No puede ser que toda la región latinoamericana esté pendiente de lo que no utilicen, de lo que sobre, de lo que no han acaparado los países de primer mundo, es profundamente injusto, y es algo que los dos gobiernos han tratado de paliar rápidamente consiguiendo vacunas de distintos países del mundo, pero que en la próxima oportunidad nos tiene que encontrar unidos, trabajando con anticipación, en la producción de todo tipo de bien sanitario de forma autónoma”.
Ambos países participan en la producción de una de las vacunas contra el Covid-19: “Están demostrando, tanto México como Argentina, la capacidad de sus científicos, de sus técnicos, de sus trabajadores, para producir ese tipo de bienes, porque se ha subestimado la capacidad de nuestros países. Hoy se demuestra con el ejemplo que los laboratorios mexicano y argentino están trabajando en conjunto, que no debemos aceptar esa subestimación a nuestras posibilidades y potencialidades productivas”.
“Por algo la Argentina y México han firmado un acuerdo para empezar a trabajar, en el marco de la CELAC, la posibilidad de contar con un satélite latinoamericano. Argentina tiene una larga experiencia en eso, México tiene una gran capacidad de producción, y estamos seguros, que más temprano que tarde, habrá un satélite latinoamericano”, complementa.
La pandemia acarreó una crisis económica mundial sobre las medidas paliativas del rubro. Nuestro entrevistado, que también fue ministro del trabajo, explica: “Hay dos etapas. La inicial que fue la de contención frente a lo que fue el primer impacto de la crisis. La economía se hubiera resentido mucho más si no hubiera habido un conjunto de políticas públicas que justo se desplegaron desde el primer momento y estaban dirigidas a sostener el empleo: las empresas, el salario, incluso políticas universales que alcanzaban a sectores informales o muy vulnerables, permitió obtener, sostener a la economía que venía de una profunda crisis anterior a la pandemia. La segunda, el escenario empieza a cambiar, el aparato productivo se está poniendo de pie. Hay datos alentadores para la recuperación del empleo industrial, del uso de la capacidad ociosa que había quedado ante la parte más dura de la pandemia y, bueno, la Argentina se empieza a poner de pie como ocurre en México y otros países, que es de manera lenta, pero esperemos que sea sostenida y cuanto antes podamos recuperar los indicadores sociales, y sobre todo económicos que nuestros países necesitan para seguir creciendo”.
Sobre los desafíos de Argentina en el mediano plazo destaca: “Los principales son concluir la negociación con el Fondo Monetario con esa deuda tremenda, insostenible, que nos ha dejado el gobierno anterior. Un paso fundamental es continuar con el proceso de vacunación, que es lo que verdaderamente va a restablecer, digamos entre comillas, la normalidad, de la vida cotidiana y de la producción en Argentina. Luego, la decisión de este gobierno es poner de pie la economía a partir de la demanda elevada, a partir del consumo, que es un elemento fundamental en Argentina, a partir de la recuperación del trabajo y del salario como motores del crecimiento económico. Ese camino solamente va a ser posible con una estabilidad en la macroeconomía, es en lo que se viene trabajando en estos tiempos y para lo cual es fundamental concluir la negociación con el Fondo Monetario”.
Se habla de populismo cuando un gobierno de izquierda arriba al poder, le comento al diplomático que acota: “Depende de qué contenido le queramos dar a la palabra. Quienes utilizan esa denominación lo hacen con un contenido descalificatorio. La verdad es que revelan una cierta ignorancia porque en realidad son gobiernos populares, que atienden a aquello que los gobiernos conservadores y de derecha dejan del lado, que son los derechos, las posibilidades de crecimiento con inclusión social y no un mero crecimiento económico que no mejore la vida de la gente. Entonces, nuestros gobiernos que utilizan herramientas económicas ortodoxas, pero también heterodoxas, no tienen tanto dogmatismo doctrinario como tiene el neoliberalismo que, con tal de llevar adelante sus políticas, no les importa quién está en el camino. Creo que esa calificación está más bien como gobiernos populares, como gobiernos nacionales que defienden el interés nacional. Si populismo quiere decir atender las demandas de la gente, a mí no me parece mal y en ese sentido creo que todos los gobiernos son populistas. La política tiene una razón de ser populista, es cómo se mejora la vida de la gente, cómo se transforman realidades para que haya mayor bienestar social; esa es la razón por la que muchos abrazamos la política. La palabra populista, como la están citando, se las dejo a los que la usan”.
“Seguiremos trabajando, en lo que es un deseo muy profundo de mi gobierno y la Cancillería, para que la relación entre México y Argentina sea cada vez más profunda, más cotidiana, más natural, porque tenemos demasiada historia y demasiado presente como para no pensar un futuro juntos”, concluyó.